Cambio ¿mío o del universo?

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La semana de recuperación fue larga y aburrida,  de ser una sola se convirtió en tres pues la herida de mi brazo no quería cerrar. Mamá y Emmett se empeñaron en que no moviera ningún musculo, no me dejaban parar a nada; quería salir al patio, me lo impedían; quería ir a la cocina, ellos iban.

Aparte de que estuvieran en cima de mí, me molestaba perder clase, tener que adelantar cada trabajo y materias  iba a ser caótico, ocuparía todo mi tiempo; eso me dejaba sin tiempo para James, con quien hablaba por correo y entablé en muy buena amistad, y podría jurar que empezaba que sentir algo potente por él, esperaba que él también lo comenzara a sentir por mi.

Alice se encargó de mantenerme al tanto de la escuela en todos los aspectos: según me dijo, mi accidente corrió por el pequeño pueblo y todos sabían de él; muchos enviaban cartas con ella aún sin siquiera yo conocerlos. Las cortesanas  habían empezado a correr rumores de porqué estaba en el bosque durante el accidente : drogas, sexo, hasta negocios ilícitos, me preguntaba hasta que punto se creerían sus embustes.

Tuve que ver al doctor, por consiguiente a Edward, a los los diez días, para mi ultima revisión y  para que retiraran los puntos, él los retiró. Sus.miradas no eran precisamente amables y podría jurar que se divertía cuando hacia una mueca cada vez, que retiraba un punto.

Hoy era lunes, mi regreso a las clases y Emmett estaba más insoportable que de costumbre.

-¿Sabes en qué salón estaré? ¿Tienes mi número en marcado rápido? ¿ Trajiste las medicinas?- suspiré.

- No me importa en que salón estas; no, tengo el de mamá; y sí, las traje.

-Bell's, recuerda ante cualquier cosa me llamas.

- Voy a estar bien- dije irritada. Me bajé del jeep para entrar a mí primera clase.

Entrar al salón fue como el primer día multiplicado por cien. Las miradas estaban sobre mí, esas miradas pronto dejaron de ser mi problema, una aglomeración las sustituyó a mi alrededor.

-"¿Bella qué te pasó? " "¿era grande el oso?" "¿Te hirió de gravedad?" "¿De verdad te salvo un chico guapo?" "¿estabas teniendo sexo con él?- las preguntas volaban y me paralicé.

-Hey, detengan la entrevista buitres- dijo una voz autoritaria detrás de la muchedumbre. Se hizo un pasillo entre la voz y yo, la pequeña duendecilla avanzó hacia mi con los brazos extendidos y yo la reviví en los míos.

-Me alegro de verte- susurré.

-Yo también- dijo Alice- vamos a sentarnos.

Los estudiantes curiosos, ahora irritados por la presencia de la princesa Alice, se dispersaron y resignados tomaron asiento a la espera del profesor, quien cuando llegó me saludó y pidió que cualquier molestia le informase.

La siguiente clase fue más dura, sin Alice de escudo, volvió a mí la muchedumbre en busca del cotilleo. Al menos esta vez esperaron a que me acomodara. Respondí las preguntas conforme se formulaban, descubriendo que las mentiras esparcidas por de las cortesanas no tuvieron más que algunos escuchas.

La corte y el rey entraron al salón extrañados por la aglomeración, Edward se dirigió a su asiento aburrido, lo vi pasar cuando el grupo se abrió para dar campo  a la corte. Las miradas de las cortesanas, furibundas, dirigidas a mí quedaron en el aire, no me importaban.

Jasper fue otro cuento.

-Hola, Bella ¿Estas bien?

-Sí-le Sonreí- no fue tan grave como parece.

-Me alegra que estés bien.

-Gracias- se despidió con una sonrisa.

El profesor entró de inmediato llamando a la clase, le estaba agradecida.

Tú...IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora