33

1.5K 115 12
                                    

Entre a la habitación totalmente apurada, recién terminábamos de desayunar y ya salíamos para la excursión en el desierto.

—La concha de la lora —exclame cuando vi mi ropa interior manchada con sangre, al momento de hacer mis necesidades.

Me desvesti rápido y entre a la ducha. Cuando salí, agarre el outfit que había elegido para la ocasión. Me puse un short de jean junto a la ropa interior y  la toalla higiénica, despues un top negro y por último zapatillas. Agarre un Totebag donde había puesto un par de cosas importantes, como protector solar un turbante clasico Qatari que habia comprado, unos lentes y lo demás. Me peine, me maquille rápido y salí.

Cerre la habitación y me dirigí a las combis, que estaban preparadas esperándonos para trasladar a todos a donde partíamos en camionetas para adentrarnos al desierto.

Los pibes estaban como siempre haciendo quilombo. Mi humor hoy no era el mejor así que pasé de largo por todo el pasillo, caminando hacia las chicas que estaban riéndose de sus parejas.

—Que carita de culoo —dijo el Cuti cuando pase por al lado de él. Lo mire seria y seguí mi camino mientras escuchaba los "uh" de los chicos.

—¿Qué pasa?¿Estas bien? —me dijo Lean agarrándome de la muñeca desde su asiento. Yo hice un puchero y me terminé sentando arriba de él haciéndome una bolita —Ey ¿que pasa amor? —me susurro.

—Estoy menstruando y me duelen los ovarios —dije directamente, quejándome mientra me ponía un brazo en la panza.

—Ah —exclamó Lean —A ver déjame salir —dijo después de unos segundos mientras se intentaba levantar — Ahora vuelvo, espérame —dijo mientras yo me acomodaba en el asiento de al lado y él desaparecía por el pasillo.

Al cabo de unos segundos volvió con una pastilla en la mano y una botella de agua.

—Tomate esto, es Ibuevanol, me lo dieron las chicas —se sentó y me paso el medicamento.

Yo solté un puchero, mis primeros dos días del periodo hacían que mis emociones sean una montaña rusa y los dolores menstruales sean terribles, ahora tenía ganas de llorar y comerme a besos a Leandro.

—Te amo —dije conteniendo las lagrimas y dándole un beso. Me acomode y agarre la pastilla para tomarla.

—¿Qué tomas? —dijo Otamendi apareciendo apoyado en el respaldo de adelanté.

—Ibuevanol —respondí mirándolo.

—¿Para qué es? —preguntó nuevamente poniéndome impaciente.

—Dolores menstruales —respondí.

—¿Te sangra la vagina? —exclamó el Papu apareciendo en el otro respaldo, al lado de Ota.

—¡ALEJANDRO! —grite retandolo mientras que Leandro le pegaba un manotazo.

Después de un rato llegamos al inicio del desierto, donde nos esperaban los 4x4.

Okey chicos, vamos a repartirnos en las camionetas, yo voy a ir guiandolos en el de adelante y los demás me siguen. La excursión consiste en paseo en vehículos 4x4, vamos a pasar por las tribus desérticas donde nos vamos a poder tomar un café o un té Qatari, de ahí también se puede dar un paseo en Camello o un paseo extremo en cuatriciclos donde van a presenciar un circuito y pueden hacer carreras o andar libremente. Para los que les gusta el Surf, hay Sand Board en el mar interno, si quiene dar un paseo en las alturas hay parapente y muchisimas actividades más de las cuales podrán disfrutar. Bueno ¿Alguna duda? —hablo el guía dando indicaciones y explicando la excursión en inglés, todos negamos ante la última pregunta.

VEINTISÉIS +1 // LA SCALONETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora