Había entrado a trabajar a esta empresa cuando recién egreso de la universidad, sin embargo, después de mucho tiempo sentía que lo correrían por no hacer bien su trabajo.
Entonces llego el nuevo encargado de área, el hijo del director, quien era claramente joven, todos en la empresa hablaban de eso.
Aun así, no dejo llevarse por los rumores y se limitó a hacer su trabajo, con algunas llamadas de atención al hacerlo mal, pero recibiendo consejos y apoyo por parte del mismo jefe. Eso lo hizo comprender qué a veces no importa tanto la edad o los estudios, hay personas que simplemente nacieron para algunos puestos.Gano más confianza después de escuchar algunas recomendaciones más y mejoró en su rendimiento mensual de ventas con el tiempo.
La última vez uno de sus compañeros enfermó, por lo que su gerente lo llevo con él a renovar un contrato con un socio, se moría de nervios por echar a perder un cliente, por suerte no fue así, regresaron con un mejor contrato incluso, sumando algunas nuevas presentaciones de producto extras.
El último mes, quien fue su jefe y ahora es vicepresidente le ofreció cambiarlo de puesto, lo que suponía un sueldo mayor, no le quitaba el sueño el dinero, con su sueldo actual podía mantenerse estable pero no le haría daño un poco más.Capacitó al chico nuevo, era lindo, el hoyuelo en su mejilla formado cuando sonreía era tierno. Ken estaba en cierto modo flechado, ese chico logró en el primer día algo que a él mismo le costó más de un mes, además tenia esa vibra llena de seguridad y una mirada muy cautivadora. Sin embargo, la ilusión qué le daba conocerlo más se iba de inmediato al bajar la vista hacia su abdomen. No eran cercanos así que no tenía las agallas para preguntar, pero suponía qué ese chico tenia pareja y estaban formando una familia.
Le enviaba mensajes de vez en cuando después de que lo llevo al hospital, solo preguntando como estaba.-¿Estás seguro de que puedes regresar ya?- le pregunto.
-Si, eres igual que Vegas, son unos exagerados. Ya pasaron dos meses, necesito volver a trabajar- se expreso encendiendo su computadora.
-¿Donde dejas al bebé?- pregunto por curiosidad.
-En una guardería- respondió simple.
-¿Y tu esposo esta de acuerdo con que trabajes?- desvío la mirada confundido, no tenía caso que siendo tan reciente, dejaran a un pequeño lejos de sus padres en una guardería.
-Solo somos Syn y yo- Ken pudo notar la pequeña mueca en su rostro.
-Lo siento. No debí preguntar, fui entrometido- se alejo del escritorio para ir al suyo al otro lado del pasillo.
No se acercó durante unos días por pena de haber sido tan imprudente.
-¿Ya no iras a supervisarme?- escucho mientras lo veía sentarse a su lado.
-Desde el primer dia sabias hacer bien eso, no es necesario- le dijo con una sonrisa.
-Si pero todos son unos groseros conmigo, nadie habla tan bien conmigo como tu- giro su cabeza al escucharlo para ver como le daba una sonrisa con ese lindo hoyuelo formándose.
-¿Qué harás saliendo?- se armo de valor para preguntar.
-Iré por mi pequeño a la guardería- respondió simple.
-Pero.. después de eso. ¿Tienes planes?- termino su almuerzo y recogió la basura.
-No, solo iremos a descansar a casa- termino también con su comida guardando su recipiente vacío en una bolsa de tela.
-¿Puedo.. invitarlos a comer?- pregunto mirándolo fijamente. No tenia caso hacerse el interesante, le gustaba, le parecía atractivo y quería conocerlo más.
-¿Por que?- pregunto algo sorprendió.
-Porque me interesas- soltó sin más con una sonrisa- Pero entenderé si no quieres-
-Debo pensar en mi hijo primero- mencionó poniéndose de pie.
-Entiendo, claro. Aunque solo iremos a comer.. sin presión, no tiene porque significar algo- se puso de pie también caminando juntos de vuelta a su área.
-¿Haces esto seguido?- pregunto mientras caminaban.
-No, nunca había sido tan directo- respondió entre risas.
-¿Que quieres realmente? Tuve una juventud muy loca pero ya lo deje, no voy a meterme contigo solo porque si- llegaron al pasillo qué conectaba los escritorios.
-Tampoco soy un chico, tengo 28 años y un trabajo estable. Lo digo en serio cuando digo que me interesas, no estoy hablando de una aventura o algo así. Podemos conocernos más por fuera del trabajo ¿Te molesta que lo intente?- sostuvo su brazo para llamar su atención.
-No me molesta pero.. me cuesta creerlo un poco- admitió desviando la mirada.
-Dame la oportunidad, si te sientes incomodo o no te gusta lo que hago, te dejaré en paz- lo soltó y le dio una sonrisa- Te espero a la salida para ir a comer- se dio la vuelta para ir a su escritorio donde libero un enorme suspiro, sin poder creer de donde saco la confianza para decir esas cosas.
Era la primera vez que Ken conocía a un bebé tan pequeño, mentiría si dice que no le parecía tierno, porque claro que lo era. Aun más cuando veía frente a él ese cuadro del chico hablando de forma tan cariñosa a su pequeño, su corazón se aceleraba con esa imagen.
Pasaron semanas en las que se veían un par de veces por fuera de las horas laborales. Escuchar las anécdotas universitarias de Tawan era divertido, compartió algunas de las suyas, que eran completamente opuestas en lo social. La convivencia cada vez más personal y privada hizo que su trato fuera mucho mas comodo e íntimo dia a día. Sus compañeros lo notaban, no tenían porque esconderlo, la empresa no prohibía eso.
Uno de tantos días lo llevo de regreso a su departamento, ayudándolo a cargar la maleta del pequeño hasta la puerta.
-Siempre regreso a casa de buen humor gracias a ti- le comentó con una sonrisa.
-Esa es mi intención, me gusta verte feliz, tu hoyuelo es muy lindo- acercó su mano a acariciar su mejilla.
-No hagas eso- levanto su mano libre dando un empujón suave en su pecho.
-No puedo evitarlo, te pones tímido. En tus historias pareces un chico sin vergüenza pero mirate... un cumplido te pone asi- le dijo divertido acariciando de nuevo su mejilla- Puedes golpearme si quieres despues- se acerco a dejar un beso en su mejilla- ¿Te molesta que haga eso?-
-No.. es lindo- soltó un pequeño suspiro- Syn necesita su siesta. Te veo mañana en la oficina- se despidió con una sonrisa cerrando la puerta.
-Tu eres más lindo.. y ese pequeño tambien- susurro soltando un suspiro al regresar a su auto- No importa el tiempo que tarde... voy a salir contigo- regreso a su casa.
Sabia lo que decían sus compañeros, pero nadie tenia derecho a juzgarlos, no podía evitarlo, la atracción con ese chico era inmensa desde el primer dia que lo conoció. Mantener contacto y convivir con él solo lo hizo darse cuenta que en verdad se complementan en la mayoría de las cosas y que le gustaría poder verlo todos los días sonreír a causa suya.

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Overboard (AU)
AcakVegas y Pete eran la pareja del momento, desde que se conocieron todos a su alrededor podían sentir la química entre ambos jóvenes; generando una expectativa sin pensarlo mucho. Sin embargo, todos estamos expuestos a tomar decisiones precipitadas...