Nuestro Amor En Silencio [TERMINADO]

Extra

[8 años después]

Narra Theo:

Luego de muchos años de práctica, estudio y esmero he logrado graduarme y ser un director de orquesta.
Este ha sido mi sueño desde hace años y por fin cumplirlo me hace sentir orgulloso de mí.

Los años han pasado, unos se han sentido más largos que otros.
Tengo veinticinco años, recuerdo aún mis dieciocho como si fuera ayer.
Recuerdo mi primer amor, Keisy la chica que aún es dueña de mi corazón y que nadie más puede quitarle el lugar.
Algunas veces se me viene la loca idea de que no la encontraré a ella en otra chica.
E igual tengo la ilusión de encontrarla a ella y dejar a ese Theo tímido de años atrás, si le encuentro no dejaré que se vaya.

Sí, sé que me fui del país con el propósito de olvidarla, pero ¿Cómo se olvida una chica tan linda? ¿Cómo se olvida una chica que me hacía poner nervioso con tan solo estar cerca de ella?
Nadie ha podido crear el mismo efecto que lo hacía ella. Actualmente ella ha de tener veinticuatro años ¿Cómo estará? ¿Tendrá ya una familia? Tengo muchas preguntas y ninguna respuesta.

Dos años atrás me comunique con mis amigos, fue un reencuentro virtual muy lindo, todos lloramos, reímos, recordamos; los extrañe tanto, pero no me comunicaba con ellos porque sabía que siempre iba a querer saber de Keisy luego de comentarles la razón ellos entendieron.
La vida los ha tratado muy bien, se lo merecen, me pone melancólico saber que me perdí de momentos importantes para mis amigos, aun así me alegro por ellos.

Mi tía falleció hace unos años, mi primo está viviendo conmigo, no estamos en Suiza, sino en Londres. Ya mi primo no es el niñito que hacía berrinches en las llamadas con mi tía ahora es todo un joven, es un claro ejemplo que los años van pasando, pero el sentimiento aún sigue presente.

Hoy me toca una presentación en la noche, será un evento de gala que tendré el honor de poder dirigir la orquesta me pone nervioso, pero no es primera vez que lo hago de hecho se puede decir que soy algo reconocido por mi talento y liderazgo.

—¿Todos están listos? –Pregunté mirando a todos en sus posiciones y con sus instrumentos.

—El telón en cualquier momento subirá y como siempre les digo ejecuten cada instrumento con pasión, demuestren el potencial que tienen, yo solo soy su guía ustedes son los del talento. –Dije mostrando una sonrisa segura hacia todos en modo de ánimo.

El telón subió.

Empezamos a tocar varias melodías conocidas como: (Beethoven: Missa, SolemnisMahler: Sinfonía n º 8 ‘Sinfonía de los mil’, Mozart: Requiem entre otras)

Mi trabajo es dirigir a la orquesta, siempre le estoy dando la espalda al público es algo que me incomoda y siento que soy irrespetuoso, pero así es la vida del director de orquesta, debo dirigir a los demás para que muestren su talento, en su talento va reflejado mi esfuerzo.

Despedimos el concierto con «Para Elisa» – Beethoven y como en cada finalizar por fin doy media vuelta viendo al público y hago reverencia. Al levantar mi rostro mi mirada se centra en la segunda fila sentí un gran peso sobre mi cuerpo.

Keisy estaba entre el público...

Ha pasado los años, pero aún reconozco esos ojos, que a pesar de que estaban lejos eran pronunciados, los reflectores hacía destacar más.
Su sonrisa y su cabello; ella aún sigue conservando la naturalidad de su color de cabello.

Se cierra el telón y la pierdo de vista.

—Director, ¡Felicidades! Fue un éxito el concierto. –Logro escuchar al ingeniero de sonido y le brindo una sonrisa en forma de agradecimiento.