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Escuché las gotas de agua impactando en la ventana del cuarto. Deje la libreta a un lado, me acerque y miré para afuera, estaba lloviendo. El olor a tierra mojada inundaba mi nariz, ya estaba oscuro afuera. Cerré la ventana y agarre mi celular, eran las 8 y cuarto de la noche. Puse un poco de música y seguí dibujando, hoy hay inspiración y eso se aprovecha.

Después de un rato siento que golpean la puerta, me acerco y abro. Era Enzo.

—Holaa comilona —saludo él levantando las cejas repetidamente con una sonrisita.

—Hola Enzurri —conteste riendo. Ya sabía a lo que venía.

—Bueno ¿me vas a contar lo que pasó ayer o que? —preguntó sin vueltas sentándose en la cama y agarrando mi libreta para chusmearla.

—Primero pregúntame un como estas o algo —dije sentándome a la par de él y haciéndome la ofendida.

—Dale yegua, no me interesa, yo quiero chismecito —respondió.

—No se de que me hablas igual —dije haciéndome la desentendida.

—No te hagas la boluda, Paredes y vos desaparecieron y cuando él volvió tenia labial en toda la cara, y después volviste vos con el labial corrido. Dos más dos es cuatro Aldana, no soy boludo. —dijo mirándome obvió.

Yo me rei y empecé a contarle lo que pasó ayer en esa bendita fiesta. Desde que me lo encontré a Lean hasta que volvimos con los chicos, y las miraditas. Él escuchaba atento.

—Bueno ¿y te gusto?, osea ¿él te gusta o qué? —preguntó.

—Si, me parece muy lindo y el beso estuvo demasiado bien.

—Pero me refiero a lo sentimental —réplica.

—No se, solo fue un beso. Me pongo nerviosa cuando estoy con él, pero supongo que es normal, también me pasa con Dibu cuando me hace comentarios tirándome onda —respondí mientras jugaba con mis manos.

—Entiendo ¿y con Dibu que onda? —preguntó

—También es raro, tipo hace comentarios y demás pero nunca dio otro paso. Me gusta también, me parece atractivo como Lean, pero no siento nada por ninguno —conteste.

—Aún, uno nuca sabe que puede pasar —dijo él.

En eso se siente que golpean la puerta, Enzo se levantó y fue a abrir él. Entró Juli y Licha por detrás. Ambos con mantas, el ambiente estaba fresquito por la llovía.

Saludaron y empezamos a hablar, gracias a dios no tocaron el tema de la fiesta. Después de un rato me puse el pijama y los chicos se pusieron a buscar una peli en Netflix.

Nuevamente tocaron la puerta, era Pablito avisando que la cena ya estaba, yo agarre y me puse un buzo de Julian que había dejado acá y bajamos los cuatro juntos. Nos acercamos a los chicos que estaban ya en el comedor y nos sentamos.

—¿Cómo anda la banda? —dije mientras me acomodaba en mi silla. Sentía la mirada de Lean en mi pero no quise mirarlo por nervios.

—Todo tranqui Scalo —respondió Messi.

—Y acá andamo —dijo Rodri.

—Eu ¿vemos una peli hoy? —preguntó Ota, sentándose.

—Una de terror —respondió el Cuti.

—No, la última vez Dybala no pudo dormir como por una semana —respondió Toro.

—Sentía que Annabelle me perseguía por todos lados —dijo Paulo mientras levantaba las piernas del piso, se abrazaba a ellas arriba de la silla y miraba con pánico a un punto fijo.

VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora