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Ganamos el estúpido partido y como siempre se organizó una fiesta, todos me pidieron que me quedara pero yo me negué rotundamente y ahora estoy aquí, en la puerta de la casa de Jungkook, luchando por ver quién resiste más, si yo empujando por entrar o él empujando para cerrar la puerta.


—Tenemos que hablar.

—No. ¡No quiero!


—Vamos bebé, déjame explicarte.

Bastó un empujón más para que venciera a esa jodida puerta y lograra ingresar a su casa. Por lo que sabía, la madre de Jungkook estaría trabajando, así que estaríamos solos.

—Vete...

Sus ojos estaban inundados de lágrimas. Me rompió el corazón.

—Escúchame. Todo tiene una explicación...

—...

—Es una tradición que el capitán se presente con una porrista.

—¿Es tradición que se besen y digan que son novios también?

—No. El relator lo dijo solo porque sí y Hyeri me besó sin autorización, no pude decirle nada porque todos nos estaban viendo.

—Lo que dices... ¿es verdad?

—Sí, tuve que hacerlo porque soy el representante del equipo.


—¿A qué te refieres?

Oh no...

—En realidad...

—No te obligaron, lo hiciste porque quisiste.

—No, en parte lo hice porque debía, pero yo no quería...

—Taehyung, terminemos.

—¡No!

Recorrí la sala con la vista y corrí hacia la ventana, la abrí y se subí sobre el borde.

—Tae...

Jungkook me miró con atención. Sus lágrimas se detuvieron.

—Si me terminas voy a lanzarme de esta ventana, no estoy jugando eh.

—Tae, estamos en el primer piso, ¿piensas saltar de un metro?

Sus brazos se cruzaron sobre su pecho y su expresión era adorable. Quería que él me perdonara y sonríera un poco.

—Ahí hay una piedra, seguramente mi cabeza impactará sobre ella y moriré. ¿Es lo quieres, eh? ¿Eso quieres?

—Sí, vamos, quiero ver que lo hagas.

Las cejas de Jungkook se levantaron, mientras esperaba que yo hiciera algo.

—Quieres que muera... yo creí que me querías, creí que lo nuestro era 100% real no fake.

Jungkook estalló en risas y yo hice todo lo posible por mantenerme serio.

—Basta...

—Ya siento la brisa, diosito vendrá por mí, eh. No vas a volver a ver a tu hombre jamás.


 Él continuaba riéndose y lo hizo mientras se acercaba a mí. Creí que iba a empujarme cuando sujetó mi chaqueta, sin embargo solo sentí la suavidad de sus labios estrellándose en contra de los míos en un beso lento.

—Júrame que todo lo que pasó fue sin que lo supieras.

—Lo juro, jamás besaria a Hyeri estando en todos mis sentidos.

—Te creo... amor.

—Gracias, bebé.

Y me empujó. Grité como niña cuando mi espalda tocó el pasto húmedo y frío de su jardín, la piedra estaba jodidamente lejos de mi cabeza.

Levanté la cabeza y observé la sonrisa de Jungkook.

—Si no te moriste, te estaré esperando en el baño, desnudo y muy dispuesto, pero si lo hiciste, no vengas, no le voy a la necrofilia.

Él me lanzó un beso volador y desapareció por el pasillo. De inmediato me levanté y volví a entrar por la ventana.

Vaya grandioso día.



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Dos Gotas De Agua || «VKOOK» [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora