Entre el tirano y la princesa

2.2K 175 16
                                    

No podía dormir.
La lluvia era inclemente azotando mi ventana, movía las ramas haciéndolas un espanto nocturno. Suspire cansada de rodar en la cama, quizás un vaso de leche me ayudara a dormir.
A tientas tomé mis sandalias  y bajé a la cocina. La oscuridad no era normal, no se podría ni ver una alma, aleje ese pensamiento temerosa de que precisamente eso fuera lo que viera.

Abrí la nevera para sacar la leche y luego la dejé en el microondas. Mientras esperaba sentí  una presencia en mi espalda, me gire esperando encontrar sólo oscuridad, pero una figura estaba apoyada en el marco de la cocina. Jadee y llevé mi mano al pecho; de la figura brotó una silenciosa carcajada y me volvió el alma al cuerpo.

-Es de mala educación asustar a las personas- le dije.

-Que yo sepa no dije "bu"- contestó Edward.

-Idiota.- mascullé.

-Es de mala educación usar malas palabras, más si le hablas a quien te salvó la vida.- con mis ojos adaptándose, vi su sonrisa.

-Te mereces el insulto.- sonó el microondas y me volteé a tomar mi leche-. Gracias, de todas formas no tenías porqué hacerlo- le encaré.

-Sólo hacia mi obra de caridad diaria.

Me mordí la lengua antes de soltar otro insulto y para no soltar la pregunta que me acosaba. Su cuerpo tapaba la salida, le miré indicándole que se quitara, el sólo sonrió y negó.

-Déjame pasar- inquirí amenazante.

-No hasta que contestes unas preguntas.

-No tengo porque contestarte nada.

-Oh, sí que tienes si no quieres que Emmett sepa que te encubrí- idiota rey chantajista.

-Él sabría que le mentiste- apunte.

- No creó que conmigo se enoje tanto.

No tenía otra opción más que ceder, el mal genio de Emmett era algo a lo que temer y sólo equiparable al mio.

-Pregunta- escupí.

-¿Por qué le mentiste a  Emmett?

-Porque es un cabeza dura.

-Esa no es una respuesta.

-Lo es para mí. ¿Ya puedo pasar?

-No. ¿Qué hacías en el parque a sabiendas de que iba a llover.?

-Algo que no te incumbe.

-No voy a dejarte pasar si me contestas.

-Puedo gritar, despertar a Emmett y decirle que me estabas acosando- le amenacé.

-No te creería era una pésima mentirosa, princesita caprichosa.

-¿A caso me conoces? ¿ Quién te crees para decirme eso?

-Alguien que es más sabio que tú, eso soy, así que dime qué hacías en el parque- ¿y a este qué le importaba? con la ira a flor de piel le dije la verdad.

-Estaba viendo al chico más guapo, interesante, atento que existe, a él se le puede llamar Rey sin ser eso una mentira, como ciertos imbéciles que se creen los amos y señores del universo sin ser más que unos patanes, idiotas, entrometidos; porqué ¿de que otro modo alguien como tú sabría lo qué hice?

En sus ojos vi la furia crecer, mi insolencia y las verdades en su cara le cayeron mal, ¡qué mal!

-Ahora, señor amo del universo, necesito dormir.- le empujé pero no le moví ni un centímetro.

-¿Quién te crees para decirme eso, estúpida? tras de que ayudo... eso comprueba que eres una caprichosa y engreída, ¿Qué te hace pensar que eres mejor que yo? Es probable que Tanya valga más como mujer que tú, niñata tonta y mal educada.- sin darme tiempo para contestarle se alejó por las escaleras. ¡Ese idiota me había insultado! ¿Tanya? eso era pasarse de la raya, que me compararan con semejante... UHHH ¡cómo lo odio! 

Tomé la leche rápido y subí a mi habitación enfurruñada, si antes no podía dormir ahora si que menos. Alice me debía una explicación de cómo su estúpido hermano se enteró de mi mentira.

Me acosté en la cama y empecé a dar vueltas en ella, esperaba dormir, pero me era imposible, tenía letargo, sí, pero mi cabeza estaba tan llena de odio que no me dejaba cerrar los ojos. Entre mis pensamientos más iracundos contra el insolente Rey surgieron ideas locas: como derramar accidentalmente agua encima de él en idiomas o tropezarme regar mi almuerzo en él por equivocación; pero esas eran ñiñerias, necesitaba algo más contundente, algo que le doliera y justo encontré la respuesta a eso. James, él me quería y yo le quería, a James le quieren en la escuela ¿Por qué no destronar al Rey? le dolería perder su reino y me encantaría ser yo quien los hiciera.Eso haría, sería la reina de su reino y el terminaría como un pordiosero. se metió con la chica equivocada, no habría querido nunca su reino y su poder, jamas lo habría deseado si él no me hubiera insultado.

........................................

oí como Emmet se levantaba  y llamaba a Edward para irse a su acampada, no pude conciliar el sueño durante toda la noche, y durante ésta me di cuenta que eso del reino era una soberana estupidez, ¿Cuántos años tenía  yo?  mi ira me llevaba a actuar precipitadamente y estaba mal, Edward por muy idiota que fuera solo me había insultado esa vez y porque yo empecé, me sentía rara defendiéndolo pero tenía que ser racional.

De muchas cosas me tenía que cuidar en mi vida, una de ella era mi ira, en una de estas me meterá en un problema del que no podré escapar ni arreglarlo. Aún el sueño no venía mi encuentro y con nada que hace me puse a pensar en que quizás el ser impulsiva me llevara a mal termino con James, ¡ya lo estaba involucrando en un plan de destierro! tenía que pensar todo con calma, lo que sentía por James y lo que sentía con Edward para poder controlarlo enfrente de ellos, el cariño por uno y el desdén por el otro.

di unas cuantas vueltas más en la cama hasta que me venció el sueño que tanto había anhelado en la noche, era un día gris pero eso me permitió dormir mejor, ojalá que descansara para no andar pensando en cosas que solo una niñata haría y que si llevaba a cabo le daría la razón a él.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Disfruten este nuevo capítulo. ¿Edward es un idiota o Bella una caprichosa?

Tú...IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora