Cap. 38

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  El tiempo siguió su curso por suerte Alba, limpio cada baño de la mansión sin novedades, había quedado agotada que al dar el último retoque al baño, que da a una de las habitaciones principales; decidió tomar asiento en una silla que estaba del lado derecho de esa habitación tan delicada y hermosa, podía ver el esplendor, hasta en las sabanas de color dorado y blanco, pero decidió quitar el sudor que perlaba su frente, antes de tomar el balde con los implementos que uso para limpiar.

   Cuando hubo descansado, se puso de pie y se llevó los implementos para caminar  hacia la puerta, al salir se encontró con personas ocupadas como el personal de la casa, sabía que venían personas importantes, pero una de sus compañeras le informo sobre la familia Cook que llegaría y todo debía quedar perfecto, bufo por lo bajo llevando las cosas al armario del área de limpieza.

    Fue caminando por el pasillo, hasta quedar en la planta principal, donde el alboroto se veía por todos lados ordenando cada parte, como tener listo el comedor, enseguida la pelirroja se sorprendió al mirar la hora en el reloj antiguo grande que estaba cerca de la puerta principal siendo las 7:05 pm, no quiso perder más tiempo y se fue directo, al área de mantenimiento el tiempo estuvo a su favor, que dejo las cosas en orden y se retiró al baño que había cerca del aérea; para lavar sus manos como arreglar un poco su rostro, que seguro era un desastre, pero solo había era resquicios de sudor en el cuerpo de ella, hasta que se secó con un pañuelo de algodón y salió del baño.

   Mientras iba caminando al pie de las escaleras, logra oír la voz de Betania dando órdenes que ella decidió correr, para no ser encontrada por ella; por suerte pudo conocer donde se encontraba su dormitorio y no espero más tiempo para estar encerrada, su estómago sonó por algo de comida, pero tuvo que reprimir las ganas de querer comer, así que quito los zapatos para quedarse solo en medias panty de color negro, lanzándose a la cama que la recibió rechinando a la vez, torció los labios por cómo era dura para dormir; pero no tenía opción, sino esperar poder ser libre, no podía hacer nada estúpido que la pusiera en evidencia o incluso ser castigada por el jefe.

   Por lo tanto se mantuvo acostada, esperando que el sueño la venciera; aun con la luz encendida no pensaba estar a oscuras, desde el altercado que tuvo marco un shock traumático para Alba, que decidió olvidarlo tapando su rostro con su brazo izquierdo.

— ¡Dios ayúdame! A salir de este lugar. — pidió en un leve susurro, teniendo una pequeña esperanza en el centro de su pecho.

   Por otro lado la familia Cook se encontraba emocionada de ir a ver el nuevo hogar de su hijo, tanto que la Sra. Elia no podía dejar de sonreír, aun amamantando a su bebé Lucero, que concentrada miraba a su Madre sin parar de alimentarse, estando en el auto blindado, mientras el sr. Jorge se mantenía en su celular atendiendo llamadas de último momento, pero al notar como su esposa negaba; por traer el trabajo a la noche que compartirían con su hijo mayor, no dudo en dejarlo en claro.

— ¡Amor! Ya deja el teléfono, te dije que hoy vamos a estar en familia y sabes que eso involucra el trabajo. —ordeno enarcando una ceja, cosa que le hombre bufo por lo bajo teniendo razón.

—Odio que tengas razón cariño. —añadió al acercarse a ellas, tocando la mejilla de su pequeña que estaba muy concentrada viéndolos sin perder detalle de ambos.

—Pero me amas. —Comento sonriendo, mientras su esposo le toco su mejilla y beso sus labios con todo el amor.

—Eso no se discute cariño, mi familia son mi todo. —dijo al pasar un brazo por encima del hombro de su esposa que se concentró en ver a su bebé, para después cubrir su blusa de color rojo.

   No perdió detalle en sacarle los gases al bebé, mientras su esposo miraba por la ventana el camino faltaba poco para llegar, mientras tanto tuvieron su tiempo de conversación y del cuidado de Lucero que no paraba de gorgorear a sus Padres y ellos cada día amar su hija; fue allí donde el chofer los interrumpió y el sr. Jorge presto la debida atención.

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