Overboard (AU)

VEGAS

-Que estrés- suspiro apagando la computadora del escritorio que le habían asignado, estaba revisando una proyección de gastos para un evento de nuevo lanzamiento- Organizar estas cosas es un dolor de cabeza-

El trabajo de Vegas en la empresa no era solo un apoyo para su padre, empezó con cosas pequeñas pero con el tiempo la presión aumentó, al igual que la cantidad de actividades que ahora eran su responsabilidad.

Salió del edificio para subir a su auto y regresar a casa temprano después de varios días de no hacerlo. Entró percibiendo el olor de la cena, camino despacio quedándose un minuto observando a su pequeño comer algunos trozos de fruta suave algo torpe ensuciando sus mejillas mientras Pete apagaba la estufa para servir primero el plato de sopa para el pequeño y dejarlo enfriar.

La cocina de Pete era deliciosa, recordaba las visitas a su casa para ayudarlo a estudiar, siempre le cocinaba algo antes de retirarse. Extrañaba tanto la emoción en su mirada al esperar su reseña a cada platillo, la sonrisa que se formulaba cuando le daba su aprobación y el amor que podía sentir en su dedicación.

Al terminar de cenar subió a darse una ducha fría para después entrar a la cama en la oscuridad de la habitación. ¿Cuánto tiempo iba a soportar? ¿Pete terminaría dejándolo?. Miro el reloj, aun era temprano, se armo de valor y salió a la habitación del pequeño. Toco sin obtener respuesta así que intento abrirla, el sonido de la regadera llego a sus oídos y pudo ver a Macau en la cama moviendo sus piecitos en medio de un montón de almohadas.

-No fueron suficientes para mi tampoco- se sentó a un lado repartiendo mas cariños en las mejillas y manos del bebé- te extraño todos los días pequeño- sostuvo su manita con fuerza escuchando la puerta del baño abrirse.

-Creí que estabas dormido- Pete se acercó cuando escucho los ruiditos del pequeño- Lo despertaste-

-Yo no fui, cuando entre ya estaba moviéndose- se excuso mirándolo dejar la toalla en su hombro con el cabello goteando mientras movía suavemente al pequeño y tarareando algo para volver a dormirlo.

-Shh.. Macau, debes dormir- Vegas tomo con suavidad la toalla para intentar secar su cabello.

-¿Quieres que lo haga yo?- pregunto cuando Pete se movió para evitar el contacto- Puedo dormirlo también, para que termines-

-Esta bien, el cabello se seca solo- se acomodo con el pequeño ahora en sus brazos meciéndolo.

-Pero.. debes peinarlo, además dijiste que tu piel se había vuelto mas sensible después de tener a Macau- Vegas camino hasta el mueble tomando uno de los cepillos y revisando todos los botes sin saber cual era el correcto. Dejo eso a un lado solo volviendo a quedar de pie a un costado de la cama.

-Yo lo hare después, déjalo ahí- dijo sin ninguna emoción y sin mirarlo- Macau esta dormido, pareces cansado deberías hacer lo mismo-

-Pete...- lo llamó sin atreverse a continuar. Tenia ganas de hacerle preguntas, de que le explique en que momento exacto se había vuelto así su relación, él no entiende que fue lo que paso para que su precioso novio fuera menos expresivo cada día.

-Mañana... ¿Te quedaras a descansar en casa?- preguntó en voz baja.

-Si ¿Ocupas algo? ¿Tienes algo que hacer? Puedes salir con los chicos si quieres distraerte, yo cuidare de Macau- intento motivarlo, Pete casi no salía de casa hasta donde Vegas tenia entendido, ya ni siquiera con sus amigos de la escuela se veía, quizás se sentía solo y por eso su cambio de animo- ¿Es eso? ¿Quieres salir con ellos?- pregunto esperanzado que esa fuera la respuesta.

-No. No quiero eso-

-¿Entonces?- pregunto suspirando- ¡Mírame!- se sentía impotente, sin control, como si cada segundo que pasaba lo perdiera.

-No grites, lo vas a asustar- levanto un poco su rostro sin mirarlo- Solo es raro que estés aquí, siempre tienes cosas que hacer, siempre llegas tarde, tu ropa huele a alcohol y a...- hizo una pausa- cigarrillo-

-Si, tu sabes que a veces salgo con mis amigos, los conoces incluso. Salgo muy estresado ¿Tengo prohibido beber un poco? Yo mismo te estoy diciendo que salgas con los tuyos- Vegas intentaba ser paciente cuando podía pero vivía todos los días demasiado tenso, ese era uno de los pocos en que podía tener una conversación con Pete.

-¿Y por que hoy no? ¿Por que no solo te fuiste a beber con ellos otra vez? ¿Se burlan de ti por no seguirles el ritmo como antes?- desvió la mirada a otro lado.

-Te he dicho muchas veces que no es así, solo que hoy no tuvieron planes. Quiero descansar pero podemos hacer algo mañana si eso prefieres- intento tomar su barbilla para hacer que lo mirara- Piénsalo, dime si se te ocurre alguna idea. ¿Puedo dormir con ustedes?-

-No. Fue tu idea dormir aparte. Recuerda que despiertas de malas si alguien interrumpe tu sueño-

Vegas lo vio acomodarse en la cama con el pequeño para darle la espalda. Salió de la habitación volviendo a la suya cerrando la puerta con fuerza. Esa fue la excusa que usó, le dijo lo cansado que despertaba al tener que escucharlo levantarse para darle su leche a Macau y como eso afectaba su rendimiento en la universidad y el trabajo; prefirió quedar como un insensible con su hijo porque no soportaba la culpa de escucharlo a él sollozar a veces para encontrarlo en la mañana con los rastros en su rostro.

Vegas reviso su teléfono al escucharlo sonar una vez después de un rato, pensando que quizás era alguna tarea de su padre, pero solo era un mensaje de Tawan.

¿Saldremos mañana? Puedes ocuparte de tu novio en el día y venir con nosotros en la noche para que no se moleste.

"No. No estoy de humor"

Estoy seguro de que después de un día de romance te vendrá bien el alcohol, considéralo.

"Tu no conoces la palabra romance"

Yo no, pero se cuanto te esfuerzas cada año por ser el novio perfecto, saldremos al bar de siempre, si quieres llega mañana ahí.

Vegas se quedo pensando en el mensaje, si, él antes era un romántico sacado de un libro porque sabia que Pete era fan de los detalles, tenia meses que no montaba una cena o le mandaba regalos sorpresa.

-Cada año...- susurro revisando la fecha- Soy un imbécil ¿Cómo pude...?- cubrió su rostro con frustración, el día siguiente, en el que sugirió a su novio salir a divertirse por su cuenta mientras él solo quería descansar, era su tercer aniversario.