Capítulo 2

126 6 14
                                    

César's P.O.V

¡Me cago en el ayuntamiento y en sus putos muertos!

Llegaré tarde al trabajo porque han decidido cortar la línea de metro que cojo todas las mañanas.

Cuando me encuentro con la boca de metro cerrada y ya he leído el cartel un par de veces busco por Google Maps la otra ruta más rápida.

Tengo que coger el autobús y luego el metro hasta llegar al estudio.

En total tardo unos veinte minutos más. Mi jefe me va a matar, porque hoy teníamos una sesión con un cliente importante y debía estar antes.

Corro tanto como puedo para pillar el bus a tiempo y, por suerte, lo consigo. Son pocas las paradas que hay hasta el metro así que enseguida estoy entrando en este.

Cuando mis ojos buscan desesperadamente un hueco para sentarme grito en mi interior al encontrar uno.

Me muevo rápido y consigo sentarme antes que una mujer que justo entraba.

"Lo siento, señora. Me espera un día largo."

Bloqueo de nuevo el móvil después de ver la hora. Estoy muerto. Ya debería de estar allí hace diez minutos y todavía me queda bastante trayecto.

Suspiro mirando hacía delante y detengo el gesto cuando mis ojos hacen contacto con una chica.

Es preciosa.

Ella lee atentamente su libro y de vez en cuando frunce el ceño o esboza una pequeña sonrisa.

Parece como si todo lo que le rodease no le importara y solo quiera saber qué pone en la siguiente página.

Intento fijarme más en sus facciones pero al tener la cabeza gacha no consigo ver nada más porque su flequillo me lo impide.

Me sorprendo a mi mismo al no quitar la vista de ella, me tiene completamente absorbido. Todo mi cuerpo se tensa cuando levanta la cabeza para ver en qué parada se encuentra.

No puede ser.

Yo la conozco.

Me suena demasiado su cara, ¿de dónde me suena?

Dudo que haya sido alguno de mis últimos ligues, lo recordaría. Además, yo no me acuesto con pelirrojas.

Ya no.

Intento memorizar cada uno de sus rasgos a medida que vuelve a esconderse tras el flequillo.

Desvío la mirada un instante y veo que un viejo no me quita la vista de encima.

Joder, espero que no me haya estado viendo todo este tiempo.

Su mirada me advierte y lo que queda de camino miro mi móvil, buscando por Instagram a ver si la sigo. Tan solo los movimientos de ella hace que me centren de nuevo.

La chica misteriosa saca unas gafas finas de su mochila y se las coloca, guarda el libro pero no consigo ver el título. Al tenerlo pegado en sus piernas, no he podido descrifrarlo en ningún momento.

Ella se levanta y sale por una de las puertas que se abren automáticamente.

Leo la parada que está escrita en la pared: Ruedas.

Sé dónde se baja.

Miro la hora: 8:55.

Ahora sé cuando.

Yo mismo me asusto ante lo acosador que me hacen parecer mis actos, pero necesito saber de dónde la conozco.

Dudo que esto me lleve a ningún sitio. Ni siquiera sé si mañana cogerá el metro, puede ser que haya ido a hacer algún recado.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora