Capítulo 19

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Abril's P.O.V

-¿¡Dónde estás!?-parece bastante asustado y Rubén le sujeta a mano.-voy para allá.

Mi amigo le llama con la mirada para obtener respuesta y él saca un billete para pagar las bebidas y se levanta.

-Tengo que irme.

-¿Qué sucede?

-Mi compañero de piso está en problemas.-la respiración se me corta.

¿Otra vez?

-Te acompaño.-saco otro billete del monedero y me levanto igual que él.

Él me mira extrañado durante un momento y no me sorprende. Ni yo misma sé de dónde ha salido ese interés por ayudarle.

Rubén se termina apuntando también con la excusa de que nos puede llevar en su coche.

Gracias a él no tardamos en estar en el apartamento.

Alberto entra tan alterado que no logra ver el cuerpo de César.

Me acerco temerosa mientras él da vueltas por el apartamento gritando su nombre.

Me arrodillo al lado de su cuerpo tumbado en el suelo y con las manos temblorosas le doy la vuelta.

Tiene toda la cara llena de sangre y los ojos cerrados.

¿Qué narices le ha pasado?

-Dios mío...-murmuro mientras llevo mis dedos a sus mejillas.

-¡Alberto!-grita Rubén a mis espaldas.

Doy varios golpes y él parece que reacciona. Mi respiración está muy alterada y las lágrimas amenazan con salir.

No sé porqué le han pegado. Apenas se nada de su vida, pero nadie merece recibir tal paliza.

-César...-murmuro cerca de su cara.-despierta...

-¿Abril?-levanta su mano lentamente hasta tocar mi cabeza.

Observo como hace el intento de abrir los ojos, pero al no poder, sonríe en mi dirección.

-Abril...-vuelve a decir mientras acaricia torpemente mi cara. Sus dientes están rojos por la sangre pero a simple vista no parece que se haya roto ninguno.

-Aparta, le ayudaremos a levantarse.

Rubén intenta alejarme pero me incorporo para agarrar el brazo de César y pasarlo por encima de mis hombros.

Debo reconocer que pesa y no es hasta que mi amigo le coge del otro lado cuando siento un poco de alivio.

Entre los dos le llevamos al ascensor y Alberto nos va abriendo las puertas para que sea más fácil.

-¿En qué problema se habrá metido ahora?-se pregunta su compañero de piso mientras sube al coche.

Rubén conduce bastante rápido, seguramente piensa igual que yo.

Si se ha vuelto a desmayar la cosa no pinta bien.

-César...-tiene la cabeza recostada en el hombro de Alberto porque tienen la misma altura.-despierta, por favor...

Sigo golpeando su cara pero no reacciona.

-Mieerda...

La parte de atrás de su cabeza sangra mucho y yo me quito la camiseta para quedarme con la interior puesta.

Hago presión con la prenda de ropa arrugada para apoyarla en su cabeza.

César no se despierta en todo el camino y quedamos preocupados cuando los médicos se lo llevan dentro.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora