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Pov Aldana

Abrieron la puerta y entró Pablito, totalmente concentrado en unos papeles que tenía en la mano.

—Leo, los chicos de la sub... —se callo cuando levanto la vista,  nos vio a todos nosotros y luego viajo con su mirada a papá —¿Qué carajos hacen? —dijo totalmente confundido y medio sorprendido.

Guido Rodriguez cerró la puerta, por otra parte Messi le sacó los papeles de la mano, y Julian con Enzo lo agarraron de los brazos para arrastrarlo al lado de papá.

—¿QUE HACEN? SUELTENME PENDEJOS —pronunció Pablito ejerciendo fuerza para soltarse del agarre de los chicos.

Con ayuda de Tagliafico y Acuña lo ataron como a papá, entre quejas y amenazas hacia la titularidad de los chicos.

—SUELTENME, NO ESTOY JODIENDO.

—Perdón Pablito, pero sos un rehén más ahora —pronuncié mientras le ponía una mordaza formada por un pañuelo.

Terminamos de armar los grupos de ataque, investigación y defensa. Acuña, Molina, Rulli, Rodriguez y Toro salían primeros a atacar y eliminar a los del equipo contrario para liberar terreno. Tagliafico, Paredes y el Papu iban a buscar información sobre el escondite de los contrarios y posibles estrategias.

Por otro lado, Enzo, Julian y Messi son el segundo grupo de ataque, pero por momento se quedaban con Cuti, Licha y yo, que éramos tercer y último grupo de ataque, a cuidar la bandera.

—Bueno ¿Listos? —pregunte acercándome a la puerta dispuesta para abrirla y dejar salir al primer grupo de ataque, junto al grupo informativo.

—Si —respondieron todos.

—Acuérdense, estamos en contacto —dije apuntando el celular —Y cuando eliminen alguno manden al grupo así ya sabemos —agrege.

Ellos salieron y empezaron con su misión.

Pov Otamendi

Una vez todo organizado con los chicos, salió el primer grupo, que eran De Paul, Thiaguito Almada, Montiel, Foyth y Mc Allister, para ir eliminando a los del equipo Rojo.

Posiblemente sabíamos que Messi o Aldana estarían al mando de su equipo, pero igual habían dudas, ya que ambos tenían porte de Capitánes.

—General, ya eliminaron a De Paul —dijo Pezzela mirando su celular y luego mirándome.

—Pero este boludo no duró ni 5 minutos —dijo el Fideo.

Sentí que me llegaron notificaciones, agarre el celular y eran del grupo.

Sentí que me llegaron notificaciones, agarre el celular y eran del grupo

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No pasaron ni 5 minutos más y llego otro mensaje.

No pasaron ni 5 minutos más y llego otro mensaje

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Deje el celular y empecé a dar vueltas por la cocina. Ya nos habían eliminado dos jugadores y no teníamos una estrategia fija.

—Empiecen a cubrir las entradas de la cocina con sillas y mesas —dije.

Con los chicos empezamos a tapar las entradas de la cocina, dejando al descubierto una de los ventanales no más para la entrada y la salida de nosotros.

—¿Qué hacen? —cuestiono Antonia, la cocinera, entrando a la sala.

—Perdón Antonia, estamos jugando a  captura la bandera, te prometo que después acomodamos todo —dijo Dybala tratando de convencerla.

Ella nos miro pensativa y al final solto mientras nos apuntaba amenazadora.

—No rompan nada, y acomeden todo. No quiero terner problemas después.

—Si Anto, te amamos —dije yo.

Antonia se fue y empezamos a armar el segundo grupo de salida. Dibujo, Armani, Pezzella y Palacios iban a modo combatientes e investigadores. Mientras Fideo, Dybala y yo nos quedábamos cuidando a la bandera improvisada por una camiseta de la AFA azul oscuro.

Ellos salieron a cumplir su misión y a los minutos una notificación llegó a mi celular.

Ellos salieron a cumplir su misión y a los minutos una notificación llegó a mi celular

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Ahora si, tengo a mi mejor soldado en batalla, nada puede fallar.

Pov Aldana

Vi los mensajes en el grupo y suspire, eliminaron a 3 de los chicos en cuestión de segundos. Todos suponíamos que la cabecilla del grupo seria Otamendi o el Dibu, pero seguimos en duda.

Mientras esperábamos información Enzo y Julian, molestaban a Aimar y a papá, quienes se quejaban a través de las mordazas.

Sentimos que abrían la puerta y todos nos dimos vuelta en forma de alerta. Eran Taglia, Lean y el Papu. Estaban agitados y traspirados.

—Dios mio, como... corre el... Dibu —pronunció el Papu con dificultad, gracias a la falta de aire.

—¿Qué pasó? —preguntó Juli un poco impaciente.

—Nos cruzamos al Dibu en el piso de arriba y tuvimos que correr hasta perderlo de vista —explicó Tlagiafico sentado en el piso.

—Nos hizo correr re sarpado ese conchudo, tiene cara de que si te atrapa te da 20 apuñaladas —dijo Lean sentándose a la par de Taglia.

—¿Consiguieron información? —pregunte yo.

—Si, su escondite es la cocina —respondio el Papu.

—Bien.

Sonaron nuestros teléfonos, indicando nuevas notificaciones. Eran mensajes del grupo nuevamente.

 Eran mensajes del grupo nuevamente

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Mierda. Mierda. Mierda.

Dibu elimino por completo a mi primer grupo de ataque, aparentemente él solo. Iba a ser una batalla difícil, sin duda alguna.

VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora