Edward:
No sabía que pasaba exactamente conmigo, mucho menos lo que concernía a Isabella y a mí, porque estaba claro, al menos una cosa de las tantas en mi cabeza, que entre los dos había algo más que simplemente hermandad, así se sentía.
Como acordamos, fui a psicoterapia y psiquiatría, no fue gran sorpresa encontrar que tenía un trastorno de la adaptación, sabía de ante mano que lo mío en realidad no era tan malo como lo que le sucedía a Isabella, yo no necesitaba medicación, eso ya era algo, pero ambos necesitábamos terapia y vaya que había servido.
Ya no sentía odio por aquella mujer, tampoco estaba en mis pesadillas desde hace algún tiempo; y por Isabella... no sabía exactamente como me sentía por ella, aún estaba con la carga de la culpa en mis espaldas, quizás nunca se iría de mí, verla... me hacía feliz, no sabía cómo, pero sus ojos marrones, desde hace algún tiempo brillando me llenaban de paz.
Estas vacaciones resultaron para mí un mundo de autodescubrimiento, me veía a mí como alguien capaz de amar y ser amado, que no debía poner escudos, mucho menos espadas entre las personas y yo, en especial con aquellas a las que puedo querer; por supuesto, solo existe una persona con la que no puedo ser medianamente amable, y ese es Black. No por alguna razón en específico, salvo que es mi rival en la facultad por el primer lugar y que, así no quiera admitirlo, no tolero verlo sonreír con Isabella, me enferma que ella ría y lo abrace, me niego a pensar que es algo relacionado con celos, aun así, no puedo evitar sentirlo.
Sin embargo, volvíamos a nuestra rutina en la mañana y solo hoy nos quedaba de esta tregua. Estábamos en esta cena de despedida, a la que inevitablemente Black fue invitado; pasando por alto mi hastío por su presencia, sensación que logré ocultar perfectamente de todos, estuve realmente alegre jugando con mis hermanos, y burlándonos de Emmett. No salté de ese acantilado, obviamente cuido de mi salud, me quedé con Isabella mirando como ellos hacían su demostración de hombría, y vi en sus ojos, sus hermosos ojos, como el anhelo por el salto la seducía, sonreí de placer, pues ella es un gatito que desea saltar y ser un tigre, y lo es, en cierto grado, fue así como supe que ella ya había saltado y por eso sonreía con picardía mientras su hermano mayor contaba su hazaña.
— ¿De qué ríes tanto, Bella? — dije con un deje de arrogancia en mi voz, retándola, sabiendo que querría acallar mi tono.
Me miró con decisión y sonrió. Esa es la princesita que me gustaba ver.
— De Emmett, el cobarde.
Esas breves, pero perfectas muestras de nuestra relación, ya no de burla, mucho menos desprecio, sino de camaradería era lo que me hacía sonreír cada día, pues ella ha despertado en mí una felicidad que no sabía que existía en mi ser.
— No lo sé —continuó Esme preocupada por la temeridad de su hijo—, no estoy segura de esto, sé que Jacob esta ileso, y no me malinterpretes sé que eres muy bueno —hice un mohín en mis adentros, como si él fuera perfecto—, pero conozco a mis hijos, y Emmett suele desmeritar al peligro y Bella no tardará en seguirlo y ya sabes de su suerte y torpeza...
— ¡Oye! No me eh caído ni tropezado en meses — si no la conociera creería que en verdad le molesta, pero solo intenta que su hermano salga ileso.
— Lo sé, cariño, pero es algo a considerar.
— Esme, ellos saben lo que hacen —intervino mi padre sonriéndole—, déjalos, sé que Jacob cuidará de la imprudencia de Emmett y la suerte de Bella ¿No es así?
-— ¡Claro! Lobo guardián a sus órdenes.
Suspiré una vez empezaron a reír, aliviado que nadie me mirara a mí en este instante, pues de oír su voz solo ganaba que me irritara más. Isabella le sonreía con la mirada que una vez me dio a mí, cuando la consolaba, cuando era parte de su vida y quien la sostenía; no sabía cómo, pero me encargaría que esos ojos me miraran otra vez, que fuera el calor del marrón los que me salvaran, no supe el pensamiento y deseo, de ser yo parte real de su vida, si había surgido de la envidia o de una razón noble, pero la quería. sonreí, dios, la quería y sería parte de su vida. Ella me miró con sus ojos brillando y sonriendo, supe que le debía mi vida y le devolvería la suya.
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Tú...Idiota
FanficBella vuelve a su hogar sin su más grande amigo, su padre, luego de su muerte, con su madre y hermano para empezar en el lugar que amaba su padre, Forks, allí el amor se dará solo que las situaciones no serán las épicas del amor consagrado, porque...