[1] En tus manos©

🎤 46. En tus manos

(Casino)
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Último capitulo.

La canción de arriba es la que le dio el nombre a esta historia.

Espero que hayan disfrutado tanto al leer, como yo al escribir.
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ALEX

Llevo varios minutos mirando por la ventana de mi habitación. Ya tengo mis cosas listas, la ropa ordenada, mi notebook guardado y todas las cosas que acumulé este último tiempo, resguardadas en la caja que me llevaré.

Ya me he despedido de todos con anticipación. Siguen sin gustarme las despedidas ni las relaciones sociales, pero para mi sorpresa, me llevo valiosas lecciones y recuerdos de varias personas. 

Diría que hice algunos amigos, pero no voy a mentir, sé que con muchas hablaré a diario, y luego un poco menos hasta que finalmente no nos hablemos más. No hay nada de malo en ello, las personas entran y salen de tu vida por distintos motivos, lo importante es luchar por aquellas que quieras mantener cerca de ti.

—¿Todo listo? —pregunta mi hermano desde el umbral de la puerta.

Me giro y asiento sin decir nada más. Él carga con una caja de recuerdos que me llevo y mi maleta, mientras que yo cuelgo la mochila en el hombro. Le doy un último vistazo a la habitación y salgo dejando esta parte de mi vida atrás.

Nos subimos al auto y Sebastian me habla de todas las cosas que han pasado que no me ha contado en estos meses, había intentado mantenerme alejada de todo lo que ocurría para darme tiempo de tranquilidad. Como era de esperarse, mi madre dejó de ser la rectora de la universidad, pero siguió en el partido político. Sigue sacando beneficios de sus múltiples amistades y manejando desde las sombras a todos los demás, mientras se oculta en casa esperando que se olviden de todo. No me importa, no puedes derrumbar un edificio solo dándole patadas. Más que querer destruirlo es mejor evitar que los demás quieran ir ahí. 

Julian fue acusado de abuso, amenazas, acoso y un montón de etc. que salieron poco a poco cuando muchas personas se decidieron a hablar. Pero como el niño rico que es, su padre pagó la fianza y lo mandó fuera del país durante un tiempo. Espero que le vaya tan bien que decida no volver.

Y los demás... no necesita contármelo. He estado al tanto de sus vidas cada día que he pasado lejos de ellos.

—¿Estás nerviosa? —pregunta, sonriéndome mientras conduce.

—Claro que no —miento, desviando la mirada—, más bien ansiosa de volver a la normalidad.

—Admite que disfrutaste estar en ese lugar, se te nota.

—Pfff... Solo el recuerdo de lo mal que lo pasé evitara que quiera volver ahí.

Ambos reímos, porque él sabe que fue una experiencia necesaria y lo disfruté, pero también sabe que no volvería a ese lugar por nada del mundo.

—¿Tienes los boletos? —pregunto cuando entramos a la ciudad.

—¿Crees que me olvidaría de algo así? —cuestiona—. No has dejado de repetírmelo.

—Solo... quería hacer algo especial.

—¿Ya ves? ¡Ahora eres toda una chica romántica!

—¡No lo soy!

—Claro que lo eres, y está bien Álex. No seas idiota por favor —se burla.

Me cruzo de brazos y no digo nada más hasta que llegamos al recinto donde Apolo 77 presentará su disco debut, y su primer día en la gira que están por comenzar.