Macau se quedo sentado en la cama jugando con sus manos entre risas mientras Pete se hundía en sus recuerdos nuevamente, una cama y el olor a colonia, el recuerdo más vivido de Pete, uno en el qué no había pensando en un buen tiempo, pero esa combinación y la voz de Vegas lo habían traído a flote. Soltó un suspiro agitando la cabeza para no dejarse invadir por el pasado.
-Vamos a limpiar- con calma reviso el armario, saco algo de ropa arrugada para plancharla y dejar una nueva dotación de camisas y pantalones de vestir colgados. Tendió la cama, sacudió el polvo, abrió la ventana y una vez terminado fue a su habitación dejándose caer en la cama con Macau acostado en ella.
-Debí llevarte de paseo... lo siento, tienes un papi muy flojo- el pequeño volteó a verlo sonriendo mostrando apenas dos dientes frontales -Eres tan precioso- jugo con sus mejillas llenandolo de besos.
Bajo a hacer la comida notando qué Vegas aun no regresaba.
-¿Le creíste Pete? Deben ir por el segundo o tercer round en un hotel por ahi- se dijo con amargura, sirvió su plato y el de Macau para comer ambos en silencio. Dejo al pequeño con leche nuevamente mientras limpiaba la cocina.
-Vamos a dormir, papi necesita una siesta- Pete nunca admitiria qué aprovechaba el ruido del agua corriendo en la tarja para soltar sollozos, la única prueba era su nariz roja y sus ojos llorosos.Durmieron muy bien hasta que sintió movimiento a un lado, instintivamente llevo su mano en busca de Macau. Abriendo los ojos de golpe al no encontrarlo pero suspirando al ver que Vegas estaba sentado en la cama jugando con él en sus piernas.
-¿Quieres cenar?- pregunto Pete tallandose los ojos.-Traje algo de comida ya hecha para que no cocines- se puso de pie ofreciendo una mano a Pete, que este no tomo y solo se puso de pie para caminar a la cocina adelante.
-¿Qué es eso?- pregunto viendo los platos con diferentes tipos de comida, italiana, japonesa y tailandesa. Tambien había una botella de vino, las copas y en algún espacio, estaba un menú de arroz con verduras y sopa, seguramente de Macau.
-Lo siento, en verdad trato de compensarlo- Vegas se acerco a dejar a Macau en su silla para después regresar.
-¿Crees que una cena lo compensa?- pregunto serio, aunque por dentro el corazon de Pete estaba hecho un lío, esas eran sus tres comidas favoritas, él las recordaba todavia.
-Se que no será suficiente.. pero quise traer esto- Vegas apareció de nuevo frente a él con un ramo de rosas azules, su color favorito, también recordó eso, no las contó exactamente pero más de 10 si había-No recuerdo.. la última vez que te di una, en verdad soy un horrible novio- admitió con vergüenza mientras Pete sostenia el ramo ¿Le dabas una a él mientras olvidabas darmela a mi? Se dijo mentalmente apagando la sonrisa que comenzaba a formarse.
-Si, eres horrible, casi olvido que somos novios- dijo secamente dejando con cuidado las flores en una jarrón de la cocina.
-Pete, por favor, perdoname. Se que suena a excusa pero papá en serio me presiona más, no lo hago a proposito- lo abrazo por la espalda dejando un beso detrás de su oreja, un lugar sensible qué al parecer Vegas también recordaba. Y ahí lo tenia, tan cerca el olor a colonia aunque mezclado de nuevo con el asqueroso caramelo, entonces si se fue con su amante o quizás tenia razón y Tawan era el amante. Se separo con fuerza.
-Tengo hambre- dijo tomando asiento en la mesa.Pete presto atención a los detalles, Vegas incluso había puesto una vela en el centro de la mesa. Lo vio servir las copas de vino antes de darle una señal para que él comenzará a cenar. Los cubiertos y balbuceos de Macau cuando quería más comida era lo que llenaba el silencio hasta que terminaron, incluyendo el amado postre de pay de limón, que sacudió el corazón una vez más de Pete porque Vegas también recordaba eso.
-Pete... toma- saco una cajita de su bolsillo-
-Yo no te prepare un regalo- admitió avergonzado ya que no sabia con que hacer feliz a Vegas ahora.
-Hiciste el desayuno y fue delicioso, es suficiente para mi, te haces cargo de mucho en casa y lo más importante.. cuidas a nuestro hijo muy bien- se acerco a dejar un beso corto en sus labios- Espero que te guste-
Pete abrió la caja, inmediatamente recordó su collar de piedra azul, eran casi idénticos, quedarían perfectos a juego.
