Capítulo 36

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César's P.O.V

El otro equipo está haciendo la cena, ellos iban ganando pero a todos les pareció justo que fueran ellos los que perdían ya que Erika recibió un buen golpe.

Recuerdo ver la pelota ir a toda velocidad hacía su cara y ver acto seguido la sorpresa en la pelirroja.

Estoy seguro que no lo hizo a propósito, pero el golpe fue con fuerza.

Durante lo que quedaba de tarde, Erika intentó seducirme varias veces con la excusa de que necesitaba algo de cariño.

No le dejé, no tenía ganas.

Tan solo pensaba en una cosa. Quería detener a Héctor porque sabía que acabaría consiguiendo lo que se proponía.

Pero, ¿cómo lo haría?

Una vez ellos se iban a dormir a la misma habitación yo no podía hacer nada. Se quedaban solo ellos y sus decisiones.

Lo único en lo que podía confiar era en que Abril fuera lo suficientemente lista.

Mi pensamiento se materializan porque la chica aparece justo delante mío.

-Los demás han ido a comprar.-se dirige a mí.-¿te importaría cogerme algo de la estantería de arriba?

Mi vista se dirige a Alberto, quién mira su móvil medio riéndose. Seguramente esté viendo memes, como siempre.

-Es esa olla de allí.-señala el armario más alto de la cocina.

Estiro mis brazos y lo agarro sin problema, ella me regala una sonrisa.

-Gracias.-miro a mi alrededor y no veo a nadie más.

Abril ya se ha puesto a cocinar y pone el instrumento lleno de agua en los fogones.

-¿Te han dejado sola?-se asusta por mi pregunta repentina y ajusta el gas para luego encender el fuego.

-Héctor es el que conduce.-dice sin verme.-Rubén se ofreció a acompañarle y Claudia...es Claudia, odia cocinar.

Esbozo una pequeña sonrisa y la veo picar las pocas verduras que tiene.

-Veo que tú tampoco te ofreces a ayudarme...-dice con tono bromista.

-Este es tu castigo.-ella se gira para verme.-no fui yo quién le dió un pelotazo a Erika.

Su cara se vuelve roja y la oculta de mí, cosa que me hace más gracia.

-Ni me lo recuerdes, tengo el sonido repitiéndose en mi mente.

Me acerco a su lado y ella se inquieta más. Mis dedos, como si fuera por costumbre, colocan el mechón rebelde detrás de su oreja.

Ella se recoloca las gafas y continúa cortando.

-Tu novia se encuentra bien, ¿verdad?-su tono de voz tiembla y enseguida encuentro la razón de esa pregunta.

La pelirroja se preocupa por los demás, pero esta vez sé que tiene doble intención.

-Ella está bien.-su cara se ensombrece y vuelve a bajar la mirada.

-Me alegro.-contesta con una sonrisa falsa.

-Aunque no estoy seguro de que sea mi novia.-hago una pausa para examinar su reacción.-solo es una chica que me he follado más de una vez.

-¡César!

Observo su cara ponerse completamente roja y los movimientos de cuchillo aceleran.

-Mientras Erika esté de acuerdo...-se mueve en el sitio y me aparta para limpiar el pimiento que tiene en la mano.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora