Cap. 16

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   En quince minutos Vega; pudo conocer muchas cosas, en el ordenador de Darío Price las carpetas se dividían entre personales y otras de la empresa Weaving Industry Price; se enfrasco en ellas descubriendo los nuevos proyectos que vienen para el siguiente año; enseguida curvo una sonrisa haciendo una copia de esos archivos que podían servirle para cualquier ocasión, pero una llamada en el teléfono del escritorio la dejo en alerta, tanto que miraba por momentos, la puerta que daba hacia el pasillo de la sala.

   En la mente de la pelirroja, solo podía es atender la llamada lo cual hizo:




—Bueno.




— ¡Vega! soy Hugo. —



   Eso la inquieto, nunca pensó que la llamaría y más en el Pent-house del hijo mayor de la familia Price.




— ¿Cómo conseguiste este número? O mejor dicho ¿Cómo sabes que estoy aquí? —



—Eso es lo de menos Vega, ya pudiste acceder ¿sí o no?

 

   Suspiro por lo bajo, mirando a su alrededor; nunca pensó que el idiota de Hugo pudiera estar un paso más que ella; ya después tendría tiempo de averiguarlo o eso pensaba, antes de responder.

 

— ¡Todavía no! y me queda poco tiempo; antes que despierte.

 

—No me digas, que lo lastimaste Vega. — rodó los ojos, moviendo los dedos en las teclas de la computadora.

 

—Fueron medidas extremas, porque Izan lo estaba llamando y debía buscar ganar terreno; antes que él lo hiciera. — lo único que pudo oír, fue  la risa de Hugo.

 

— ¡Oye! Necesito que comiences tu magia para salir y vernos en la dirección, que te mande.

 

—De acuerdo, solo inserta el pendrive y yo hago lo demás, después te vas Vega.

 

—Eso no lo dudes idiota.

 
     Por consiguiente; ella hizo lo pertinente, para así visualizar todo lo que Hugo hiciera, mientras estaba en línea, en su reloj de muñeca activo el tiempo restante,  para que le diera chance de salir no le iba a pasar lo mismo, que en la empresa de la familia Cook; como pudo camino de vuelta, para ver aún el cuerpo tirado de Darío, apretó los dientes negando como todo le estaba saliendo diferente, a lo que ella planeo.

 
   Se encargó de buscar cinta adhesiva, lo encontró por unos cajones que tenía en su cocina, regresando a ver el cuerpo de él, como pudo lo ato en las manos como pies y terminando con una cinta pequeña en su boca; pero el toque en la puerta la hizo tensar cada fibra de su cuerpo.

 

— ¡Maldición! —Susurro por lo bajo, antes de salir disparada al despacho, donde pudo evidenciar que el trabajo estaba hecho.


   Rápidamente tomo el celular y le dio el aviso a Hugo, para que se encontraran en la dirección que le indico, para después colgar y tomar el pendrive, dejando todo como antes, solo que en este caso tiro el monitor y daño el CPU, para no dejar rastro de lo que hizo o eso pensó; antes de oír una voz detrás de ella que la apuntaba con un arma.



— ¡Manos arriba! — exigió, mientras la pelirroja tragaba en seco.

 

  «Perfecto esto no se podía poner mejor.» —No deseo oírte conciencia.

 

       La mente de Vega le jugaba una mala pasada, pero ella sabía que no podía terminar allí, así que al momento el hombre da la orden dé darse vuelta, no duda en hacerlo certificando, que era nada menos que el escolta principal de la familia Price, el tal Gómez.

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