-Gracias... es hermoso- susurro sintiendo muchas emociones al mismo tiempo, una pequeña sonrisa se hizo presente. Hasta que volvió a mirar alrededor, la cena muy linda, una casa elegante, Vegas no iba de traje pero si traía ropa de vestir mientras él... Pete sólo era Pete, con su pijama holgada, recién levantado, seguramente su rostro horrible, sin lavar, el no encajaba en ese cuadro.-Te la pondré- le dijo Vegas con una sonrisa.
-No. Es bonita pero la guardaré, puede enredarse con la ropa de Macau o puede jalarla- se excuso cerrando la caja.
-Cierto. ¿Quieres que yo lo bañe?- pregunto sacando al pequeño de su silla.
-Bien.. mientras recogeré aqui- Pete se puso de pie para lavar los platos mientras escuchaba los pasos en la escalera- No perteneces a su mundo ahora. Mirate Pete, das vergüenza. No lo culpo si se olvida de festejar, yo tampoco hice nada para él. ¿Debería intentar algo?- hablaba consigo mismo- No, que ridículo- se mojo las mejillas al recordar la voz de Vegas esa mañana, esa la usaba cuando buscaba algo más, por eso se le ocurrió pero que tontería -No lo ha intentado en más de un año...- susurro mirandose de nuevo- Además.. como voy a intentar algo, ya perdí todo lo que lo volvía loco, ya no soy ese Pete de 17 años ni tengo la figura de antes. Solo daré risa- se recriminó triste terminando su tarea para subir a ver como iba ese baño.
Macau estaba hecho rollito en una toalla verde mientras Vegas revisaba cajón por cajón buscando qué ponerle para dormir.
-Si no sabes para que te ofreces- lo regañó con molestia sacando él de otro mueble una playera de algodón únicamente, el pañal y talco de bebé- Solo duerme con pañal y esto- le dijo haciendo todo rápido para dejar al pequeño listo en sus brazos ya con ojos adormilados.-Eres hermoso- susurro Vegas de nuevo abrazandolo por la espalda y besando detrás de su oreja- Duerme conmigo hoy- le dijo con voz más grave mientras Pete sentía sus manos en sus caderas- Dejame demostrarte...- no lo dejo terminar su frase.
-Ve a ducharte. No se a donde fuiste pero hueles horrible- le dio la espalda, escuchando como Vegas se iba despacio de la habitación.
Su rostro estaba rojo, su garganta seca, tuvo que sentarse porque sus piernas temblaban, su respiración agitada y su corazón latiendo fuertemente. Estaba excitado. No se había sentido así desde hace mucho tiempo. -¿Debería ir?- se pregunto viendo a Macau ya dormido -Me ponía de buen humor antes, quizá.. lo necesito- se dijo acomodando al pequeño en su cuna, a un lado de la cama -Si el tiene tanto sexo ¿Por que yo debo reprimirme?- se dio una ducha rápido y abrió el closet buscando otra pijama holgada.
-No. Yo no tengo porque caer. Yo estoy para provocar. Si ese idiota lo convencio con sexo, pues le voy a recordar quien es Pete-
Habia hablado al principio con su amigo Tay de esto, él le aconsejo desde un inicio volver a jugar con seducir a Vegas para llamar su atención otra vez, pero estaba tan cansado por las noches con Macau qué prefirió dormir. Seguramente con eso lo atrapó su amante, ahora todo tenia sentido, el deseo más primitivo del hombre: sexo.Rebusco los cajones de abajo encontrando esa ropa que dejo de usar cuando se embarazo de Macau -Vegas aun recuerda todo de nuestra relación, significa que aun siente algo por mi ¿No?- asintió en el espejo tratando de dárse confianza
-Él solo es un pasatiempo para cubrir una necesidad, una qué claramente yo ya cubría antes, lo vas a dejar. Me asegurare de recordarte lo que estas perdiendo por un amante- reviso entre la ropa buscando algo que pudiera servir, no era lo mismo, su cuerpo ya no era igual, pero algo encontraría qué fuera mejor que la pijama aburrida y holgada.
Se miró en el espejo una vez más y luego todo en el mueble. Tomo con manos temblorosas ese bálsamo rojo brillante qué aun tenia, recordaba haber gastado muchos de esos porque a Vegas le ponía caliente verlo con ese color. Algo dentro de su pecho se movió, al recordarlo, las veces que tuvo intimidad con Vegas eran increíbles, había mucha pasión entre ellos, como lo miraba con deseo, tocaba cada rincón de su cuerpo, ambos amaban hablar sucio en la cama, se excitaban más con eso, con esa motivación en mente junto la voluntad para intentarlo.
-Yo mejor que nadie se como te gustaba hacerlo- dijo con algo más de seguridad preparándose.
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Overboard (AU)
De TodoVegas y Pete eran la pareja del momento, desde que se conocieron todos a su alrededor podían sentir la química entre ambos jóvenes; generando una expectativa sin pensarlo mucho. Sin embargo, todos estamos expuestos a tomar decisiones precipitadas...