Erick
__ ¡¿Se puede saber dónde diablos estás?! - alejo el móvil de mi oreja con el grito de Arleth.
La cabeza me duele y su histeria no ayuda mucho para calmarla.
__ Te venimos a ver a Miami y tú te desapareces - reprocha - Mamá está preocupada por tí, cabeza de calabaza.
__ ¿Puedes dejar de gritar? - presiono la unión de mis cejas - Se puede hablar sin elevar la voz por si no lo sabías.
__ Desconsiderado es lo que eres. ¿Donde estás?
__ En mi apartamento. - le hago ver. Mi camisa la tengo abierta mientras me disponía a dormir pero el que llamara me quito el impulso de hacerlo.
__ ¿Acaso cambio la sede de la competencia? Porque que yo sepa todos los directivos siguen aquí.
__ No lo comprenderías.
Doy un breve espacio para valorar el poseer mis tímpanos intactos, conozco el nivel de exagerada de Arleth.
__ Vine con Santa.
__ ¡¿Que qué?! - su serie de gritos tornan todo peor y debo soltar el móvil para no dejar que cuente como anécdota el hacerme sangrar los oídos. Deja de hacerlo pero empieza de nuevo una y otra vez hasta que alguien la calma del otro lado.
Agradezco que haya sido así, la escucho relatar mi estadía aquí calmando a mi madre.
__ ¿Erick?
__ Sí, padre. - contesto cuando este es quien toma el teléfono de mi hermana.
__ ¿Todo bien?
__ Conmigo sí, con base a la competencia tengo una reunión por vídeo con los directivos en la mañana así que regresaré a resolver eso. - le cuento - No te preocupes por eso, lo arreglaré.
__ La competencia no es algo importante para mí, pero si tú bienestar. - recalca bajando la voz - Según Andrea la demanda de Santiago Johnson en tu contra va en serio.
El dolor de cabeza se intensifica, a ese tipo le gusta joderme la existencia al parecer.
__ Lo voy a resolver. - reitero.
__ Lo vamos a resolver. - se incluye sin dejar que le contrarie su idea.
Ethan puede ser un tipo tranquilo, pero todas las veces en las cuales su familia se ve afectada está presente y no deja que por mucho le cueste sacar a flote lo que le importa, lo detengan.
Duermo unas horas para que al despertar al mismo tiempo que cocino y ceno revise los correos electrónicos donde se me notifica según los abogados los cargos que Santiago interpuso en la demanda de la cual están pendientes.
Si piensa que voy a dejarlo ganar algo como esto en mi contra, se equivoca. No le temo a un sujeto que en lugar de vivir sabiendo que fue incapaz de ser leal en alguien que le confió su alma, se dedicó a ganarse su odio.
Lo peor es su pendejez que no le permite asimilar sus errores para no perder lo poco que le queda.
Envío un mensaje a Santa que contesta rápido verificando se encuentra bien pero que le afecta la lejanía de su madre. Mónica se ha escondido en su habitación sin querer explicar nada, tampoco es que la hija le insista pero prefirió aislarse.
Ese enredo que se tienen los Bosch me ha hecho caer en cuenta de cómo esa familia logró que tanto la existencia de Santa no saliera a la luz, como Taylor desapareció en su totalidad por años.
Conocí a Máximo Bosch por mi abuelo, en una salida a un campo de golf me presentó al hombre que no tenía únicamente como acompañante a su chófer. Con los años leí en periódicos que su hijo mayor no volvió a ser visto por nadie, por más que buscaban ni es sus padres dieron una respuesta a las incógnitas por más inconsistencias que tuviese la desaparición de un miembro de la familia.
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Invictos
RomanceUna confusión, un trato, una meta. Nadie está dispuesto a perder lo que han ganado pero pueden caer a lo que tanto se niegan. Erick, su tiempo de estar al frente de la empresa familiar llegó. Todo está saliendo como él lo quiere o casi todo porque l...