El destino junto a un par de chicos que se sentían perdidos en la vida, un comentario sin malas intenciones los alejara el uno del otro.
Donde Samira se convertirá en lo que más odia Eddie
o
Donde Eddie será la peor pesadilla de Samira.
#1 en Chri...
Cuando entramos a mi casa, mi papá estaba en la sala.
-Buenas noches.- dijeron los chicos al unísono.
-Buenas noches, chicos.-
-Voy a cenar con ellos en mi cuarto.-
-Si está bien, tu madre salió así que puedes estar tranquila, yo estaré al teléfono con Janine si necesitas algo.- me sonrió.
Tomamos unas sodas del refri y subimos a mi cuarto, Eddie y Gareth se sentaron en la cama y yo tomé la silla del escritorio.
-Deberían probar la pizza con piña es muy buena.-
-Lunática.- dijeron al mismo tiempo.
-Enferma.- los tres reímos.
-Antes de que empiecen con la pizza.- fui a mi armario. -Esto es para ti.- Le entregué una bolsa de regalo a Gareth. -Feliz cumpleaños.-
-Sami esto es increíble.- dijo emocionado cuando sacaba el diario de jugador y la pluma de dragón. -Me encanta, muchas gracias.- me abrazó un momento luego se giró hacia Eddie para mostrarle las cosas.
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Estábamos sentados comiendo, hablando y riendo como en los viejos tiempos.
-Yo tengo una duda, ¿quién es Janine?-
-No hoy Eddie por favor.- al ver la cara de preocupación de ambos solté un suspiro. -Les contare pero no hoy ¿sí?-
-Está bien pero sabes que puedes confiar en nosotros, ¿verdad?-
-Lo sé pero han sido semanas complicadas para mí y no estoy lista.-
-Está bien Sami, cuando estés lista.- dijo Gareth ante la mirada preocupada de Eddie.
Seguimos hablando de tonterías hasta que llegó el momento en que se tenían que ir, baje a despedirlos. Gareth y yo nos dimos un gran abrazo que claramente necesitábamos ambos.
-¿Vas a estar bien?- pregunto Eddie.
-Si, no te preocupes.- trate de tranquilizarlo.
-Bien, si necesitas algo llama, estaré en un instante aquí.-
-Estaré bien, tranquilo.- le sonreí dulcemente.
Me tomó por la cintura acercándome a él y me besó, cuando empezó a subir de intensidad, Gareth gritó.
-Basta asquerosos, tengo que llegar a casa.-
Eddie puso los ojos en blanco y yo solo me reí.
-Se van con cuidado.-
-Si, te llamo cuando llegue a casa. Te amo.-
-También te amo.-
Martes
Después de quedarme despierta hasta muy tarde hablando con Eddie, no quería levantarme pero tenía que ir a la escuela, he faltado mucho y no quiero que bajen más mis notas
