La nueva porrista

Vuelo

Samira

La cena de año nuevo también la pasamos en casa, solo que esta vez papá mandó a preparar la cena a Enzo's ya que quería que estuviera descansada para el viaje. Como en navidad, todos vinieron a la casa y se quedaron aquí para poder ir al aeropuerto todos juntos.

Cenamos temprano y estábamos platicando mientras esperábamos que dieran las 12.

—Que diferente será el siguiente año— dijo Gareth

—¿Por qué piensas eso?— preguntó Eddie.

—Bueno, ustedes están juntos para empezar y pues terminaremos la escuela. Ya no estaremos juntos.

—Claro que no, Eddie y yo ya hablamos contigo. El que seamos pareja no significa que te dejemos de lado y lo demás...— me quede callada.

Aunque no queramos hay una gran posibilidad de que no estemos juntos, estaba segura de querer ir a Nueva York a estudiar pero en lo que respecta a ellos no habíamos hablado del futuro.

—Estaremos juntos— Eddie dijo firme. —Somos familia y eso no va a cambiar.

Empezaron a sonar las campanadas del año nuevo y le di un pequeño beso a Eddie para luego jalar a Gareth y darle un beso en su mejilla, cuando Eddie intento hacer lo mismo lo empujo haciendo sonido de asco.

Llegó mi papá y me abrazó.

—Feliz año nuevo cariño.

—Feliz año nuevo papá, gracias por estar aquí.

—Gracias por darme una oportunidad.

Después de los abrazos seguimos molestando a Gareth para que le diera un beso a Eddie. Estuvimos un rato más jugando entre nosotros hasta que fue hora de ir a dormir para estar listo para el vuelo.

Despertamos por el delicioso aroma que llenaba la casa.

Bajamos para ver a los adultos en la cocina preparando el desayuno.

—Hola chicos, están listos para irnos.

—Si— respondieron al unísono Eddie y Gareth siendo hipnotizados por los waffles que ya estaban en la mesa.

—Ya tengo la maleta lista solo tengo que bajarla.

—Yo te ayudo— dijo Eddie con la boca llena ganándose un golpe de Wayne

—Come bien. Siéntate.

—Dejen de pelear por la comida— los regaño Tessa cuando se peleaban por la miel.

—¿Estás seguro de que puedes con ellos?— le preguntó Devon a papá.

—Claro, tengo ayuda— contestó mirándome.

—Ella es peor— le di una patada a Gareth debajo de la mesa. —Ay, me dolió.

Cuando terminamos de desayunar Eddie me ayudó a bajar mi maleta. Nos fuimos con Devon y Tessa en su auto y Papá se fue con Wayne y las maletas en la van de Eddie.

Estando en el aeropuerto, nos despedimos de todos. Tessa y Devon abrazaban a Gareth y Wayne a Eddie. Estaba un poco inquieta mientras los veía.

—¿Estás bien?— pregunto papá.

—Si, solo estoy un poco ansiosa.

—Puedes cambiar de opinión y nos iremos a un hotel.

—No, está bien— le di una sonrisa y el beso mi cabeza.

Hicieron el llamado del vuelo y nos dirigimos a la zona de abordar.

Quedamos los 3 juntos, yo en medio de ambos, y papá detrás de nosotros. Estábamos platicando de tonterías, entre más se llenaba el avión más callado se volvía Eddie. Cuando el piloto anunció que era hora de dirigirnos a la pista, Eddie tomó mi rodilla con mucha fuerza.

—¿Estás bien?

—S...si to...to...todo bien.

Gareth ya había viajado en avión pero Eddie no, él nunca había salido de Indiana.

—¿Quieres cambiar de lugar?

—No, yo no puedo ver la ventana.

—Oye, tranquilo— dijo Gareth —podemos cerrar la ventana.

—Si, párate.

—¿Qué no?

—Vamos, párate rápido.

Le quite el cinturón de seguridad y desabroche el mío también mientras lo empujaba.

—¿Qué pasa?— preguntó mi papá al ver que nos parábamos.

—Tienen que permanecer sentados por favor— dijo alguien de la tripulación.

—Si, si ya vamos— les conteste y me gire con papá. —No pasa nada, está nervioso.

—Tranquilo Eddie, no pasa nada. Estás seguro— él solo asintió mientras cambiamos de asiento.

Gareth bajó la cortina de la ventanilla y ayudó a Eddie con el cinturón de seguridad.

—Todo está bien, viejo. Respira.

Tome una de sus manos y Gareth tomó la otra. Parecía que iba a vomitar cuando el avión anunció el despegue.

Cerró los ojos con fuerza y apretó los puños. Su respiración se aceleró con las pequeñas turbulencias al momento de elevarnos. Compartí una mirada preocupada con Gareth antes de que una sobrecargo se acercara.

—¿Se encuentra bien?

—Es su primer vuelo— conteste, ella asintió y se fue.

—Ya estamos volando, ya pasó— Gareth lo tranquilizaba mientras yo frotaba su brazo.

Eddie abrió los ojos y estaba muy pálido.

La sobrecargo regresó con agua y un chocolate.

—Toma, come esto, te va ayudar.

—Gracias— su voz apenas era un susurro.

Nos soltó para agarrar lo que la sobrecargo ofrecía. Tomó un trago de agua y la dejó en la mesita como sus manos temblaban lo ayude abrir el chocolate. Se comió el chocolate frotando sus ojos.

—Samira, pásate para atrás.

Cambie de lugares con papá. En cuanto se sentó agarró a Eddie por los hombros y comenzó a susurrarle cosas al oído, Eddie solo asentía.

Cambiamos de lugar de nuevo.

—Perdón, es que esto es nuevo para mí.

—Está bien, nos tienes a nosotros para ayudarte en esto.

Asintió y le dio un apretón a Gareth y a mí un beso en la frente.

Poco a poco volvía a ser el mismo, eso hasta que anunciaron que íbamos a aterrizar.

Tan dramático que era en cuanto bajamos del avión se tiró al piso agradeciendo a los Dioses haber salido con vida de esta experiencia.

Nosotros reíamos mientras los demás lo veían raro.