🎤 24. Subtítulos

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(Lasso ft Danna Paola)

ÁLEX

Max duerme tranquilamente a mi lado, mientras yo sigo sin pegar un ojo. Creo que no se ha dado cuenta de que estaba media colocada cuando llegó. Digo «media», porque solo me he tomado la mitad de una pastilla y eso fue hace horas. Hoy tenía que ir a casa de mi madre por el acuerdo con el juez, y estaba segura de que no sobreviviría las 3 horas completas sin algo de ayuda.

No sé cuándo tendré una nueva oportunidad de comprar más y necesito esto para afrontar estos sábados de tortura. Ella tampoco se ha dado cuenta. Es más, incluso me dijo que estaba más como antes. 

Como antes, ósea, más feliz.

De haber sabido que vería a Max este fin de semana, no lo hubiese hecho. Sé que no le gustan este tipo de cosas porque es un chico bueno, por mucho que se esfuerce en demostrar lo contrario.

Por lo visto también es obstinado y decidió buscarme de todas maneras. Debí ignorar el citófono, pero no supe lo que estaba haciendo hasta que oí la angustia en su voz y contra todas mis barreras, lo dejé subir, abriéndole otra ventana a mi oscura vida.

Nome arrepiento. El sexo, uffff, estuvo increíble. Ya casi no siento los efectos de la MDMA, pero el hecho que ahora mismo esté hablando conmigo mentalmente, es suficiente para creer que aún debe quedar algún residuo. Y el sexo con Max bajo estos efectos fue impresionante.

Espero que no se entere, no podría soportar ver su mirada de decepción nuevamente si lo supiera.

Es tan guapo. 

Su rostro es casi perfecto, incluso dormido. Su piel es lisa y no tiene marcas de ningún tipo, a excepción de un lunar bajo su ojo izquierdo. Alguna vez escuché a alguien decir que la posición de los lunares en el cuerpo marca tu destino, y bajo el ojo significa muchas lágrimas.

Me pregunto si es verdad. Aún recuerdo el día que lo vi llorar por la amenaza de Sabrina, el temor de verse expuesto y juzgado.

¿Qué otros secretos escondes Megamax? ¿A que le tienes tanto miedo?

Acaricio su brazo, repasando las líneas del tatuaje de serpiente que lleva en el brazo. Sigo el movimiento de mis dedos en su piel, trazando las marcas de tinta. No se inmuta. Sigue durmiendo muy tranquilamente en un sueño profundo.

Quisiera despertarlo.

Que abra sus hermosos ojos castaños y que esos labios carnosos me besen hasta dejarme inconsciente y dormida junto a él.

Pero siempre parece tan cansado y estresado que me gusta mirarlo cuando duerme, porque es el único momento en el que su rostro se relaja y no está constantemente con esa sensación de alerta a su alrededor. 

Alargo mi mano y paso mis dedos sutilmente por sus labios, provocando que se remueva y frunza la nariz. Reprimo una sonrisa al ver su gesto. Me hace gracia. Ya he notado que tiene el sueño muy pesado, no es la primera vez que me paso horas mirándolo sin que él se dé cuenta.

No solo lo observo en sus fotos, ahora que lo tengo a mi alcance, repaso cada centímetro de él cada vez que puedo. Está mal, lo sé, pero no puedo evitarlo. Max es una obsesión para la vista. 

Lo observo y lo acaricio tanto, que he notado las cicatrices que esconde tras varios de sus tatuajes. Me intriga.

Me atrae saber los motivos de cada una de ellas, por qué lo oculta, por qué teme que lo toquen en ciertas partes del cuerpo, por qué hace todo lo que hace. Por qué miente, por qué engaña a todos sus cercanos, por qué finge ser una persona diferente dependiendo de con quien está.

[1] En tus manos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora