🎤 23. Mientes tan bien

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(Sin bandera)

MAX

Si hay algo mejor que tener sexo después de una presentación, es tenerlo con Álex.

Es atrevida, desinhibida y demasiado sexy. Ahora que la conocen, a mis compañeros de banda nos les importa quedarse fuera en el pub un rato, mientras yo desato mi adrenalina con ella al bajar del escenario.

Durante la semana, nos vemos en las mañanas en el café de siempre para desayunar juntos. A diferencia de antes, ahora come un poco más, pero sigue siendo deficiente para mi gusto. La acompaño a su facultad, luego la dejo en su departamento y me marcho a casa. 

Las cosas no han cambiado en la universidad, es como si siguiéramos fingiendo estar en una relación, la única diferencia es que cuando llega el fin de semana, entre nosotros las cosas se ponen más intensas y nos dejamos llevar donde sea que nos encontremos. En el galpón, su camioneta o en el baño del pub. Nada nos detiene.

Sin embargo, por más que he intentado que Álex vaya a mi departamento para pasar la noche juntos, siempre lo evita. Entiendo que tenga miedo a las alturas, pero ya ha estado antes ahí y podría volver a estarlo el tiempo suficiente si se acostumbra, pero estoy seguro de que no es eso lo que la detiene.

Soy yo.

Es decir, Max Campbell.

Álex no quiere estar conmigo en la universidad, porque soy una persona diferente. No es Max quien le atrae. Es el otro, el cantante de rock.

La observo mientras escucha música con los ojos cerrados con la espalda apoyada en un árbol, murmurando la letra de la canción que sale de sus enormes audífonos.

—Ven conmigo —susurro, acariciando su mejilla. Abre los ojos y mueve el audífono del lado izquierdo para prestarme atención—. Falta mucho para el sábado y quiero estar contigo. Vamos a mi casa esta noche.

—No puedo. Tengo que estudiar y entregar...

—Ya. Entiendo, se cuál es mi limite. Anotado. —Me incorporo algo irritado—. No necesitas inventarte tantas escusas.

—No son escusas, supuse que al estar en la universidad entenderías que tenemos mucho trabajo que hacer. ¿No estás preparando tu presentación para la exposición de invierno?

—Sí, pero aun así encuentro la forma de pasar tiempo contigo. ¿No soy yo quien viene aquí cada tarde?

—No te lo he pedido —murmura.

—No, pero lo hago de todas formas porque te...

Los ojos de Álex se amplían y yo cierro la boca. 

Ni yo estoy muy seguro de lo que estuve a punto de decir, porque estoy cansado, estresado y mi boca suele jugarme sucio soltando las cosas que siento sin pasar por el filtro de mi cerebro.

Así que evito los pensamientos y me olvido de aquello.

—Álex. Entiendo que solo estemos pasando el rato, pero tú sabes mucho sobre mí y yo casi no sé nada de ti. No me dejas entrar a tu departamento, no quieres ir al mío, y mientras estamos en la universidad, siempre estamos ocultándonos.

—No te lo tomes a mal Max. No es que te estoy ocultando es que...

—¿Qué?

—Es para protegerte.

—¿De tu ex? No le tengo miedo a ese imbécil.

—No es por él.

—¿Entonces quién?

[1] En tus manos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora