Magnate X Magnate 💼

Cap. 18

  El denso silencio lo disipa Alba inmediatamente, cambiando de tema.

—Discúlpame amiga que te pregunte por cosas, que a lo mejor no deseas contarme.

—No nada de eso Alba, más bien quisiera que estuvieras aquí, para hablar mejor.

Eso le agrado oír a Alba, que no dudo en contestar.

—Bueno ya que estamos hablando de eso, te tengo una noticia importante.

— ¿Tú dirás?

—Iré a la capital y buscare un nuevo empleo.

— ¿Qué? No es verdad.

—Pues... si lo es, así que dentro de dos días nos veremos.

La sorpresa de Olivia era inmensa y más al saber, que su mejor amiga pronto visitaría la capital; desde ya iba a buscar el mejor empleo, que se ajuste a sus conocimientos, sabiendo que le encantará trabajar para la empresa Weaving Industry Price.

***

A todo esto; la vida de la familia Cook como Price es de total desastre, tanto que los días siguientes al robo cada una, ha forjado una alta seguridad contra hurtos; pero los corazones de cada Magnate están destrozados, uno más que otro y lo puede certificar la secretaria ejecutiva Ortencia, que desde su cubículo no ha hecho más, que verificar las noticias que circulan por todo el territorio Londinense, sumado también cada periódico con el rostro o silueta de la mujer; que se atrevió a malversar a ambas empresas, una más que la otra dejando que la prensa se desate en la calle, por obtener una primicia invadiendo cada espacio de encuentro de cada familia, que se ha negado absolutamente a dar una declaración a la diarios.

Un suspiro pesado; sale de los labios de la señora mayor, que mira fijamente la oficina de su jefe, que no ha salido desde la mañana que ingreso, le duele ver como todo lo que creyó posible, en una mujer se le fue por la borda; al ser revelada la evidencia de que su ex; tuvo la desfachatez de robar aun cuando el amor de Izan se reflejaba al estar juntos. Por esa razón; Ortencia se pone de pie con cautela, teniendo en sus manos la carpeta, con el proyecto nuevo que fue pospuesto, para el próximo año.

Se dio ánimos a sí misma, para ver nuevamente a ese joven que tuvo el honor de conocer desde los ocho años, comenzó como una humilde recepcionista para después; con el paso del tiempo, ser ahora su secretaria personal, volvió a tomar una respiración profunda; que al estar frente a la puerta elevo su mano y dio ligeros toques, que fueron precisos antes de oír el prestigioso (Pase); al otro lado.

De inmediato Ortencia ingresa, mirando con asombro la oficina de su jefe o si es que podía llamarse de ese modo; por instinto llevo su mano a su boca reprimiendo un jadeo; al mirar como todo estaba destruido desde el escritorio con lluvia de papeles por todos lados, como también las sillas destrozadas y en el suelo, detallo que la superficie estaba completamente manchada de licor y vidrios de botellas en todas partes.

Todo lo que veían sus ojos la superaba de gran manera, pero más al ver como su jefe Izan Cook, se encontraba recostado en un sofá, que podría llamarse todo menos eso, por estar rasgado en cada parte quedando completamente inservible para volver a sentarse, de broma puede soportar el peso de aquel Rubio que solía ser un hombre de hierro en muchos aspectos; pero que ahora su aspecto no es del distinguido Cook, que la familia está acostumbrado a ver.