Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}

Capítulo 1

Abril's P.O.V

-Debemos romper, esto no es sano para ninguno de los dos.-él se limpia los ojos con un pañuelo que tenía en el bolsillo.

-Pero...-intento decir pero él se va de mi lado.-siempre te amaré.

Nuestras familias nunca han aceptado nuestra relación pero no quiero que eso impida obtener mi felicidad.

Debo ser feliz.

Me arreglo el escote del corsé incómodo y comienzo a caminar hacia la estación de tren con miradas de hombres irrespetuosos posadas en mi culo.

-Haré que cambies de opinión, Hudson.

-¡Claro que si!-grito sin pensar, al levantar la vista veo como un viejo me mira extraño.

Paso página para leer el siguiente capítulo pero por los altavoces del metro se escucha mi siguiente parada.

-Siguiente estación: Ruedas.

Termino de meter el libro en mi mochila antes de colocar mis gafas y levantarme del frío asiento.

El vagón se sacude de esa manera tan característica cuando se detiene y suelto mi agarre justo cuando las puertas se abren.

-Señorita, ande con cuidado.-me advierte el viejo que me estaba mirando antes.

Cuando salgo de la estación todavía tengo el cuerpo revuelto por esa sensación tan rara.

...

-Abril, debes de recoger los archivos de la sala de impresión.-me hago la loca cuando la escucho.-¡oyee!

-¿Qué?-me giro lentamente.

-Tía, estás más ida de lo normal...-ella vuelve a explicarme que debo hacer y me levanto sin poder librarme.

Lo cierto es que no puedo dejar de pensar en el libro que llevo semanas devorando.

Odio cuando ya me toca salir del metro para ir al trabajo y dejar de leer sabiendo que hasta al día siguiente no volveré a meter mi nariz entre esas hojas.

Cuando salgo del curro estoy tan agotada que tan solo me ducho, hago la cena y me duermo, normalmente viendo alguna serie que nunca consigo terminar.

Sumida en mis pensamientos entro en la sala de impresiones a por los papeles que Claudia me ha pedido.

-¡Dios santo!-tapo mi cara y entrecierro la puerta.

Esa imagen será una que me cueste borrar.

-¡Abril!-mi amigo se acerca rápido a la puerta mientras sube sus pantalones.-no es lo que parece...

-¿¡Qué no es qué!?-mis ojos se van a salir de mis órbitas.-tu estabas...ugrhh...

Ni siquiera puedo mirar hacia dentro de nuevo.

-Pensábamos que las impresoras estaban rotas y nadie entraría hoy.-intenta excusarse pero no puedo dejar de mirar hacia todos lados menos a su cara.-no puedes decir nada sobre...

-No pensaba hacerlo.-esta vez dirijo mis ojos a los del otro chico que me mira suplicante.

Y pensando que ese chico me gustaba desde hace meses y resulta que es gay.

-Rubén, me has traumatizado.-le confieso abiertamente.

Yo nunca he hecho sexo oral, me repugna nada más pensarlo.

No entiendo como a la gente puede gustarle eso.

A mi amigo se le escapa una risa y decido golpearle con fuerza.