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Han pasado dos semanas desde que escapamos, todavía no hemos oído nada sobre nuestra persecución.

Conseguimos un pequeño departamento, más pequeño que el que yo tenía, con agua y a veces luz.

La mañana era agradable, pero hoy amaneció un poco nublado. Yo marcaba y marcaba anuncios en los periódicos para conseguir un empleo, lo que sea, sólo un empleo y nada aparecía. Se nos acabaría muy pronto lo que teníamos, y luego ¿qué?

—¡Amor!

Jungkook salió del baño con una pequeña bata blanca y un puchero en los labios.

Una sonrisa estúpida se formó en mi rostro.

—¿Qué pasa, bebé?

—Otra vez el agua está fría.

Ese era el problema. La ducha del departamento funcionaba con energía, y a veces no había y cuando había nos salía costoso, al menos para mí.

Yo no tenía problemas con bañarme así, pero Jungkook es tan frágil y delicado que no soporta hacerlo, es más, se niega a hacerlo. Y estos días además de ello, se ha estado quejando sobre la cocina improvisada. La habitación y la cocina están juntas, en realidad el departamento tiene dos cuartos, el baño y la habitación.

Comenzaba a preocuparme y no poder dormir bien, no estaba dándole a Jungkook lo que debería.

—Lo arreglaré muy pronto, ¿Está bien?

—Bien, pero que sea mañana, no voy bañarme nunca más con agua helada.

—Es bueno para la piel...

—¡Tonto!

Jungkook soltó varias risitas y luego caminó seductoramente hacia mí, moviendo de lado a lado esa grandiosa cadera curvilínea.

Yo tiré lejos el periódico para darle espacio en mi regazo. Su delicioso perfume invadió mis fosas nasales y mis manos con desesperación deshacían el nudo que mantenía cerrada su bata. Poco antes de lograr mi cometido y admirar su cuerpo desnudo, él me detuvo.

—¿Por qué?

No lo iba negar, estas semanas el sexo ha sido simplemente increíble. Juraba que incluso ni un actor porno había follado tanto en su vida. Las ganas de tenerlo gimiendo no se detenían, mis ganas por Jungkook eran imparables.

—Promete que tendremos agua caliente mañana.

—Eres un niño mimado. ¿Acaso no quieres tener una piel perfecta?

—Uh. ¡Promételo! ¡Promételo!

Jungkook en su berrinche daba pequeños brincos y no se daba cuenta que apretaba vilmente mi erección creciente con sus esponjosas nalgas, o tal vez sí lo hacía. Como sea, nadie podría pensar claro así.

—Sí, bebé, lo que quieras.

Él esbozó una sonrisa maliciosa y con calma sus deditos empezaron a desabotonar mi camisa. Tardaba demasiado y mi apetito sexual era incontrolable justo ahora. Aparté sus manos y me despojé de ella solo para tirarla muy lejos.

Luego tomé sus muslos con firmeza y acosté su cuerpo sobre la cama. Sus piernas fueron abriéndose con cuidado, como disfrutando ver mi desesperación, hasta dejarme la mejor vista de su apretada entrada, recientemente abusada esta mañana con un "despertar" matutino.

—Tae... ¡Tae!

Jalaba con torpeza de la bata para poder sacarla de la vista y mis labios atacaban con mordidas su cuello.

Dos Gotas De Agua || «VKOOK» [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora