Capítulo 25

62 5 12
                                    

Abril's P.O.V

Puedo asegurar que casi nos vimos todo el catálogo de Netflix y César ponía pegas a todas las que proponía.

“Esta es romántica.”

“No pienso ver una de dibujos animados.”

“Esta es una mierda.”

“Me voy antes a dormir que a ver esta basura cinematográfica.”

Así que aquí hemos acabado.

Viendo Die Hard, como él había propuesto al principio.

Por el rabillo del ojo observo como se emociona por las escenas de acción, que apuesto que ha visto miles de veces.

A media que pasaba la peli me iba poniendo en una posición más cómoda, dejé de estar rígida desde hace rato.

Me encuentro tan relajada que el sueño me gana y poco a poco mis ojos se van cerrando.

No llegué a ver el final, aunque ya sabía cómo acaba.

Me despierto porque percibo cómo mi cuerpo deja el sofá.

-César...-murmuro medio en sueños y acabo dejando que me mueva por todo el apartamento.

El olor a lavanda vuelve a entrar en mis fosas nasales y sé que estoy de nuevo en la cama. Sus movimientos son algo torpes por lo que me acabo levantando.

Ruedo por ella hasta que me incorporo y abro mis ojos.

El sueño que tenía desaparece de golpe.

-¿¡Qué se supone que haces!?

Mi vista recorre todo su cuerpo desnudo, tan solo tapado por unos boxers.

-Jodeerr...que susto.-dice cuando se da cuenta de que estoy despierta.

Mi mente no puede evitar pensar mal.

-Querías aprovecharte...-él me interrumpe mientras me tapo con la sábana.

-¿¡Por quién me tomas!?-se aleja bastante alterado.-nunca me acostaría con alguien que no quiera.

Mi mente tiene una miniyo que se da un golpe en la frente.

César está más serio que nunca.

-Perdona yo...es que...

El encuentro con el chico de la discoteca viene a mi mente y miles de finales horribles se dibujan ante mi.

César consigue rebajar la tensión del ambiente, como siempre.

-Además, ¿por qué querría hacerlo sin tu consentimiento cuando sé que dentro de poco me lo suplicarás?

Esa sonrisa de autosuficiencia se crea en su cara y yo le lanzo lo que tengo más cerca.

Él se agacha para recoger el cojín que le he tirado y su culo se marca en su ropa interior.

Sin darme cuenta, trago saliva. Mi cara está ardiendo.

-¿Te importa si duermo aquí?

Ya hemos dormido antes en esta cama, aunque yo no lo decidí. Me la quedo mirando y es bastante amplia.

-¿Te ves capaz de resistirte?-su mano recorre sus abdominales y mis ojos le siguen.

Siento espasmos en mi estómago y me levanto para hacerle frente.

La jugada sale algo mal y acaba aprisionándome entre el armario y él.

Agarra mi mano y la obliga a ponerse en su pecho. Siento los latidos de su corazón impactar fuerte contra mi palma y sé que el mio actúa igual.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora