Cap. 23

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    El tumulto de emociones que tenía Izan, no podrían caber en alguien cuerdo y más con deseos de venganza, porque sus ojos todavía no podían creer al ver a esa mujer o si la podría llamar de ese modo, pero sería catalogado en la sociedad como un machista que odia el sexo opuesto; algo que nadie podrá entender es el engaño, y la traición que logro infligir en su familia y no conforme con eso, también en la de su ex amigo Darío Price, sus manos fuertes apretaron el volante a tal grado, que solo el sonido del claxon lo trajo de vuelta a sus pensamientos.

Sin pensarlo, miro por el retrovisor a sus guardaespaldas, que lo estaban custodiando; pero sintió el sonido de su celular vibrar, de inmediato activo el manos libres, atendiendo la llamada que era de su mano derecha.


—Diga.


—Sr. Cook, ¿Tiene algún problema?

Se quedó en silencio, pero el sonido de la cola detrás de él, lo tenía algo molesto, por lo que avanzo con el carro hasta estacionarlo; sin perder de vista como esa cabellera pelirroja, iba hacia una calle que da al sur, solo allí le respondió a su empleado.


—No lo tengo Sánchez, necesito que te mantengas al margen y no me sigas, tengo un asunto que resolver. —Respondió, colgando a la vez.


— ¡Maldición! — protesto al quitarse el auricular, tocando su nariz con impotencia, por la reacción de su jefe, hasta que su compañero le habla.


— ¿Alguna novedad? Señor. —Pregunto, su compañero a lo que el trigueño negó.


—Nada solo envía a los demás a seguir sus rondas de seguridad y les acompañas, me quedare con el auto. —Ordeno a su compañero, con aspecto adulto y sin cabello que asintió bajando del auto.


—Nos veremos después, compañero. —añadió, alejándose del auto que rápidamente tomo su rumbo.


...


Los pasos suaves y con total tranquilidad daba Alba al recorrer las calles, como avenidas en que se cruzaba con cada lugar, miraba tiendas que le parecían increíbles tanto, que se tomaba su tiempo de aventurar como mirar desde tiendas de empeño hasta establecimientos de comida, las personas al pasar se le quedaban mirando extraño otras, mostraban un semblante distinto como si la conocieran, eso le llamo mucho la atención a la pelirroja, que los ignoraba y continuaba hacia delante.

De pronto; se encontró con una librería, que estaba solicitando personal para el área de cajera eso le agrado, que decidió detenerse como después ingresar, al mismo establecimiento, donde se percató de algunas personas ver libros y otros comprar, se quedó mirando cada estante con múltiples obras, dando el tiempo para poder ver al dueño desocuparse, hasta que un epítome llamo su atención, reconociendo que era de un autor muy famoso de España, pero la versión estaba en ingles su sonrisa se expandió, sin dudar.


— ¡Increíble! —Susurro para ella misma, solo que alguien más ya la había oído y la estaba vigilando.


Se encargó de tomar el libro, como ojearlo a la vez; descubriendo que era uno de los más destacados en el año y que al ver el precio, se sorprendió dejándolo en el mismo lugar que lo encontró, por ahora no podría costearlo tenía prioridades y esas eran ayudar a salvar la hacienda de sus Padres. Por esa razón, volvió a mirar al dueño y consultar el puesto para trabajar, solo que antes de dar dos pasos, una mano fuerte tomo su brazo con total brusquedad; generando que ella suelte un leve grito, que fue amortiguado por otra mano al taparla, negándole el acceso de poder pedir ayuda.

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