Cap. 26

14 2 1
                                    

   Con el paso de las horas la tarde se fue, para que la noche se reflejará en lo alto y con ello, el evento de beneficencia uno que era a favor de todos los animales, que pasan situación de calle; como abandono por parte de sus dueños que no desean tenerlos, era celebrado en un hotel cinco estrellas llamado... siendo el más cotizado como costoso, para los clientes con estándares grandes.

La cobertura de protección era grande, en cada rincón del hotel con paredes negras y plata terminando con cristales en cada ventanas siendo posteriores; haciendo del edificio algo inédito de creer, pero muchos de los millonarios del país o del exterior no les daba la más mínima emoción, reconociendo que solo era uno más del montón que veían a diario o cada vez, que tenía la ocasión de visitar o alojarse.

Por consiguiente; la calle estaba abarrotada de personas y autos acercándose para ocupar un lugar, con el Valet que les tocará para así poder asistir, al evento que estaba organizando la empresa Weaving Industry Price; mientras tanto dentro de las instalaciones de cada rincón elegante los de seguridad hacían su trabajo, por petición del Sr. Gonzalo Price, no pensaba dejar nada de lado.

Es por ello; que el gran salón que dispone el hotel, mucho del personal de la empresa como del hotel, realizaban los trabajos que eran ordenados por la Sra. Cataleya que miraba todo con sus ojos claros verificando que hicieran todo, porque ya estaba llegando los invitados; su vestimenta estaba compuesta por un vestido negro de tirantes y escote recatado con lentejuelas, que se adherían a su cuerpo como un guante, unido a unos tacones de aguja del mismo color; para terminar con un excelente maquillaje y peinado recogido, sin ningún pelo fuera de su lugar, pero su mente estaba ocupada en sus hijos, logrando ubicar al menor sentado en la mesa que les corresponde metido en su celular, algo que hizo, que la mujer bufara por lo bajo, yendo a su encuentro, sin importar las miradas curiosas de hombres tanto jóvenes como adultos.

Los ojos de Cataleya Price, estaban en su hijo menor ese que recibió la reprimenda de su vida por parte de su esposo; aún recuerda el castigo, que le impuso por cometer la locura de dañar un casa ajena, solo para defender su orgullo ante una jovencita que nunca le dio la más mínima confianza de estar con su hijo, como tampoco la aprobaría.

En el instante, que sus tacones se detienen la mirada de su hijo sale del celular, para centrarse en su Madre, que lo mira con el ceño fruncido cómo las manos en la cintura; enseguida Jhony respira profundo y mete el teléfono en su bolsillo delantero del traje Armani que tiene puesto, en color azul oscuro. Luego se coloca de pie; para enfrentar a su Madre.


—Dime Madre. —dice; sin emoción alguna.


—Quiero que dejes el teléfono.

El joven hizo una mueca, pero la mirada severa de Cataleya lo obligaba a obedecer.


— ¡De acuerdo! Pero no estoy hablando con ella Mamá, me quedo claro, que sólo causa en mí... es dolor. — respondió, tocando su nuca dejando que su molestia, sea evidente en ella.


Al momento Cataleya lo toma de los hombros con suavidad, para luego subir su mano derecha a la mejilla izquierda de su hijo y brindándole cariño, como comprensión a la vez, el menor suelta un suspiro cansado y lleno de desilusión; dejando que sus ojos azul celeste miren los mismos de su Madre, que le brinda una sonrisa de amor hacia su hijo.


—Es duro lo sé cariño; pero eres solo un joven aún, te falta vivir la vida a plenitud —pauso, para después proseguir —, así que necesito que te levantes Jhony, esto no va a limitarte sino te hará más fuerte, cuando vivas algo similar. —

Magnate X Magnate 💼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora