Los Ángeles

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Viernes

Eddie pasó por mí el viernes en la mañana, salí con mi maleta para guardarla en el auto de papá y que estuviera todo listo. El camino a la escuela fue silencioso solo se oía la música que puso Eddie en cuanto me subí a la van, se veía molesto.

Nos tocaba la primera hora juntos y me acompañó a mi casillero a guardar mi mochila.

-Bien es hora de ir a clases.-

-Lo siento ve tú, yo tengo que hacer algo antes.-

-¿Qué tienes que hacer?.-

-Algo.-

-Samira has estado muy rara desde el miércoles, ya sabes que lo que dijo Collin fue una estupidez.-

-Lo de Collin ya quedo claro y no sé de que hablas.-

-Vamos Sami, te conozco mejor que nadie. Estás callada todo el camino a la escuela, mientes sobre que te irás a casa con Robin, no almuerzas con los chicos y ahora te irás con tu padre a L.A.-

-Ya Eddie, estoy bien entiéndelo y ahora tengo cosas que hacer así que adiós.-

-Ok, si quieres estar así está bien pero... aquí estoy lo que necesites.-

Llegó la hora del almuerzo y me senté con los chicos. Mi humor había mejorado bastante, conseguí cumplir una parte importante de mi plan y estaba emocionada por el viaje.

-Veo que ya estas mejor.-

-Te dije que estaba bien.-

-No te creo pero te dejaré tranquila con una condición.

-¿Cual?-

-Que me traigas algo lindo de Los Ángeles.-

-¡Oh! créeme te traeré algo espectacular.-

Terminaron las clases y papá pasó por nosotras. Robin estaba muy emocionada por salir de Hawkins, no paraba de hablar de todo lo que haría, la verdad era muy divertido estar con ella.

Llegamos a Los Ángeles por la noche a la casa donde pasé los primeros años de mi vida. Cenamos juntos y después nos fuimos a dormir. Al día siguiente despertamos temprano papá todavía no se iba a trabajar.

-Buenos días, chicas, ¿cómo durmieron?

-Muy bien señor Dalton muchas gracias.-

-Dime Liam por favor.- nos sentamos a la mesa. -Chicas tengo mucho trabajo ¿seguras que estarán bien?-

-Si papá no te preocupes, le mostraré a Robin donde solía pasear y jugar cuando era niña.- tocaron el timbre.

-Bien pero de cualquier forma prefiero que tengan compañía.- dijo mientras se paraba para abrir la puerta. - una que creo te gustara mucho.-

-Hola mi niña.-

-¡Bonnie!- corrí a la puerta prácticamente saltando a sus brazos.

-Cuando me pediste venir pensé que te gustaría verla y así me podría sentir más tranquilo al no dejarlas solas.-

Desayunamos los 4 juntos y después papá se fue. Pasamos un rato platicando de nuestra vida en Hawkins, le dije a Bonnie que hacía en L.A. aunque omití los detalles por los que llegué a eso.

-¿Un cambio de imagen? pero tú eres hermosa cariño no necesitas nada de eso.-

-Si lo sé pero...-

-Es algo que queríamos intentar porque es nuestro último año en la secundaria y siempre hemos tenido el mismo estilo así que dijimos ¿Por qué no?-

La nueva porristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora