🎤 34. Besos de mentira

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(De Saloon)

MAX

Detesto este tipo de eventos. De salones amplios, trajes elegantes y espumante caro en bandejas que meseros hábiles pasean de un lado a otro. Como si mis propios recuerdos no me hubiesen tenido con una semana de mierda, ahora tengo que soportar las sonrisas y palabras sentidas de un montón de desconocidos.

Aunque inicialmente estaba decidido a hacer esto, con el correr de los días me estaba arrepintiendo y no fue hasta último momento en que, sin pensar mucho lo que hacía, le pedí a Borja que me prestara nuevamente su traje y me acompañara.

Él como siempre, lo hizo sin cuestionar.

Solo le di pinceladas de la mala relación que tenía con mi padre, sin entrar en detalles macabros de lo que había vivido. Ya no valía la pena mencionarlo.

En un rincón, alejado del resto de los invitados, estoy pegado a la pared con Borja a mi lado, quien sostiene una copa de espumante.

—Deberías tomarte algo, para relajarte al menos. —Me ofrece la copa que no ha tocado.

—Podría ser... —murmuro sin prestarle mucha atención.

Estoy más pendiente de mirar a los invitados tratando de identificar un rostro conocido, pero no la veo.

La madre de Álex, Amanda O'Ryan, está hablando con algunas personas al otro extremo del salón. He llegado hace unos 30 minutos y la he evitado a toda costa temiendo cometer alguna locura. Es una de las organizadoras del evento, junto al padre de Julian y otras 3 personas más que no sé quiénes son.

Por un momento creí que Álex estaría aquí, acompañando a su madre, pero me equivoqué.

—Quizás debería irme —digo, mirando a Borja—. Esta fue una mala idea.

—Si no te sientes cómodo, entonces vámonos. No estás obligado a quedarte.

Asiento, de acuerdo con él.

Me muevo camino a la salida para escapar sin ser visto, justo en el momento en que veo a Julian entrar con una mujer junto a él.

De haber estado más distraído, hubiese pasado junto a ellos sin reconocerla, pero de algún modo, es mi cuerpo quien registra su presencia antes que mi estresado cerebro pueda hacerlo por completo.

Me quedo paralizado al verla y retrocedo varios pasos, escondiéndome detrás de Borja.

Álex lleva un vestido verde oscuro con decoraciones en dorado. Los tacones la hacen ver varios centímetros más alta y su cabello liso y brillante, recogido en un moño formal, nada propio de ella. Su maquillaje es excesivamente recargado, haciéndola parecer más adulta y diferente de lo que estoy acostumbrado.

Camina con una sonrisa ancha, como si estuviese contenta de ser la exhibición de Julian que la pasea frente a todos como el más grande de los trofeos.

—¿Es...? ¿Ella es...? —Borja, balbucea sin poder asimilar lo que ve.

—Lo es —respondo sin aliento.

Mi amigo me mira con una mueca de lástima imposible de ocultar. Él sigue creyendo que Álex y yo hemos dejado de vernos, y que encontrarla aquí, de la mano de otro hombre debe ser chocante para mí.

Y no tiene idea de cuánto.

Ambos están de espaldas, hablando con unos hombres entre los invitados mientras Julian la sostiene por la cintura de forma posesiva. Los cuatro ríen de algo que ha dicho uno de los hombres y él se inclina hacia ella juntando sus labios a vista y paciencia de todo el mundo.

[1] En tus manos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora