Tú...Idiota

Gran sorpresa

-Por ahí, son los salones de español, literatura y artes- dijo ella señalando el edificio que tenía un cuatro pintado ya muy desteñido.-Allí es el gimnasio y junto a este la cafetería. A la que deberíamos dirigirnos para comer algo.

Alice me haló del brazo llevándome a la  cafetería, que al entrar noté sus colores claros con grandes ventanales al occidente y una gran barra al lado opuesto.

-Bella, ¿qué comerás?

-Una manzana y un jugo de frutos rojos.

-¡Tan poco! Te enfermaras.

-No. Siempre como eso, no te preocupes.- le sonreí para aplacarla aun así no quedo muy convencida.

Luego de comprar nos sentamos en una mesa junto a los ventanales, en ese lugar la poca luz que el cielo era capaz de filtrar llegaba a nosotras.

Comía tranquilamente mi manzana cuando Alice llamo a tres rubias que acabaron de pasar a nuestro lado, asustada por quienes creí que eran llegué a pensar lo peor de Alice, seguramente ella solo era una de ellas, de esas que me molestaron y trataban de esa manera tan desdeñosa; sin embargo las rubias no la oyeron así que las volvió a llamar esta vez por sus nombres y las rubias voltearon sonriéndole y curiosas por mi presencia, ellas no eran las plásticas a las que les temí, sí eran hermosas, pero también la sencillez en su cara era más que perceptible. Se acercaron a nosotras sonriendo.

-Hola, Alice.- saludo la del medio, que me recordó a alguien en sus facciones claramente bellas, voluptuosa con una cabellera larga y lacia. Las demás asintieron.

-Hola, quiero presentarles a mi nueva amiga, Bella ellas son Rosalie, Irina y Kate- dijo señalando a la que hablo como Rosalie; una un poco más baja que ella, con su cabello ondulado ojos dorados y rasgos infantiles, como Irina; la última más alta  por un poco, con su cabello menos lacio y no tan voluptuosa pero al igual que Irina con ojos dorados, como Kate.- son mis amigas. Chicas ella es Bella.

-Hola, Bella un gusto - dijo Irina, con una voz gruesa, pero de igual manera dulce y atrayente -. Alice espera y compramos nuestra comida y luego nos sentaremos contigo.

-Está bien. Pero rápido.-dijo haciendo un puchero.

-Claro enana- dijo Kate, con su voz más suave aunque más a niñada.

Una vez las tres se fueron le pregunté a Alice algo que tenía en la garganta.

-Alice, ¿Kate e Irina son hermanas?

-Que perceptiva- me felicito- sí, lo son y Rose es su prima junto con Jasper, su gemelo.

-¿Rosalie tiene un gemelo?

- Sí, es él, míralo- dijo señalando al grupo que se sentaban lo más lejos de los demás, pero aun así cerca a nosotras, cerca de los ventanales; allí estaban el chico de ojos verdes, las tres plásticas y el chico rubio que me había ayudado con mis libro. Supuse que Jasper, el gemelo de Rosalie, era aquel rubio y justo ahora entendí a quién me recordaba a Rosalie.

-Vaya, oye ¿sabes quién es ese chico arrogante que se cree don juan de cabello cobrizo y ojos verdes?

-Sí, es mi hermano Edward.

-Oh, Alice no quería... yo solo...- me sentí avergonzada, sonrojándome, por lo que dije respecto al hermano de la que hasta ahora ofrecía buena compañía; ella tenía el ceño fruncido y luego soltó a reír.

-Bella no te preocupes, sé que él es así- otra risa-. Es un idiota.

-De quién hablas, Alice. De tu hermano.- dijo Rosalie sentándose junto a las otras, no preguntó sólo lo dijo como si ese fuera un tema muy normal.

-Sí, es que Bella sentía curiosidad.- todas me miraron como preguntándose qué tan estúpida era yo.

-¿Ya caíste Bella, en sus redecillas?- dijo Irina mientras las otras reían.

-No. Solo quería saber quién era ese imbécil que en biología me miro tan mal. Perdón Alice sé que es tu hermano.

-Ya te dije que no te preocupes, no creo que haya alguien que no lo sepa, bueno alguien con cerebro.- dijo mirando a las rubias. Todas empezaron a reír y yo me les uní en risas.

-Vaya Bella, creo que sabes quienes son las descerebradas que ensucian a esta cabellera- dijo Rosalie sacudiendo sus dorados cabellos.

-Por desgracia, sí.- no les quería contar lo que me dijeron ni como me trataron pero Alice metió la cucharada.

-Rose, le dijeron "qué tiene esta que todos la miran".

- Que malditas las muy estúpidas-contesto Kate que era, al parecer muy reservada.

-Lo son, pero dime Bella ¿les contestaste?- preguntó Rosalie

-No.

-¿Por qué?

-Rosalie, no tenía por qué contestarles ni sabía cómo. Además, no me gusta desgastarme con quien no lo merece.

-Dime Rose. Y claro que debías de contestarles hacerles ver que no te amedrentan.

Me quedé callada y ellas comenzaron a decir que les abrían dicho y cómo las hubieran dejado; terminaron cuando sonó el timbre.

-Bella, ¿Qué clase tienes ahora?

-Gimnasia ¿por?

-Yo te acompaño- dijo Rosalie- también tengo gimnasia.

-Está bien, adiós Alice, Kate, Irina.

-Adiós Bella- dijeron al unísono y se alejaron. Lo mismo hicimos Rosalie y yo encaminándonos al gimnasio.

-Bella, dime qué más te dijeron esas, sé que hay más.- a sabiendas que no le podría mentir le dije lo que pasó en biología

-Bueno, en biología al salir me hicieron caer los libros y me dijeron torpe. Nada importante.

Ella estrecho los ojos para agregar en un murmullo "la envidian".

-¿Qué dijiste?- pregunté.

-Oh, no nada, solo que eres demaciado y sus mini cerebritos no lo comprenden.

-Debe ser eso- nos reímos juntas y entramos a los camerinos para ponernos nuestros uniformes; cuando salimos en el gimnasio estaba Emmett pero para mi desgracia las plásticas estaban a su lado, una de ellas, la de cabello casi rubio oscuro le acariciaba el brazo.

-Zorra- pensé.

-Lo es.- Rosalie miraba en la misma dirección que lo hice, sus mejillas estaban levemente sonrojadas, pero en sus ojos había tristeza- ¿Es tu novio?

-¿Quién?- le pregunté confundida.

-El grandote, es que estás un poco celosa- Rose quería sonreír, pero le costaba.

-Oh, no, no es mi novio, es mi hermano.

-Vaya, no se parecen, quiero decir, ambos tiene el cabello oscuro, pero tu tan menudita y el tan grande, no parecen hermanos.

-Ya, me lo han dicho.

-¡Bell's!- gritó Emmett sacudiendo su mano en nuestra dirección, las plásticas me miraron ceñudas y quisieron comerme viva, me iba a encoger en mi sitio, pero Rose me agarró y me hizo erguir, ella estaba conmigo para enfrentar a esa peste.

Saludé a Emmett y este vino en nuestra busqueda.

-Hola, Bella no pensé que tuviera que reírme de ti tan pronto.

-Guardate tus chistecitos- le saque la lengua y el me abrazó; en esas vi a Rose incomoda por lo que palmeé su espalda para que me soltara-. Emmett, te presento a Rosalie una amiga , Rosalie te presento a Emmett.

-Hola, Rosalie.- Emmett tomo la mano de Rose y se la besó- un gusto conocerte.

-El gusto es mio, Emmett- dijo sonrojada.

Ambos se sonrieron y yo me fui de su burbuja.