PETE

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Le dolía el estomago de tanto reírse de una anécdota de otro compañero de clase en su trabajo, algo sobre como lo habían confundido con alguien más y le montaron una escena de traidor.

Pete había olvidado lo que era convivir con un grupo de personas y reírse de esa forma. Terminaron su hora de desayuno, al final no había ido a desayunar a ningún lugar, si no que su amigo le trajo el desayuno al salón. Comieron juntos y después se retiró, dejándolo como en este momento, en medio de una conversación animada con algunos.

-Ya dinos ¿Tienen algo? El otro día quien vino por ti era otro tipo. Si qué tienes talento- le había dicho uno de sus compañeros cuando las risas terminaron, ganándose miradas curiosas.

En todos lados las personas aman hacer chismes, eso lo tenia asegurado.

-No tengo nada, Blue era mi vecino, lo conozco de muchos años y quien viene por mi si es mi novio- contesto tranquilo.

-Estoy seguro que lo he visto en otro lugar, no recuerdo donde- respondió otro confundido.

-Bueno va a muchas cenas, quizás alguna vez fue al restaurante donde trabajas- dijo como si nada.

-Tal vez... vaya. Así que tienes un novio rico ¿Entonces que haces aquí? Debe mantenerte muy bien casa- la mirada curiosa de todos regreso a él.

-Ya les dije, yo quería seguir, solo espere a que mi niño creciera un poco- se encogió de hombros para aprentar tranquilidad, aunque ya se volvía incomodo con toda la atención sobre él.

-Pues yo creo que es buena idea, no debes depender solo de lo que haga tu pareja. No hay nada mejor que algo propio y estudiar es un buen medio- le respondió una mujer, probablemente de las más grandes de edad para cortar el tema de una vez.

Cambiaron la atención hacia otra persona y siguieron hasta que termino el descanso.

Para la hora de la comida, Vegas le aviso que iría por él está vez. Regresando a casa para dejar ir a Chay.

-Puedo quedarme aquí con él- le dijo Vegas mientras él hacia la mochila de Macau.

-Le gusta ir conmigo, se distrae- contesto tranquilo.

-Pues lo llevare al parque, hay uno cerca. Para que puedas concentrarte en la clase- sintió los brazos de Vegas rodear su cintura por la espalda.

-Supongo que es buena idea tambien- respondió pensativo, tenia razón, si él estaba desocupado era mejor que se quedara jugando con el pequeño.

-Problema resuelto. Vamos se te hará tarde- salieron juntos hasta el auto, ajustaron cinturones y avanzaron-¿Te llevo a desayunar?- pregunto Vegas después de un rato.

-No, solo me llevo el desayuno a la clase- respondió revisando su teléfono.

-¿Lo vieron los demás?- Pete pudo notar como su mano se tenso en el volante.

-Pues si, llevo la comida y desayunamos juntos- miraba por la ventana para no hacer contacto visual.

-No te quiero controlar pero... por favor, ponle límites. Eres MI novio, no puede invitarte o hacer esas cosas, se ven mal- llegaron a la entrada del edificio donde ya había un grupo reunido.

-Todos saben que soy tu novio, yo no siento que este haciendo algo malo ¿Por desayunar con un amigo?- pregunto frunciendo el ceño.

-Si, por hacer eso la gente puede malinterpretar- apago el motor del auto.

-¿Y a ti que? En todo caso el qué queda mal soy yo, tu serias la pobre victima- rodó los ojos.

-No es por quien tiene la culpa, es porque ven cosas que no son. Pete- lo tomó de la mano cuando intento abrir la puerta.

-¿Qué?- pregunto molesto.

-Últimamente me contestas muy frío. ¿Hay algún problema? ¿Te están metiendo ideas? Deberías ver que amigos tienes, si intentan convencerte de cambiar algo no deberían ser tu amigos. No quiero que te juntes con personas asi- el agarre se había vuelto más fuerte.

-Me lastimas- se soltó con fuerza- ¿Sabes? No hay ningún problema, solo me di cuenta que me falto divertirme un poco más. ¿Es tan malo que quiera conocer gente nueva? Eso era lo que querías tu también. Si, me hacia falta socializar y lo estoy aprovechando-

-Socializar y coquetear son cosas diferentes- volvió a tomarlo del brazo.

-¿Quien esta coqueteando? Vegas.. no me digas que esta faceta tuya tampoco me dejaste verla en 5 años de relacion- quito el agarre con una de sus manos- Sabia que eras algo celoso y posesivo pero eres tu quien mal interpreta hasta una simple sonrisa amable. Exageras-

-¿Yo? ¿Exagerar? Si te dieras cuenta de como te ven los hombres no me dirías eso. Mirate, vienes todo lindo, arreglado, te preocupa hasta el más mínimo mechón de cabello, como si buscaras impresionar a alguien- dijo mientras lo miraba de pies a cabeza.

-Pues si, lo hago para impresionar a alguien- abrió rápidamente la puerta para salir del auto y entrar un momento a despedirse del pequeño Macau qué jugaba con un carrito en el asiento de atrás.

-¡Pete!- le gritó cuando avanzó. Con un suspiro rodó los ojos otra vez para volver a la ventanilla del auto.

-¿Qué?- pregunto ahora irritado también.

-¿Para quien arreglas tanto tu imagen?- podía ver el enojo en la mirada de Vegas pero también había otra cosa ¿Miedo? No, Vegas no tiene miedo a nada en este mundo, todo lo tiene bajo control.

-¿No te has dado cuenta?- se quedo en silencio un momento antes de mirarlo a los ojos sin dudar- Lo hago para mi. Porque me gusta verme así al espejo cuando salgo- soltó otro suspiro- No seas exagerado, empiezo a pensar que si me crees capaz de hacer algo tan bajo como engañarte-

Se dio la vuelta sin esperar nada más y entro directo al edificio, para este momento ya todos habían entrado, por suerte, si no tendrían qué haber visto todo el drama y empezarían las preguntas incómodas de nuevo.

El par de horas pasaron rápido, algunos detalles eran interesantes, al tener un hijo de 4 años que estaría próximo a entrar al jardín de niños, esto era muy útil para él, sobretodo como ayudar a estimular su aprendizaje.

"¿Donde están? Salí"

Envío el mensaje de texto mientras caminaba alrededor del lugar.

"Vamos para allá"

Se quedó recargado en alguna pared hasta que vio el auto llegar.

-Papi.. mida- giro su rostro hacia el pequeño en el asiento trasero- Papá.. uno avión...- le enseñó un avión de papel doblado- ¡Vueda!- aplaudió emocionado.

-Que lindo, papá es muy bueno con esas cosas- respondió con una sonrisa antes de volver su atención al frente.

Pete amaba a Vegas con locura, pero ya no iba a quedarse callado asintiendo solo por no querer hacerlo enojar. Él también tenia derecho a pedir cosas, no solo a dar. Eso lo pensó durante todos estos años pero nunca reunió el coraje para hacerlo.

Decirle sus verdades a Vegas no era tan malo como pensaba, era necesario hasta cierto punto, de lo contrario, nunca iban a terminar de conocerse en realidad, vivían en una mentira, una burbuja donde todo era amor y armonía dentro de casa. Si esa burbuja iba a explotar, lo mejor era hacerlo de una vez, a tiempo y no cuando las cosas no tuvieran otra solución.

Overboard (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora