Conforme la noche continuaba en su mejor apogeo, un hombre de cabellera rubia se encontraba tomando de su mejor licor (Ginebra), mientras que en su otra mano, tenía un cigarro que dejaba ir el humo por su boca, haciendo formar una O; trababa de despejar su mente en el balcón de su dormitorio trayendo a memoria todos aquellos acontecimientos, donde tuvo dejar atrás su venganza, con la persona equivocada Vega Hill, todavía seguía libre, seguramente burlándose de los tantos intentos, que hacer por buscar hallarla. Apretó el vaso de vidrio con el líquido, con algo de molestia.
Una cosa si estaba seguro Izan, es que iba a dar con ella, sin importar los peligros que tenga que pasar y más por proteger a su hermana Alba, esa chiquilla de gran corazón, que siempre le dijo la verdad, pero por su terquedad no lo dejo ver más allá, ahora el dialogo con su familia es totalmente distinto.
En los minutos siguientes, arrojo el cigarro después de haberlo utilizado y el último humo, que salió de sus labios lo hizo entrar en calor antes de volver a su recinto sintió su teléfono vibrar, de inmediato lo tomo quedando sorprendido por la persona que lo hacía, así que no dudo en contestar.
-Bueno.
-Hola sr. Izan soy Sánchez tengo que darte un anuncio.
Eso lo desconcertó, y más porque ya no trabaja para él, solo continúo la llamada.- ¿Usted me dirá?
- ¡Vega Hill! regreso a Londres.
Todo se detuvo, cuando escucho ese nombre se había quitado los botones de su camisa blanca, pero se enfocó en tomar mejor el celular.
- ¡Estás hablando enserio!
-Sí señor y no le gustará saber lo que sigue, es por eso que debemos vernos.
-Entiendo... te parece mañana, en mi oficina allí tendremos la privacidad.
-Ok, eso es todo señor.
Después de colgar, Izan tiro el teléfono a la cama, pero sus manos las coloco en su rostro, para tratar de pensar que va hacer; porque su mayor problema acaba de llegar al bajar las manos decidió quitarse la camisa y comenzar a tomar el teléfono, su plan debía ponerlo en marcha es seguro que venga por Alba o algo peor, en sus mente solo existe la codicia y nada más, así que con el rostro juicioso y la llamada activada daba comienzo su plan, esta vez no va a fallar.
El auto logro detenerse en un lago, lo supo el castaño porque era su recinto de paz y necesitaba llevarla, para poder dialogar mejor; sin tanta presión de la ciudad o eso intuyo por como la ayudo a bajar del auto, a Alba que quedo encantada por el espacioso lugar que la misma luna era testigo del brillo que le daba a la misma agua, los arboles alrededor era solo un punto más de la belleza en la que se encontraba.
- ¿Y bien? Te gusta. -pregunto al tener las manos en los bolsillos de su saco negro.
-Gustarme es poco, es increíble Darío. -añadió muy contenta, que sus pasos fueron aventurar el lugar.
Habían luces exteriores que iluminaban el espacio, la grama cuidada todo en orden; pero el lago era inmenso como profundo según lo que pudo investigar y que una vez los Padres de Darío lo trajeron al ser un joven, el recuerdo del día de campo fue el momento más familiar que pudo conocer al lado de sus padres, tanto que su hermano menor todavía no había nacido, suspiro con pesar recordando las palabras que una vez le dijo, sobre el amor pensando que nunca le tocaría vivir esa experiencia.
Ahora que sus ojos, no pierden de vista a la pelirroja de vestido verde; siente que todo se voltio en un abrir y cerrar de ojos, por lo que al sacar algo de su bolsillo suspiro por lo bajo, tratando de darse ánimos, necesita decirle cuanto la ama, así que decidió guardarlo por ahora y se enfocó en seguirla para cuidarla.
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Magnate X Magnate 💼
RomanceLa palabra Magnate algunos la describen de la siguiente forma: Un individuo rico, poderoso y de gran cargo. Esos serían los puntos a favor de conocer a alguien en el medio industrial ¡Suena maravilloso!; pero resulta que mi historia no comienza...