34. Cumpleaños de Mariana (parte ll)

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[9 días después]

Ya casi es el cumpleaños de Mariana y ya pude alquilar la mesa y compre la iluminación, Theo pondrá la comida, Fran el pastel porque dice que se tiene que asegurar que no lleven de chocolate.

En el instituto ha estado todo normal, casi las últimas clases, con tareas, algunos exámenes; que por cierto no llevo buena nota por el trabajo, pero lo importante es pasar el grado.

Theo y Keisy no ha pasado nada nuevo entre ellos, es más ni nos hemos encontrado con las chicas y si las miramos las saludamos de lejos.

En mi trabajo ha sido algo costoso y agotador, ahorita estoy saliendo de turno con dos momentos amargos; me acaba de insultar un cliente por algo que no era mi culpa, seguro él andaba cargado y se vino a desquitar conmigo, el otro es que se me arruinó el auto y ahorita voy a la central de taxis a tomar uno para ir a casa.

La cafetería queda a unos minutos de la casa de Mariana, me sorprendió al ver que ella venía caminando a estas horas por la calle.
Mi camino es otro, pero no puedo dejarla ir a casa sola aun cuando es de noche.

Voy detrás de ella sin que lo note, porque tampoco quiero incomodarla con mi presencia.

Luego de unos cortos minutos de caminar miro un hombre decirle algo, no sé que le diría, pero no me parece con buena intención.
Se le va acercando y decido acercarme a ella para protegerla.

—Te dije que no te adelantaras, me hiciste correr. –Dije con una sonrisa mientras tomé la mano de Mariana quien me miró con confusión y con miedo.

Sé que el miedo quizá no sea por mi presencia sino por la del hombre.

—No te acerques a ella, una pelea de parejas la tiene cualquiera y no te quieras aprovechar de eso. –Dije al hombre con voz grave.

Sisi quería sonar lo más intimidante posible.

El hombre solo levantó ambas manos en forma de paz y se fue; se notaba ebrio.

—Lo siento, me vi obligado a decir eso. –Dije para que ella no pensará que me quise aprovechar de la situación.

—¿Obligado? –Dijo Mariana abriendo un poco más sus ojos.

—No quise decir eso, solo que si él pensaba que somos desconocidos o conocidos quizá no te dejaría en paz. –Dije al escuchar que ella malinterpretó lo que dije.

—Gracias. –Dijo Mariana con una sonrisa mientras soltaba mi mano.

¿Llegaré otra vez a tomar su mano algún día?

—¿Qué haces tan tarde en la calle? –Pregunté mientras seguíamos caminando.

—A nosotros nos tocó decorar para su fiesta de graduación y el maestro nos hizo quedarnos hasta tarde. –Dijo ella para luego bostezar.

—¿Les ofreció puntos? –Pregunté y ella asintió.

—¿Por qué no te fue a traer tu mamá? –Pregunté.

—Está en un viaje de negocios, planeaba venirme con Key, pero su mamá fue a pedir permiso para dejarla ir antes por asuntos familiares. –Dijo Mariana mientras miraba el suelo.

¿Estará pensando que no tiene que pisar las líneas?

—Ya llegamos. –Dije al ver su casa.

—¿Quieres pasar? –Preguntó Mariana mientras buscaba las llaves en su mochila.

—No, no te molestes debo ir a la central de taxis. –Dije.

—Llamaremos un taxi para que venga por ti, esperalo adentro. –Dijo ella señalándome su casa.

Nuestro Amor En Silencio [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora