Flashback: Primer aniversario.

689 74 0
                                    

La escuela entera confirmo los rumores cuando Pete incio su segundo año y Vegas el tercero, entrando al edificio con sus manos entrelazadas y enormes sonrisas.

Se acompañaban hasta la puerta del salón de clases de Pete donde se despedían con un beso en la mejilla para iniciar su día. A la hora del almuerzo comían juntos en la cafetería y al salir de clases se quedaban conversando un rato, algunos días caminaban al centro comercial solo por no querer separarse. La mayoría de los alumnos les sorprendía la sinergia entre esos dos chicos, eran tan opuestos pero similares al mismo tiempo, transmitian felicidad y su mirada de amor mutuo era genuina.

-¿Quieres ir a mi casa?- pregunto Pete abrazado a la cintura de Vegas mientras éste apretaba sus mejillas.

-¿A que?- pregunto dando pequeños besos en sus labios.

-Hoy me confundí con algo de geometría ¿Puedes ayudarme?- Lo miro a los ojos con un puchero.

-Claro que sí-dejo otro beso separandose al fin para tomar su mano al caminar y pedir un taxi.

Las sesiones de apoyo ya no eran en la biblioteca, se acostumbraron a hacerlas en casa de Pete. Su padre atendía el local todo el día, incluso llegaba tarde por terminar de limpiar, así que él estaba ahí solo siempre, le parecía lindo la compañía de Vegas y una forma de no comer solo.
Un día su padre decidió cerrar temprano ya qué se sentía enfermo, haciendo qué los chicos fueran sorprendidos en medio de su merienda de despedida casi diaria.
Un nervioso Vegas se presento como el novio oficial de su hijo, ganándose ambos primero un regaño y luego una serie de amenazas sobre como no dejaría que su hijo descuidara la escuela por un novio; los dos aseguraron qué eso no pasaría, incluso mencionaron la gran tarea de que lo ayudaba con temas difíciles. Una última advertencia de que no debía estar ahí cuando fuera de noche, mucho menos si él no estaba presente y lo dejo ir.

Pasaron días, semanas, meses con su día a día lleno de abrazos, besos, cariños, comentarios molestos de parte de sus amigos sobre lo cursi qué era Vegas al llevarle cada mes sin falta una flor diferente a Pete, generando la curiosidad de que tanto hablaban en secreto cuando estaban a solas para que Pete tuviera sonrojos y no dejara de reír.

-¿Qué es esto?- pregunto Pete saliendo del edificio del departamento con su típica ropa de pantalón de mezclilla, tenis y una playera con algún estapado, en esta ocasión, gatos.

-Papá me lo dió- respondió Vegas acercándose para tomarlo de la cintura para pegarlo a su cuerpo antes de darle un beso, más largo ahora que tenían práctica.

-Vaya... ¿Cual es el motivo?- llevo sus brazos a su cuello, se habían acostumbrado a esta nueva fase de cariños.
Se habia dado de forma natural, en algún punto los besos inocentes no eran suficiente asi qué habían decidido avanzar un poco más, llegando a este punto donde había más profundidad y ligeras caricias más íntimas entre ellos.

-El motivo es.. qué llego el correo de la universidad, donde dicen que me aceptaron, quería dármelo después pero dijo que ya qué soy mayor de edad y podre manejar libremente, no tenia caso retrasarlo- beso su mejilla, bajando a su mandíbula y llegando hasta su cuello haciendo cosquillas con su nariz después de besarlo haciéndolo reír como tanto le gustaba.

Las citas se hicieron más interesantes con el auto, podían ir y venir a donde quisieran, sin preocuparse de la zona, el tiempo, el clima, ni la distancia.
La graduación de Vegas llegó, fue cuando Pete conoció a su padre la primera vez. El señor Kan era muy imponente, con un semblante serio, una voz dura y distante. A pesar de que lo saludó con educación cuando se presentó, verlo sonreír y felicitar a su hijo, Pete seguía sintiéndose algo intimidado. Agradecía no encontrarlo las veces que acompaño a Vegas a casa por olvidar su ropa del gimnasio.

-Sorpresa- susurró Vegas llegando por la espalda de Pete en el centro comercial, haciéndolo girar para dejar frente a su rostro un ramo de rosas.

-Te gusta asustarme- dijo Pete con una sonrisa para tomar las flores- Siempre son hermosas-

-Igual que tu, lindo- lo jaló hacia él besando sus labios- mhh.. fresa- Pete soltó una risa, despues tanta practica de besos habia tomado la costumbre de usar bálsamo- No puedo sacarte de noche a cenar pero... hice mi mejor esfuerzo-

-¿Por que? Yo solo te compre un barazalete qué grabe con nuestros nombres. Ni siquiera es de oro- Pete bajo su mirada avergonzado.

-Porque te amo, asi de sencillo. Te amo y haría cualquier cosa para tener tu sonrisa cada día- levanto su mentón dejando otro beso- Vamos- tomó una de sus manos para caminar al restaurante, aun con la luz de día entrando al lugar.

Los guiaron hasta la mesa más retirada del lugar, donde había decoraciones en rosas blancas y rojas, un plato en el centro con pasta y albóndigas, mientras al rededor había otras guarniciones. Vegas lo ayudo a sentarse, dejando el ramo en la silla libre a un costado y tomo su lugar enfrente. Cenaron con algo de soda y agua, Vegas sabía que no les servirían alcohol aunque quisieran darle ese toque de romanticismo.
Las miradas y caricias suaves ocasionales en las manos por parte de ambos les daban esa sensación de privacidad. Terminaron la cena con una rebanada de pay de limón, el favorito de Pete. Al final intercambiaron sus regalos, el brazalete de Vegas era ideal para él, elegante pero masculino, el tono plateado del material contrastaba bien con su piel. El regalo para Pete era un lindo collar de oro, delicado en la cadena y un dije en forma de corazón color azul, porque ese color era hermoso en Pete sin duda.

Salieron del restaurante cuando estaba ocultandose el sol, subiendo al auto de Vegas para que fuera a dejar a Pete a casa.

-Te amo, se que apenas es el primer aniversario pero quería que fuera lindo ¿Lo hice bien?- pregunto cuando se estaciono fuera del edificio.

-Fue perfecto, me hiciste sentir muy especial- se acerco para tomar su rostro besandolo- También te amo Vegas, eres el mejor novio del mundo- volvió a su cometido haciendo uso de su corta experiencia para hacer el beso mas lento.

-Tu eres el mejor chico del mundo, eres especial, amo tu sonrisa, tus ojos, tu nariz- se acerco rozandola entre sí mezclando sus alientos- tus labios- cerró los ojos iniciando ahora Vegas el beso lento.

La respiración de ambos se agitó, cuando se separaron podían verlo en los ojos del otro. Sin ninguna palabra volvieron a lo suyo, las manos torpes de Pete se aferraron a la camisa de Vegas mientras él bajo una de sus manos al muslo de Pete mientras la otra sostenía su rostro. Se besaron unos minutos más en la misma posición para separarse después encontrando a ambos con sus labios rojos e hinchados.

-Debería...- Pete bajo su mano para sentir el corazón acelerado de Vegas en su pecho. Podía sentir su calor corporal y ligeramente la tensión en sus músculos, había olvidado que Vegas llevaba varios meses haciendo ejercicio, aun no podía ver los resultados con sus propios ojos, de pronto sintió curiosidad.

-No, no deberíamos. No esta bien- retiro su mano de la pierna y suavemente quito la de Pete- Entra a casa-

-¿No te gustó?- pregunto con duda, quizás había hecho algo mal, era inexperto y tal vez lo que hizo no se había sentido bien para Vegas aunque para él si.

-Me encantó. Me gusta besarte así... podemos hacerlo asi a partir de ahora ¿Esta bien?- consiguió un asentimiento con su sonrisa brillante característica- Entra a casa, si tu padre nos ve así tendremos problemas-

Entre risas se despidieron una última vez, dando por terminado el día especial de marzo para ellos antes de iniciar un nuevo ciclo escolar.

Overboard (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora