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Después del primer gol vino el beso de Hyeri, sus labios se sentían duros y dulces gracias a su brillo labial, no hice nada por evitarlo pues la emoción del partido se sentía en el aire. Aún más cuando todos mis compañeros me abrazaron como si fuera el mesías.

Faltaban veinte minutos para que el partido finalizara, las faldas de las porristas se levantaban con cada salto y la bonita cara de mi chico apareció entre la gente que miraba atenta el partido.

Mi corazón latió cuando él se levantó y gritó mi nombre.

La idea de escucharlo gritar de placer se cruzó por mi mente.

Yoseob del equipo contrario se lesionó y tomamos algunos minutos para que éste saliera de la cancha, hasta entonces yo me acerqué al montón de gente, buscando a Jungkook.

Cuando él me vio de inmediato se aproximó.

—Bonito.

—Mi amor.

—Falta poco para terminar.

—Yo sé. Metiste los primeros dos goles...

—Si meto el tercero... ¿Me dejarás acariciarte?

Quise tomar su cintura y si no fuera por las rejas de seguridad sin duda lo estaría haciendo.

Sus mejillas se sonrojaron y asintió.

—Sí...

Algunos que lograron oírnos, silbaron para molestarnos.

—Joder.

—También te daré besitos.

Tuve que regresar al juego.

Los catorce minutos que restaban pasaron de inmediato y terminó el partido con el marcador señalando 3 goles a nuestro favor, dándome todo el crédito y autoría de los mismos.

La fiesta que se organizó a causa de la victoria se veía tentadora, pero no más que Jungkook, avergonzado y gimiendo mi nombre con cada caricia.

—T-Tae...

—Tu piel es tan suave.

Mis manos se internaron entre sus muslos y mi cabeza perdía el control de mis actos.

—Hyeri m-me trató mal después del partido.

—¿Esa perra te trató mal? ¿En serio?

—Sí, no sé porqué.

Maldita sea.

Dos Gotas De Agua || «VKOOK» [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora