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Agarre rápidamente las llaves y mi mochila, corrí a la heladera y saque 2 botellas de Fernet grande que había comprado para la juntada de hoy, revolvi y corrí un poco las cosas porque las llevaba medio de contrabando, ya que los chicos se supone que no pueden tomar. Empecé a correr nuevamente para la entrada y grite.

—PA, YA ME VOY.

—NO HAGAN CAGADAS —respondió él desde arriba.

Salí y cerré la puerta como pude. Julian no paraba de tocar bocina y apurarme a los gritos desde el auto.

—BASTA JULIAN, DEJA DE TOCAR ESA MIERDA —grite caminando al auto.

—Dale conchuda, camina más rápido —respondió él para volver a tocar bocina.

De repente se sintió un grito un poquito lejano, venia de la ventana de uno de los vecinos.

—¡DEJA DE TOCAR LA BOCINA PEDAZO DE PAJERO! —grito una señora.

—CALLESE DOÑA MALEDUCADA —respondió él.

Yo me apure a subirme al auto para dejar de pasar vergüenza por culpa de Julian. Cuando subí, estaba Enzo de copiloto cagandose de risa y Julian mirándome divertido por el retrovisor.

—¿Tanto ibas a tardar? —dijo Enzo.

—Callate y vos arranca antes de que te mate —respondí.

Arrancamos viaje a la casa de Ota, pusimos música durante el trayecto. Hoy íbamos a estar tranqui porque a la tarde-noche teníamos que volver al predio y no queríamos armar quilombo otra vez con papá. Eran las 11 del mediodía, íbamos a pasar todo el día e incluso volver a predio juntos.

Después de un rato, Juli estacionó el auto cuando llegamos a lo de Nico. Bajamos y agarre las dos botellas de Fernet, mientras que los chicos bajaban los packs de birra que habían comprado del baúl. Me adelante y toque timbre para que alguien nos abra. Taglia apareció en la puerta, nos saludamos y entré, deje las botellas en una mesita cerca de la puerta y fuimos a ayudar a Juli y a Enzo con lo que faltaba.

Cuando metimos todo, cerramos el baúl y entramos nuevamente. Ellos empezaron a llevar todo a la cocina y yo me dirigí al patio donde estaban todos los demás.

—Buenas buenasss, llego el alma de la fiesta —dije pasando por el umblar de la puerta del patio.

—SCALONI —grito Gio cuando me vio, se acercó y me dio un abrazo.

—Hola Lo Celso, te extrañé rubio oxigenado.

—Yo más pedazo de fea —respondió riendo mientras nos separabamos.

—¿Cómo va eso? —pregunte refiriéndome a su lesión.

—Va mejorando, cada día es un pasito más a la recuperación —dijo optimista.

Cuando termine de hablar con Gio, empecé a saludar a todos los chicos, hasta que llegué al Tucu.

—¿Cómo está mi Tucumano favorito?

—Hola Scalo, muy muy bien ¿vos?. Te extrañe —dijo dándome un abrazo. También le pregunte por su lesión y respondió que va mejorando como Gio. Por último me acerque al Kun.

—Hola negro feo.

—Hola concheta ¿Por qué a todos los saludas a los besos y abrazos y a mi nada? Pedazo de mierda —dijo él divertido.

—Ay cosita, se pone mal si lo trato diferente. Venga acá chiquito —dije afinando la voz y agarrandole los cachetes.

Después de un rato de charla, los chicos empezaron a armar jarras de fernet para tomar, más específicamente los cordobeses que teníamos en el equipo. Ota ya estaba prendiendo el fuego, Papu hacia de Dj y algunos de los chicos ya estaban metidos en la pileta. Yo por mi parte estaba charlando con Messi, mientras ayudabamos a Ota con algunas cosas.

—Bueno ¿No necesitas nada más Osito? —pregunté.

—Nono, ya estas libre esclava —dijo.

—Ya quisieras boludito. Bueno me voy a tomar sol, si necesitas ayuda chifla —dije para después dirigirme adentro a cambiarme.

En realidad tenía la bikini abajo de la ropa, asi que fui a buscar el protector solar para pasarme y una toalla a mi mochila por si quería meterme al agua después.

Me saque la remera y el short, quedando con la bikini. Acomode la ropa, me puse protector y agarre mi celular y la toalla para salir afuera nuevamente. Apenas puse un pie afuera, empezaron los piropos de camionero por parte de los chicos.

—SE TE CALLO EL PAPEL QUE TE ENVUELVE BOMBÓN.

—ESTAS MÁS FUERTE QUE TROMPADA DE TRASFORMER.

—MÁS FUERTE QUE LA CASA DEL TERCER CHANCHITO.

Me reí y fui hasta una de las repoceras para tomar sol. Me acoste y me relaje un rato. Pero la paz no duró mucho ya que al rato sentí como me agarraban de piernas y brazos y me tiraban para un costado haciendo que caiga en el agua y me sumerja. Cuando salí en busca de aire miré al borde y estaban Julian y Enzo riéndose, mientras me miraban de arriba. Se sentían de fondo las carcajadas de los chicos.

Rápidamente, se me ocurrió fingir un calambre en la pierna. Hice una mueca de dolor y me sumergí al agua nuevamente, baje hasta hacer pie y me quede ahí por unos segundos aguantando el aire.

Unos cuantos segundos despues sentí como me sacaban del agua. Enzo y Juli  me tenían enganchada de los brazos y de un tirón ya me tenían sentada en el borde de la pileta. Yo empecé a reírme y los empuje al agua, aprovechando que estaban de cuclillas al lado mío. 

—Sos una pelotuda, me asustaste —dijo la Araña cuando salió.

—Que pendeja de mierda, pensé que te habías re muerto —agregó Enzo, sacudiendose el pelo.

—No me jodan más entonces —respondí riéndome y parandome para ir a la reposera nuevamente.

Me acoste en la reposera nuevamente, ahora toda empapada por culpa de los boludos de mis amigos.

—Hola hermosura —senti la voz de Paredes al lado mío.

Abrí los ojos y lo vi acostado en la reposera de al lado mío. Estaba con un short de baño y unos lentes negros, su piel morenita resaltaba a la perfección y sus tatuajes al descubierto le daban un toque especial. El giro su cabeza para verme y sonrió, yo le devolví el gesto y volví a cerrar los ojos.

—Hola ojitos claros —respondí.

—¿Ozuna? —dijo en broma. Yo me rei haciendo que se contagie.

—Sos un tonto.

Nos quedamos en silencio tomando sol. Al rato, Ota pego el grito para que nos sentemos a comer. Almorzamos entre risas y halagos hacia el general por lo rico que estaba el asado. No tardaron en llegar las jarras de Fernet y las botellas de birra. Después del almuerzo ya estábamos todos bastantes entonados.

—Karaoke karaoke karaoke —cantaba el Papu mientras buscaba que cancion pasar.

Todos aceptamos y empezamos a pasar de a grupitos de a 3. Obviamente Juli y Enzo me obligaron a pasar con ellos.

Cuando llego nuestro turno, el Papu puso la canción y le mando play. Empezó a sonar "Con la misma moneda" de Karina la Princesita. Todos empezaron a cantar a coro mientras cantabamos Juli, Enzo y yo, incluso el Kun cantaba a los gritos.

De un tramposo como tu
Que por el día miente tanto
Que prometía serme fiel
Mientras me estaba engañando —canto Juli

De un tramposo como tu
Que aguante por muchos años
Pero un día me cansé
Ahora escucha mi relato —siguió Enzo metiendo pose de diva.

El me beso
Me acarició
Hasta mi alma estremeció
No me acordé jamás de ti
En esa cama fui feliz
Hacia mucho no sentia tanto fuego
Que hasta crei que me quemaba todo el cuerpo —seguí yo.

...

CON LA MISMA MONEDA TE PAGUE INFELIZ, AHORA VAS A SABER, LO QUE ES IR POR AHI. QUE SE RIAN DE TI, QUE SE BURLEN DE TI Y QUE TE HAGAN LA SEÑA CON LOS DEDOS ASI —cantamos todos haciendo los cuernitos con las manos.

VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora