Cap. 19

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     Lo que no previo fue que Izan tomo a la Sra. Cook en sus brazos y tomar el ascensor con rapidez para llegar seguramente a la planta baja como trasladarla a emergencia eso supuso Ortencia, al poder hablar con el jefe de seguridad, que no dudo en proceder a realizar su trabajo, como sacar rápidamente a la esposa de su gran jefe.



...



Una hora después...



   En el gran pasillo del hospital, del área de cirugía se encontraba el Sr. Cook junto a su hijo que permanecían de pie, en todo momento esperando noticias que todavía no habían recibido desde que la ingresaron desde hace una hora; la mirada de seriedad estaba puesta sobre su hijo, porque supo por su gente que la situación de su hijo pudo a haber puesto en peligro la vida de su esposa, así que mirando a su alrededor y darse cuenta; que estaba algo desolado por la hora, siendo las 2:30 pm de la tarde supo que era momento de hablar severamente con su primogénito, que se mantenía con la mano en la nuca y con semblante preocupado.

 

— ¡Izan Daniel! —Hablo con autoridad, haciendo que su hijo le preste atención deteniendo sus pasos por el mismo pasillo.

 

—Dime Padre. —Respondió algo cansado, pero reconociendo como lo estaba mirando.

 

—Sabes que la que está ahí dentro, es tu Madre. —Se detuvo, para señalar el área que ella ingreso, a lo que su hijo asintió. —entonces iré directo al grano contigo; tu comportamiento durante esta semana ha sido de lo peor, primero el emborracharte, segundo destruir la oficina como tu departamento y tercero, pero no menos importante; dejar de ser ese hombre, que tanto tu Madre y yo criamos con amor y gran liderazgo, es ahora un total desastre por una mujerzuela. —

 

— ¡Papá! —se quejó, por como hablo de esa manera.

 

       Detallo como elevo su dedo índice, algo que conoce que hace, para que guarde silencio y solo tuvo que apretar sus puños; dejando que tenga que decirle lo que desee; sin objetar nada.

 

—No quiero que me interrumpas por nada, sabes que tengo razón y ahora te aguantas todo lo que voy a decirte. —Aclaro y solo recibió devuelta un asentimiento de su parte. —Te quiero lejos un mes, necesitas tiempo para sanar las heridas que tienes hijo, así que mañana por la tarde te iras en un vuelo a Madrid. — dio la orden, pero su hijo negó rápidamente.

 

—Perdóname Padre, puedes castigarme lo que desees; pero sabes que mamá y tú me necesitan y más por la llegada de mi hermana...

 
   Fue interrumpido; al conocer la filosa mirada de su Padre que puede hacerlo callar, sin usar la fuerza.

 

—De eso me encargare yo, como también de la compañía no necesito que estés aquí; como te acabo de mencionar te iras a España, tómalo como unas vacaciones antes de tiempo, eso me dará a mí el chance de poder organizar los problemas, que tenemos en la compañía y más ahora que necesitamos a un socio que nos brinde apoyo; para seguir siendo lo que somos. —Argumento con total preocupación, al tocarse el puente de su nariz.

 
   Debido a lo que, su Padre decidió no tuvo más remedio, que soltar un suspiro cansado reconociendo que su actitud no fue la mejor y menos para su Madre, que ahora está en quirófano, por una cesárea de emergencia, ya que el bebé se adelantó y la tensión baja que le sobrevino fue el detonante, para intervenirla o eso pudo entender de la enfermera que la ingreso, mientras el doctor a cargo se encarga de atenderla.

 

—Papá... sé que tienes todo el derecho de actuar como lo haces; pero no me alejes de mamá que ahora nos necesita a todos unidos. —Agrego muy preocupado, pero la negación de su progenitor no tenía derecho a réplica.

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