VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETA

21

—¿Tenes todo? —preguntó papá apurado.

—Si pa —conteste sacando las valijas de mi habitación en la AFA.

—¿Tantas valijas vas a llevar? —preguntó y yo lo mire seria, solo eran 2 valijas grandes y mi mochila —Bueno ya esta, no importa, movete nena.

Cerré la puerta del cuarto y nos dirigimos al ascensor, metimos todo y papá me hizo bajar por las escaleras porque no entrábamos.

Para poner todo un poco más en contexto. Estábamos por viajar a Qatar. Los días proximos, después de la juntada en la casa de Ota, fueron un poco intensos, en todos los sentidos.

Todos estábamos eufóricos de más, las emociones estaban a flor de piel, el mundial es algo muy importante y más para los Argentinos que lo vivimos con tanta pasión, todos queríamos ver a los chicos levantar la del Mundo.

Papá estaba muy exigente en los entrenamientos. El equipo tuvo un par de amistosos y su nivel era demasiado bueno. Por otra parte, los medios y las redes estaban más picantes que nunca. Obviamente se hablaba del mundial, los chicos, el nivel de ellos, especulaciones sobre los equipos rivales y demás, pero también ya habían rumores sobre Leo y sobre mi. La polémica exploto después de la foto que subió él a su insta, empezó en Twitter y terminó en los programas de chimento, de momento solo eran rumores. Papá se entero al respecto y casi nos mata a ambos, pero al final se tranquilizo y termino todo bien. Todavía no somos nada oficial, pero se va encaminado a eso, después de que los chicos se enteraran esa tarde, todo empezó a fluir más tranquilo. Lean empezó a despertar sentimientos en mi y cada vez eran más fuertes, al principio admito que era atracción física no más, pero ahora siento esa conexión de la que tanto se habla cuando encontras a tu persona especial. Por otra parte, Lean tenía planeado presentarme a sus hijos en Qatar, y eso me tenia bastante inquieta.

—¿Nerviosa? —preguntó Aimar apareciendo en mi campo visual.

—No dormí casi nada, papá está peor que yo, casi que se caga encima, los chicos no me quiero ni imaginar, y supongo que vos también payasito —respondí riendo. El arrugó levemente sus cejas y me sonrió.

—Hace mucho no me decis así —dijo refiriéndose a su apodo futbolistico. Yo sonreí y asentí.

—Me acuerdo que cuando era chica amaba decirte así, siempre fuiste mi tío postizo favorito Pablito —él sonrió grande y me abrazo para darme un beso en la frente.

Nos separamos y vi a papá renegar para sacar las cosas del ascensor, me acerque riéndome y lo ayude. Agarre mis valijas y me dirigí al micro que nos iba a llevar al aeropuerto. Los chicos ya estaban arriba, me acerque al deposito del micro y dejé mis cosas para que las guarden.

Me subí y empecé a buscar un lugar. No hacía falta decir que ya todo era un desastre, sonaba Pibes Chorros en un parlante y los chicos cantaban a los gritos.

—ARIEL, ESTOS SON MAS CHORROS QUE VOS —le dijo Enzo al General.

—MAMÁ CHORRA, TENES RAZON —respondió Ota y empezaron a bailar al ritmo de la cumbia.

Pase de largo para el fondo y lo vi a Messi con Julian y Di Maria tomando mate mientras reían, me acerque y me sente con ellos.

—EH CHICOS, NO ESTAMOS EN UN VIAJE DE EGRESADOS, SIENTENSE BIEN —grito papá mientras caminaba por el pasillo del micro —DALE PENDEJO, DEJA DE BAILAR Y VOS APAGA ESO MC ALLISTER —le dijo a Enzo y a Alexis que llevaba el parlante —EMILIANO BAJATE DE AHI YA —se dirigió al Dibu que estaba parado en los asientos intentando subirse al porta equipaje de mano —Dios, me va a agarrar una ACV con ustedes algún día.

—ORTIVA, ORTIVA, ORTIVA —empezaron a cantar todos.

Después de que papá logrará calmarlos y hacer que se sienten como corresponde, el micro arranco para el aeropuerto de Ezeiza, era un viaje de 10 minutos no más. Yo me iba en el vuelo de los familiares, ya que no podía viajar con el equipo.

El aeropuerto estaba lleno de hinchas que venían a despedirse del equipo, la entrada estaba vallada y estaba lleno de policías y personal de seguridad. Los chicos empezaron a bajar y agarrar su valijas para entrar al aeropuerto, yo baje detrás de ellos y por último bajo el cuerpo técnico. Estaba lleno de periodistas y camarografos sacando fotos e intentando conseguir alguna nota. El Chiqui Tapia estaba en la entrada recibiendonos a todos, mientras íbamos pasando, el personal de seguridad nos indicaron ir hasta una sala de espera donde se encontraban las familias. Cuando entre me encontré con todos, cada uno de los chicos estaba con su familia.

Viaje mi mirada por toda la habitacion, y encontré a mi hermanos y a Elisa. Sonreí y me acerque a ellos. Despues de abrazarnos y saludarnos llego papá y repitió la acción anterior.

—¿Cómo estas? —le pregunto Eli sonriendo.

—Bien, tranquilo —respondió él haciendo el típico "puchero" y pasándose la mano por la cara como cuando está nervioso.

—Mentira, esta cagado en las patas, solo que se hace el duro —me metí yo riendo.

—Callate nena, tengo que mantener un perfil —dijo él y reímos los 3.

Papá se fue a resolver un par de asuntos, mis hermanos corrían de acá para allá con algunos de los hijos de los chicos, y Elisa y yo charlábamos mientras tanto.

—¡EQUIPO, FAMILIAS! —grito Tapia llamando nuestra atención —Bueno, primero que nada, quería empezar felicitando a todos los convocados para este Mundial en Qatar 2022, y también a sus familias. Por otra parte también agradecer su esfuerzo por defender la albiceleste todos los dias con tantas ganas y pasión. Les deseo un excelente viaje y un excelente Mundial y ojalá podamos traer la copa tan deseada por todos y cada uno de los Argentinos —finalizó y todos aplaudimos. El vuelo de las familias ya estaba por salir, espere a que los chicos se despidan bien de sus familias y me acerque a ellos, formando una rondita.

—Bueno, no soy muy de los discursos y a veces me pongo tan nerviosa en esto que me trabo. Pero quería decirles unas palabras antes de ir por esto tan grande que se les aproxima... Se que están nerviosos y quizás hasta sienten miedo pero sepan que no están solos, que hay 45 millones de argentinos que los vamos a estar alentando hasta lo último, pase lo que pase. Dejen todo de ustedes, luchenla hasta el final, sean unos guerreros, salgan a matar como siempre que estoy segura de que se les va a dar y vamos a volver con la Copa. Confío y tengo mucha fe en ustedes, todos juntos siempre. Los amo mucho y nos vemos allá —el Papu grito abrazo grupal y terminamos en eso mientras saltabamos todos.

Me despedí de todos con un abrazo por separado, cuando llegue a Lean me dio un beso y un abrazo. Por ultimo fui y salude al cuerpo tecnico y le di un abrazo a papá. Salí de la sala de espera y me acerque a dejar las valijas para luego abordar el avión. Cuando subí ya estaban casi todos acomodados, salude a algunas de las chicas y familiares de los chicos que conocía y me acomode en mi asiento, puse mi mochila en el porta equipaje de mano y después me acomode bien para ponerme los auriculares y apretar aleatorio en Spotify.

Irónicamente empezó a sonar "Waka Waka" de Shakira. Me rei yo sola y sentí un empujón en mi brazo, era Elisa que me miraba atenta, yo negué con la cabeza y volví mi vista a la ventanilla del avión mientras se escuchaba por el auricular "va a comenzar la única justa de las batallas".

Elijo creer. Siempre elijo creer.