Flashback: Confianza

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El encuentro después de esa fiesta solo fue el inicio. Vegas se pasaba casi todas las tardes que podía en el departamento, algunas veces muy ocupado y algunas otras solo disfrutando su compañía, pero siempre retirándose a tiempo para que su padre no se enterara, adrenalina, le llamaron ellos.

Cada que se iba a una fiesta utilizaba a su amigo como excusa para no volver a casa, incluso se iba a cambiar de ropa y arreglarse con él.

-¿No crees que si sospecha algo?- le pregunto un día Tay mientras lo ayudaba a arreglarse el cabello. 

-No. Tiene mucho trabajo en la panadería, el chico que atiende por la tarde ya no pudo ir, así que no hay tiempos libres- respondió colocando su collar azul. 

Una fiesta como las demás, gente alcoholizada, fumando, drogados incluso pero no importaba, él solo tenia su atención en Vegas y lo sexy que se veía con el cigarrillo en su mano izquierda. 

-¿Ya nos vamos?- le pregunto removiéndose sobre sus piernas a propósito y dejando un beso en su cuello. 

-¿Tan pronto?- respondió Vegas divertido rodeando su cintura entendiendo la referencia de su novio.

-Hoy tengo un regalo para ti- miro alrededor comprobando que nadie los veía y separo un poco la tela de su pantalón de vinilo, que dejaba muy poco a la imaginación por lo apretado y delgado que era el material. 

-Vámonos de aquí- lo beso una vez mas después de ver la orilla de esa prenda interior, tenia un serio problema con esas cosas y Pete ya lo había descubierto. 

Después de las fiestas siempre iban a diferentes lugares, por lo general terminaban en un hotel, motel o si su desesperación era tanta, solo buscaban un lugar apartado y lo hacían en la parte trasera del auto de Vegas. Ese día era turno del auto, ya que no encontraron un lugar cerca. 

-No puedo creer que se los acabara- se quejo revisando espacios del auto donde guardaba sus preservativos- Ese idiota de Tawan debería comprar los suyos- 

-Esta bien- dijo Pete jalándolo de vuelta al asiento- Solo haz lo tuyo- 

-No, así no, sabes que no esta bien- dijo cerrando los ojos al sentir de nuevo el roce de la entrada del menor.

-Podemos comprarla, no importa. La tome la primera vez y funcionó, en mi cumpleaños también funcionó. Lo hará de nuevo...- Pete se acomodo el mismo en posición para terminar con su necesidad de una vez- No te distraigas... te necesito aquí- 

Esa voz y el gemido posterior terminaron con el autocontrol de Vegas, ese día aun con la incomodidad del auto soportaron tres rondas en total. Así eran ellos, habían descubierto que los dos eran unos hambrientos para el sexo, culpaban a la edad, la juventud, el amor, no sabían que lo causaba, quizás solo eran así y ya.

-Te ves horrible... ¿Tu novio acabo contigo anoche?- pregunto otro de sus amigos, Arm. 

-No. Vegas esta en semana de exámenes, no lo quiero distraer, no pude dormir, tenia malestar estomacal- dijo tomando asiento en la cafetería. 

-¿No vas a comer nada?- pregunto Tay llegando a su lado con la bandeja llena. 

-No, te dije que me sentía enfermo. Déjenme descansar- se recostó en la mesa para dormir unos minutos. 

El malestar desapareció en un par de días, no vio necesario contarle a su novio, no quería incluso enviarle mensajes, estaba en evaluación a mitad de semestre, debía concentrarse. 

-Oye yo creo que ya fue demasiado- volvió a comentarle Arm- No estas comiendo nada- 

-Estoy bien, no me da hambre. Creo que extraño a Vegas, aun le quedan exámenes- menciono jugando con unos trozos de manzana, lo único que soportaba su estomago. 

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