Tú...Idiota

Comienzo de día.

-¡EMMETT YA DESPIERTATE!- grité desde mi habitación .ya eran las 6:25 y entramos a las 7, nada de qué preocuparse excepto  que el camino a la escuela es de 20 minutos por lo que solo nos quedan 5 minutos.

-Ya para de gritar que ya baje. ¿Llevas todo?

-Claro no soy como tú

-Como sea bell's vamos.

Salimos de la casa y encontramos una gran sorpresa ¡un jepp! Era rojo y muy grande, aunque para Emmett es perfecto. Al acercarnos más había una nota que decía: "Emmett llévalo con cuidado es tuyo, es para que no tengan que caminar tanto para llegar a la escuela. Bella no te pongas celosa a ti te compraré uno, cuando tengas el permiso. Los quiere mamá" 

-Mamá tan considerada, ¿no Bella?-dijo Emmett – anda sube.

-Sí ella siempre lo es. Mmm Emmett, me ayudas

-Claro pequeñuela-y rompió a reír mientras me ayudaba. El camino fue muy silencioso por eso me pregunte si Emmett estaría nervioso, ya que, para que Emmett mantenga su boca cerrada es muy pero muy complicado. Estuve tentada a preguntarle si mi suposición era cierta pero decidí que era mejor dejar las cosas así.

Mientras girábamos para llegar a la escuela, me pareció que nuestro auto era muy elegante para el pequeño lugar, pero luego eso no me preocupó pues había, un flamante volvo y un descapotable rojo aparcados uno junto al otro que destacaba en aquel lugar gris.

-Bella baja ¿Bella estas bien?-me pregunto Emmett.

-Si, solo...solo son nervios no te preocupes. Me ayudas.

-Recuerda a las 2 aquí o caminaras a la casa-me amenazó mientras me ayudaba a bajar del jepp. Bueno si él se iba por las amenazas yo también.

-Y yo le diría a mamá.

-Soportaría su regaño-lo mire furiosa y con el ceño fruncido-. Ay bella, encanta que te enojes te pones colorada-me besó en la frente y se fue a su clase.

Mientras me bajaba el colorado revise mi horario. Me tocaba trigonometría 2 horas y... en el salón 3 el cual era muy fácil de ver. Cuando entré busqué un asiento disponible y ubiqué uno que se encontraba en casi el frente de la clase, al sentarme todas las miradas se posaron en mí, que horror ser la nueva y que todos y cada uno te vean como un juguete nuevo. Agaché mi cabeza a la espera del profesor mientras pensaba como iba soportar todo lo que sabía se vendría.

-Hola, me llamo Alice, ¿cuál es tu nombre?- me habló una chica que se sentó a mi lado. Levante lentamente mi cabeza para contestarle a esa pequeña chica de cabello alborotado y con rasgos suaves y delicados.

-Isabella, pero me dicen Bella y me gusta que me digan así- me sonrojé por la tonta y vergonzosa escena de la que yo fui la culpable.

-Muy bien, Bella, ya que sé que eres nueva y quisiera, claro si no te molesta, enseñarte la escuela.

-Sería un detalle muy grande de tu parte, y si me encantaría.

-Bueno muchachos hoy comenzaremos por un tema del año pasado para repasar y poder avanzar .Sucesiones... - nos interrumpió el profesor con un anuncio sobre la clase, cuanto me aburría el que repitiera una y otra vez el mismo tema. Pero, aun así, tomaría apuntes.

-Después hablamos, Alice, es mejor que pongamos cuidado.

-Vale, después continuamos, y... ojala podamos ser buenas amigas.-me dijo ella haciendo una carita.