VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETA

14

—Me aburroooo —dije tirándome al sillón de la sala de juegos.

Luego de almorzar, vinimos todos acá, algunos de los chicos estaban tomando mate y jugando al truco como siempre y otro estaban jugando con las máquinas y juegos de la sala.

—No somos payasos —dijo Toro.

—Que ortiva que sos, naciste asi, con la gorra puesta —le respondí.

—¿Qué queres hacer Scalo? —preguntó el Messias concentrado en sus cartas.

—No se, algo más divertido. Ustedes se la pasan jugando al truco.

—Bueno, propone algo —dijo Otamendi.

—Podríamos jugar a las escondidas... O NOO, ALGO MEJOR —dije yo mientras me frotaba las manos y sonreia.

—A ver, ¿Qué cosa? —preguntó Juli mientras tomaban un mate.

—Captura la bandera.

—Eu siii —dijo Juli.

—Mi momento a llegado —dijo el Cuti parándose y haciendo pose de soldado.

—Ni idea como se juega, pero si hay que pelear, yo peleo y saco mi lado villa —respondió Enzo haciéndome reír.

Empecé a explicarles las reglas del juego y ellos se coparon diciendo que si. Tuvimos que improvisar un poco respecto a las banderas y en la forma de distinguir y eliminar a los del equipo contrario. Cada uno llevaria una prenda del color de su equipo enganchada en la parte trasera de su pantalon o short y tratar que los del equipo contrario no se las quite, ya que si no quedarian eliminados.

Empezamos a armar los grupos por sorteo y quedamos así...

Equipo Rojo: Rulli, Molina, Cuti, Licha, Acuña, Tagliafico, Paredes, Enzo, Rodriguez, Papu, Julian, Toro, Messi y yo.

Equipo Azul: Dibu, Armani, Otamendi, Foyth, Montiel, Pezzella, De Paul, Exe Palacios, Mc Allister, Di Maria, Dybala, Almada.

Cuando armamos los grupos, pactamos 15 minutos de organización y con mi equipo nos dirigimos a mi pieza.

—Bueno, necesitamos una bandera ¿opciones? —dije mientras buscaba una remera roja y enganchaba una bandana del mismo color en mi short deportivo.

—Una tanga tuya —respondió el Cuti y recibió un golpe por parte de Julian, provocando la risa del Papu.

—Tengo la camiseta del Benfica —dijo Enzo.

—Sisi, va a servir —dijo Tagliafico.

Enzo fue a traer la camiseta y los demás, incluyendome nos fuimos a cambiar con prendas rojas. No tardamos más de 5 minutos. Una vez estando todos en el cuarto nuevamente, agarre un trípode y ate la camiseta del Benfica en el. Luego agarre un labial rojo y me forme dos líneas en cada cachete de la cara.

—Yo quierooo —dijo el Messias.

—Uy yo tambien —dijo el Cuti. Termine pintandoles a todos la cara, ya que pidieron.

—Necesitamos un fuerte —dije.

—Yo soy fuerte —dijo el Papu flexionando el brazo y haciendo fuerza.

—No está hablando de fuerza tarado, está hablando de una guarida para nuestra bandera —contestó Acuña.

—Exacto.

—¿La cocina? —propuso Licha.

—Neh, muy obvio. Tiene que ser un lugar medio "prohibido" —dijo Tagliafico. De repente intercambiamos miradas entre todos y pronunciamos a la vez.

—La oficina de Scaloni.

Mire mi celular y quedaban 5 minutos de la tregua de paz, antes de arrancar con la guerra.

Con los chicos agarramos todo, y empezamos a correr para la oficina de papá. Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la parte de recepción,la pasamos y fuimos a el sector de oficinas. Corrimos y entramos sin golpear ni nada.

—Che che ¿qué hacen acá? —nos freno papá mientras se paraba —¿Y qué hacen vestidos así?

—Comandante —dijo el Cuti mirandome mientras hacía pose de soldado —Se termino el tiempo de tregua.

—Muy bien soldado, que empiece la guerra —dije yo — Pa, estamos acá, tomando tu oficina como terreno rojo —pronuncié mirando a papá.

—¿De qué hablan? Dios, salgan de mi oficina pedazo de esquizofrenicos —respondió él.

—No arruines el clima de guerra, estamos jugando a captura a la bandera y tu oficina es terreno sagrado —explicó el Messias.

—SALGAN YA DE MI OFICINA —dijo papá.

—No —respondió Lean mientras subía el trípode con la bandera al escritorio.

—LES ESTOY HABLANDO ENSERIÓ —dijo papá.

—Soldados, tómenlo de rehén. No va a dar brazo a torcer y ya estamos en batalla como para buscar otro fuerte —dije.

Rulli y Toro lo agarraron de los brazos, lo sentaron y lo ataron con unas sogas que habíamos traído del gimnasio por sí necesitábamos torturar a algún rehén del equipo contrario.

—¿QUÉ CARAJO HACEN? DESATENME. ALDANA TE VOY A MATAR —se quejo papá.

—Perdón Scalo, pero queremos este triunfo —dijo el Papu mientras le ponía una mordaza.

—Mandaron mensajes al grupo —informó Nahu Molina mirando su celular. Todos sacamos nuestro celular y empezamos a leer.

Dejamos los celulares a un lado y preparamos todo para salir a cazar. Pero justo antes de armar los grupos de combate y ver quienes quedaban a cuidar la bandera, golpearon la puerta de la oficina de papá.