(Cristina y Los subterráneos)
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Este extra se sitúa entre el último cápitulo y el epílogo. No lo lean a menos que hayan terminado la historia o se perderá la magia. Va con +18 así que ojo donde lo leen, pillinas.
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ALEX
—...y en el último mes hemos registrado un aumento del 14% de jugadores nuevos, de ellos, el 3% se suscribieron a la versión de pago del juego y los jugadores antiguos han tenido buenas críticas de los cambios implementados. A pesar de tu miedo inicial, muy pocos se han dado de baja del registro por...
—Seb, ¿Por qué insistes en darme cuenta de todas estas cosas? —interrumpo, cuando su voz empieza a sonarme soporífera.
—Porque sigues siendo la...
—Solo porque tú insististe. —Me adelanto antes que saque el cargo que me han dejado en la empresa, el cual detesto.
—Si no tenías un cargo en el directorio, no podrías recibir tu porcentaje de las utilidades.
—Y no lo necesito.
—Álex, si insistes en no hacer nada con tu vida, mi deber es asegurarme de que tengas los recursos necesarios para...
—¿No hacer nada con mi vida? —cuestiono. Dejo de prestar atención al juego en el celular, para mirarlo con desafío.
Sebastian ha estado más sobre protector de lo normal, y esa intensidad me está agobiando un poco.
Ya es difícil tener que vivir con él, ocupar un mismo espacio como hace unos años cuando estábamos en casa y las cosas eran muy diferentes.
Él ha cambiado y yo he cambiado, pero no estoy segura de que estas nuevas versiones nuestras puedan convivir como dos buenos hermanos sin agobiarse el uno al otro.
—No quise decir eso. Sé que aun estás retomando tu vida y eso está bien, pero...
—...pero, encargarme de una compañía, aunque sea de videojuegos, no está en mis planes —interrumpo otra vez antes que se ponga en plan hermano mayor—. Por eso dejé todo a cargo de ustedes, creí que tú y Borja lo estaban llevando bien.
Sebastian me sostiene la mirada durante largo rato. Abre y cierra la boca varias veces, pero, finalmente, no dice nada.
—Encontraré algo que encaje conmigo, Seb. No tienes que seguir preocupándote por mí.
—Eres mi hermanita.
—Uggh, por favor no vuelvas a decir eso, solo nos llevamos por 2 años.
Asiente y se marcha a la cocina a preparar el almuerzo. Yo sigo con el videojuego en el celular, pendiente de las actualizaciones que está haciendo Borja a la estética del Arc of Orion, cuando un mensaje de Max aparece en la parte alta de la pantalla.
Mi sonrisa aparece en el preciso instante en que leo el nombre con el que lo tengo agendado. Es un acto reflejo, involuntario, una respuesta de mi cuerpo cada vez que en mi pantalla aparece «Megamax»
Megamax: Buenos días, cerebrito.
¿Cómo estás hoy?Yo: ¿Buenos días?
Casi es la hora de almuerzo.
Megamax: Escribí este mensaje en la mañana antes del ensayo
y recién noté que no le di a «enviar».
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[1] En tus manos©
Teen FictionMax lo tiene todo en la vida. Su propia banda, muchos amigos, popularidad y mujeres. Sin embargo, un video sexual que se hace viral, lo forzará a buscar ayuda en una misteriosa hacker y evitar perder todo lo que ha conseguido. Alex necesita ayuda...