Tú...Idiota

Extra: la leona y el león II

Rosalie:

Nunca me había sentido tan decepcionada en toda mi vida, no sólo por Royce, sino por no haberlo visto venir, digo, yo jamás habría sido tan terca, no soy de esas cosas, tampoco habría obviado los consejos de mis amigas, nunca...pero aquí me encontraba llorando por las calles de Forks sin que me importara que me vieran así ¿ya que más daba si él y esa zorra me habían humillado de esa manera? 

Decidí ir a casa de Alice, porque seguro allí estaría mi hermano, luego de revisar las innumerables llamadas perdidas que me había hecho, como si fuera a suceder algo en Forks, pero luego vi la hora y supe que fui muy desconsiderada al no llamar y decir que me demoraba, suspiré y me encaminé a las afueras de la ciudad por la ciento uno, todo el camino lo hice llorando hasta que tomé la salida a la casa de los Cullen y allí empecé a controlar mi llanto, porque habían ya poca cosas de las que estaba segura, pero sabía que Alice querría decirme que ella tenía razón, que la debí escuchar; también estaba segura que mi hermano me querría decir lo mismo, pero con menos delicadeza. 

Sonreí con sinceridad al parabrisas antes de bajar del auto, Alice y mi hermano eran tal para cual, nunca encontrarían a otro, son almas gemelas.

Me sorprendió que Jasper no me dijera nada sobre lo ocurrido, estoy segura que él tuvo que haber oído algo, si algo he aprendido estos años de ser amiga de Alice es que en su casa muy pocas veces existen los secretos, la única habitación que estaba aislada era la de Carlsile, ¿qué podrían esconder sus hijos? así que ojos que no ven...

Así que sí, yo sabía lo que Emmett siente por mí, Alice me lo dijo emocionada al día siguiente de haberme libreado de ese controlador. Recuerdo haber reído , pero estaba nerviosa porque desde hace mucho venía sintiendo... algo por Emmett, digo ¿cómo no hacer si es tan dulce?  Reí porque estaba asustada, yo sabía que él estaba actuando raro, demasiado atento conmigo, pero no le presté atención, él era mi amigo, después de todo. Durante esos días siguiente había sentido que en realidad yo lo quería y él era todo lo que yo había pedido en el que llegara a ser mi esposo, por supuesto esperaba encontrarlo muchos años después, pero cuando cupido toca a tu puerta tú sólo puedes invitarle a entrar.

Los días que pasaron fueron muy lindos con Emmett a mi lado, logré renunciar a la idea de venganza por la humillación que Royce y Lauren me hicieron y ser capaz de seguir adelante, sin que las opiniones de los cotillas me afectara en lo más mínimo. También pasaron con Alice hablando sin cesar de lo tonta que era Bella por no dejar a James, pero yo sabía como ella podía estar sintiéndose, digo, también temía lo que un futuro incierto sin Royce—el más aclamado chico— podía deparar para mí; así que no le dije nada al respecto, eso era lo peor que podría hacer por ella, no necesitas que te digan que hacer, mostrándote cuán equivocada estás, sino que te muestren apoyo, no culpas ni reproches, que te muestren un futuro tranquilo con bases firmes al cual saltar.

¿Por qué accedí a hablar con Royce ese día? no lo sé con certeza, quizás quería perdonar su ofensa y tal vez olvidarla, pero las cosas se tornaron feas cuando él me dijo que se lamentaba jamás haber estado conmigo.

  — ¿Qué estás diciendo? —pregunté retrocediendo un poco.

— Bueno, eres hermosa, Rose ¿por qué no me dejas ver cuanto?

Él dio un paso, yo me giré y comencé a correr, vi su sonrisa y supe lo que él deseaba que pasara, pero él llego y me tomó por el cabello halándome directo al piso, grité esperando que alguien me oyera, estábamos en la escuela, alguien debía hacerlo; luego él tomó mi blusa y la desgarró por la mitad mientras le pegué una patada que lo alejó de mí y me arrastré intentando ponerme de pie y correr, mas otra vez fue más rápido y tomó mis manos e inmovilizó mis piernas con el peso de su cuerpo, vi sus ojos llenos de lujuria y pensé que llegaría mi final. Gracias a un ángel eso no pasó.

Emmett llegó lanzándole un puño en la cara a Royce que lo levantó de mí, me arrastré lejos y vi como mi héroe peleaba con ese ser despreciable, luego llegó Bella y no pude dejar de pensar en lo que pudo ocurrir, no pude, menos, sabiendo que eso le podía suceder a ella.

Sin embargo no puedo decir que esta experiencia me está atormentando día y noche y que no puedo dormir, si algo tengo en mente de los días posteriores a lo que sucedió todo es la compañía de Emmett, siempre a mí lado, manteniendome fuerte antes las miradas de los demás, me hacía sentir la vida cuando ya no quería verla de nuevo ¿cómo querer vivir si en mí  juicio no podía confiar y me llevó casi al final de mi existencia? Así que sin pensarlo le dije que sí cuando me pidió ser su novia, lo quería desde hacia mucho tiempo, y los sueños de la familia que quería formar con él, sueños que podían ser reales, me mostraron la felicidad que estaba viviendo con él, en sus brazos, meciéndonos en la hamaca con al puesta de sol ¿había algo más perfecto que esto? 

El amor... el verdadero, te da felicidad en sus brazos, y los suyos eran tan grandes como la felicidad que nos espera.

Vi luego como esa felicidad se vino a pique con lo que sucedió con Bella; Emmett estaba al lado de su cama pidiéndole perdón por no haber actuado antes, por haberla salvado de las garras de James, yo acariciaba su hombro para consolarlo, pero yo sabía perfectamente que no era sólo eso, también me sentía culpable, quizás todos lo hacíamos de algún modo, unos con más razones que otros, pero al final sabíamos que pudimos hacer algo por alejarla de James, en especial yo que sabía que eso iba a pasar, tarde o temprano, sucedería por el simple hecho que ambas vivimos lo mismo mientras estábamos en un limbo y porque ambas nos llenamos de dudas sobre el monstruo que por error llamamos amor.

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Este es más corto, pero estoy luchando con el sueño.

Como en el anterior extra aquí también hay una escena del futuro escondida ¿cuál será?