(Francisca Valenzuela)
ALEX
El corazón ya ha dejado de golpearme el pecho cuando cruzamos el umbral de la puerta. Soy consciente que estoy a muchos metros del nivel del suelo, pero sostener mis pies sobre una superficie dura me tranquiliza un poco.
Lo primero que veo al entrar es lo amplio que es el departamento de Max. La sala, el comedor y la cocina están en un solo espacio abierto, de paredes blancas y desprovistas de algun tipo de decoración hogareña.
Un enorme televisor con la pantalla encendida muestra un personaje de un videojuego moviéndose por un mapa que conozco muy bien, en el sofá, un chico con unos enormes audífonos mueve a su personaje que salta y dispara por todos lados.
—¡No! ¡Por la izquierda! ¡Tú, por la derecha! —grita el chico del sofá—. ¡Por tu otra derecha, imbécil!
—No me dijiste que vivías con alguien —murmuro a Max que deja sus llaves colgadas en un llavero junto a la puerta.
—No seas tonta, no podría pagar un lugar como este por mi cuenta —susurra en mi oído—. Eres muy lista para algunas cosas, pero para otras no tanto, cerebrito.
—¡Necesito munición! —Sigue gritando el chico—. ¡Ahí! Dropéalo ahí! ¡Ahí noooo! Pero que grupo más idiota.
—Debiste decírmelo. —Sigo a Max hasta el interior, camino hacia una puerta que parece ser su habitación—. No me gusta la gente.
—¿De verdad? —cuestiona con sarcasmo—. Bastante bien que hablas conmigo.
—Porque te estoy usando.
Max se lleva una mano al pecho fingiendo sentirse herido.
—Por favor, no rompas mi corazón.
Le hago un mohín a su sonrisita divertida.
—¡Hey! ¡Borja! —El chico se gira de golpe quitándose los audífonos. Su personaje es acribillado en el acto desapareciendo del mapa y volviendo a aparecer en otro lugar—. Esta es Álex. Álex, él es Borja, mi compañero de piso.
—Amigo. Se dice amigo, puto desagradecido —corrige el chico intentando poner una mueca de enfado tras su sonrisa. Posa su atención en mí y doy un paso atrás de forma instintiva, chocándome con el cuerpo de Max—. ¡Hola!
Deja el control sobre el sofá y camina hacia nosotros con una enorme sonrisa.
—Borja Zegers a tu servicio. —Me toma de los hombros y deja un beso en mi mejilla.
Me quedo pasmada en mi sitio mientras él me observa con atención.
—Álex —musita.
—Lindo nombre. —Sonríe Borja. Mira a Max y frunce el ceño—. No sueles llegar tan tarde y menos con chicas agradables, ¿De dónde se conocen?
—Estamos trabajando en algo juntos —responde Max pasando un brazo por mis hombros atrayéndome hacia él.
—¿También estudias música? —pregunta interesado.
Sus ojos grises se abren mucho al hablar. Y la sonrisa parece contradecirse con la actitud malhumorada que tenía hace un rato al jugar Arc of Orion. Su cabello rubio desordenado le da un aspecto más juvenil del que debe tener.
—No... yo...
—No es algo de la universidad, es... algo diferente.
La forma en que lo dice deja entrever que nos estamos enrollando. Borja amplía su sonrisa divertida y clava sus ojos en mí.
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[1] En tus manos©
Teen FictionMax lo tiene todo en la vida. Su propia banda, muchos amigos, popularidad y mujeres. Sin embargo, un video sexual que se hace viral, lo forzará a buscar ayuda en una misteriosa hacker y evitar perder todo lo que ha conseguido. Alex necesita ayuda...