Nuestro Amor En Silencio [TERMINADO]

13. ¿Destino?

Narra Keisy:

El tiempo de contarle a Mariana ha llegado, me siento nerviosa porque ya tiempos no hablo sobre quién me gusta, me habia vuelto reservada.

—¿Qué tanto juegas con tus manos? –Dijo Mariana en forma divertida mientras comía un sándwich.

—Quiero aprovechar el receso para contarte algo... –Dije evitando cualquier contacto visual, me daba pena.

—Me asustas, a ver ¿Dime? –dijo mirándome con atención.

—Me gusta alguien... –Dije viendo hacía otro lado pero al no haber respuesta de ella la miré, y me estaba viendo con una sonrisa y con su mirada fija en mí.

—¿CÓMO? –Dijo gritando y haciendo que yo saltará para sujetarla al mirar que todos se nos quedaron viendo.

—Shh, no es para tanto, siéntate –le dije susurrando y ella se sentó pero sentía que andaba con mucha alegría.

—¿Quién es el afortunado? –Dijo sin borrar su sonrisa y elevando sus cejas.

—Es... –Me interrumpe–

—¿John?

—Nonono, es alguien de aquí –Dije acercándome a ella.

—Entonces no sé... –Dijo rendida.

—Es... Theo –Dije mirando hacía el suelo apenada.

—¡Th..¡ –Puse inmediatamente mí mano en su boca porque sabía que iba a gritar su nombre.

—¡Theo! –Dijo en un susurro.

—Sí...

—Wow, no sé que pensar, ¡ustedes están hechos el uno para el otro! –Dijo alegre.

—¿Cómo sabes? –Pregunté con duda.

—Ambos son invertebrados, son... –la interrumpí.

—¿Invertebrados? –Pregunté con duda y una risa queriendo escapar.

—Sisi, así se les dice a las personas que no son sociables, invertebrados... –Dijo Mariana.

—¡Es introvertidos! –Dije estallando de risa y ella se empezó a reír también.

—¿Qué piensas hacer? –Me preguntó curiosa.

—¿De qué? –dije con intriga.

—¿No intentarás hablarle?

—Mariana, ¿no me conoces? Con mí timidez ni la hora podría decirle –Dije tomando un sorbo de mí refresco

—No te... –Interrumpieron a Mariana.

—Disculpen, ¿Ustedes son de Contaduría y finanzas?
–Dijo un chico alto, cabello castaño.

—Sí –dijimos ambas.

—Contaduría y finanzas tiene una reunión en la sala de conferencias, deben ir.

—¿Solo contaduría de segundo año? –preguntó Mariana.

—Sí –dijo el chico apurado.

—Vamos –Dice Mariana para luego agarrar su mochila y dirigirnos hacía la sala de conferencias.

El chico que nos avisó se fue nomás nos dio el aviso, tenía mucha prisa por lo visto.
Luego llegamos a la sala y entramos

–¿No que solo segundo año? –preguntó Mariana al abrir la puerta.

—Señoritas, ¿son de Contaduría y finanzas? –Nos preguntaron y ambas asentimos

—Entren. –dijo un señor.