Erick
Decir plenitud es quedarme corto. No conocía lo que esa palabra significaba en realidad hasta que esta mañana Santa me avisó sobre los dolores de parto mientras estaba en una reunión con unos inversores.
Creí que era otra de sus bromas, pero lo confirmó al repetir que mi padre iba en camino a la casa.
Mi madre estaba igual y cuando reaccioné fue por mí hermana que llegó tirando la puerta, disculpándose con todos para luego sacarme del brazo para irnos a la clínica junto a Leandro.
No tardamos en llegar ya que de alguna manera Arleth logró que la carretera fuera despejada o eso fue lo que escuché ya que mente solo se enfocó en saber que mi hijo venía en camino.
Vi a mi prometida esforzarse mucho más que siempre, sufrir y enojarse, pero siempre con la finalidad de darme al ser que en este momento tengo en brazos.
Con una mata de cabello casi imperceptible el pequeño de mirada igual a la de mi madre llegó al mundo. No sé qué tan cierto sea el que para cada padre sea igual, pero lo veo una y otra vez, sin poder creer la luz que emana en mi vida con tan solo minutos de haber nacido.
No me canso de verlo, tampoco de recordar todo lo de estos meses donde él ha sido el ocupante de nuestros pensamientos y todo lo que decidimos hacer, por muy mínimo que fuera el cambio.
Beso su frente, con el corazón a punto de estallar en mi pecho y cubrirme con las más maravillosa felicidad, en tanto la mujer que lo hizo posible, sigue recuperándose en el descanso bien merecido que quiso tener.
No me creo que alguien con su sangre y la mía esté en este mundo. De conocernos en una cafetería por pura casualidad, llenarnos de escándalo tras escándalo, en este momento cada uno de ellos lo agradezco porque no estaría con mi pequeño bebé en brazos.
Desde que supimos que sería varón quisimos buscar un nombre, pero Santa siempre terminaba por quedar inconforme por más que dijera eran de ascendencia italiana, rumana y hasta asiática. Nada la convenció, por ello me guardé el que pensé desde el inicio. Le gustará, de eso estoy seguro.
Dejo que pasen las horas, saliendo a dar las buenas nuevas, que aunque disimulen bien, sé que ya lo averiguaron.
Los Ambrosetti somos impacientes y siendo la clínica de Sebastian, sería mentir si no hacen las cosas a su modo. Por ello celebro junto a sus abrazos y palmadas de orgullo de parte de mi padre con los tíos que molestan a Ethan con ser abuelo.
__ Un abuelo oficialmente - en lugar de ofenderse, se enorgullece. - Al fin, tengo a un pequeño de nuevo. Quiero verlo.
__ Ah no. - se mete Arleth. - Soy la tía. ¡Única de línea directa!
__ En términos de...
__ No estoy preguntando términos de nada. - exclama con la voz en alto callando el argumento de Elien. - Además, fui por Erick a su oficina. Merezco ser la primera en verlo.
__ ¿Por cierto, como llegaste tan rápido? - pregunta Leandro.
__ Volé.
__ En escoba. - contesta él.
__ Este día no diré nada. No voy a pelear contigo, ni nadie porque soy tía oficialmente. - se jacta. - Erick, llevame con mi sobrino.
__ Que sea todos juntos. - se mete Katia. - Que Arleth esté enojada con su...
__ Está bien. Solo porque estoy feliz dejaré que vengan conmigo. - la silencia antes que diga algo más.
__ ¿Su qué, Arleth? - pregunta Ethan.
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Invictos
RomanceUna confusión, un trato, una meta. Nadie está dispuesto a perder lo que han ganado pero pueden caer a lo que tanto se niegan. Erick, su tiempo de estar al frente de la empresa familiar llegó. Todo está saliendo como él lo quiere o casi todo porque l...