🎤 17. Tormenta

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(Alex Anwandter)

Actualización doble 1/2

MAX

Al despertar, Álex ya no está a mi lado.

No sé en qué momento se fue. Gran parte de la noche fui consciente de su respiración en mi oído, el calor de su cuerpo y el peso de mi brazo rodeando su cintura. 

¿Cómo no iba a hacerlo? Si cada vez que tocaba su piel, me nacían unas ganas irrefrenables de volver a besar sus labios, pero al verla dormir tan tranquila, lo único que podía hacer era mirarla en esa posición hasta que no pudiese mantener los ojos abiertos.

En algún momento, el sueño me dejó aturdido y no desperté cuando ella decidió tomar sus cosas y salir sin decir adiós. De no ser porque seguía estando desnudo en el sofá, pensaría que todo había sido un absurdo sueño. O más bien una pesadilla que me atormentaría cada segundo del día.

Lucas y Dani llegaron luego de una hora. Yo ya estaba limpiando un poco el lugar, preparándolo para el ensayo del día de hoy, cuando Lucas hizo sonar la bocina de la camioneta anunciando su llegada.

—¿Tienes que armar tanto escándalo? —digo, abriendo el portón del galpón, permitiéndole entrar el vehículo.

—Solo te avisaba para que te pusieras algo de ropa. —Se burla, retrocediendo para estacionar dentro.

Cuando detuvo el motor, fui directamente a la parte trasera y abrir las puertas para bajar los instrumentos.

—¿Lo pasaste bien anoche? —pregunta mi amigo, con una mirada divertida.

—No sé de qué hablas.

—¡Mentiras! Nunca te vas de las presentaciones antes de cobrar, a menos que sea por una chica. ¿Quién fue? ¿La pelirroja de la primera fila? ¿O la morena que estaba en la barra y no dejaba de saborearse mientras te seguía con la mirada?

La rubia del final que solo me da dolores de cabeza, pienso.

—¿Cómo es que te fijas en esos detalles? —cuestiono bajando mi guitarra eléctrica de la camioneta.

—Porque mientras estoy tocando, me fijo en todas, Bro. Tengo que buscar a mi próxima presa.

Lucas hace el tonto simulando ruidos de un radar mientras mira a un público imaginario.

—Eres de lo peor —masculla Dani al pasar por su lado.

—Deberías probarlo, nena. Nadie dice que tú no puedas hacerlo. Girl power y toda esa mierda.

—Idiota. Sé que puedo, la diferencia es que no quiero.

—Aburrida.

Dani pone los ojos en blanco y le devuelve un gesto grosero con su mano.

Por suerte, su pelea hace que Lucas se olvide de insistir en lo de anoche y me evita responder preguntas de las que no estoy seguro sus respuestas.

Quería a Alex fuera de esta vida, pero en cuanto la vi, corrí hasta ella no por temor a que se acercara a mis amigos. Lo había hecho porque la necesidad de tenerla a solas era más fuerte que cualquier otro cuestionamiento. Esa cerebrito malcriada no dejaba de meterse bajo mi piel en más de una forma.

Hugo llega con una caja de Donuts que su madre siempre preparaba para la banda. Luego de comer y bromear, nos enfocamos de lleno en ensayar toda la mañana, solo tenía tiempo para esto los fines de semana, por lo que aprovechábamos al máximo el tiempo disponible.

[1] En tus manos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora