Capítulo 41

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Abril's P.O.V

Me moría por besarle, claro que lo hacia.

Pero mi orgullo podía más conmigo y tuve que apartarme.

Todo lo que dije era enserio. Estoy segura que le gusto a César, igual él me gusta a mí.

Tal vez solo sea tensión sexual y se solucione con simple sexo, o puede que sea algo mayor.

No estoy segura de ello.

Él dijo que no volvería a enamorarse.

Con mi libro en la mano salgo a la terraza para leer un poco al aire libre.

-Al fin nos vemos...-su voz me eriza la piel.

La silueta se marca en la oscura noche y barajo entrar otra vez con los demás, pero al recordar lo que me ha hecho no pienso huir de él.

-¿Ni siquiera preguntas cómo estoy?

-Te lo mereces.-le respondo rápido.

-César supongo que te lo ha contado todo.-suspira y se levanta de la silla donde estaba.-él siempre tiene que ser tan sincero...

La luz de dentro ilumina su cara y aguanto una mueca de sorpresa cuando veo todas sus heridas.

Desde luego que César se ha vengado, lo ha dejado peor.

-Sí, esto es lo que ha hecho tu nuevo novio.-señala su cara y se disgusta.

-No es mi novio.

-Cierto, después de Camila dijo que no tendría más relaciones.

Sé que el tono de voz que utiliza es para herirle, a pesar de que no se encuentre aquí.

-Será mejor que te vayas...

Héctor hace un movimiento rápido y me coge en volandas hasta dejarme en una silla. Me retuerzo y grito mientras lo intento apartar.

-¡Eres un puto monstruo!

Recuerdo que César me dijo que lo estaba pasando mal, pero no pienso dejar que me utilice.

-Debo cumplir la apuesta, ya quieras o no.

Consigue tapar mi boca y sus dedos se meten en mi pantalón del chándal. Intento morder su mano sin ningún éxito y muevo mis piernas para apartarle.

-Apenas estás mojada.-sube sus dedos a su boca para chuparlos y escupir en ellos y luego los vuelve a restregar por mis labios.

Sin poder evitarlo, estoy llorando. Me siento indefensa y usada. No me creo que haya estado saliendo con una persona así.

Al mover mis brazos en todas las direcciones consigo dar con el libro que se había caído. Estiro lo máximo posible mis dedos y consigo alcanzarlo, justo cuando él tenía la punta en mi entrada.

Utilizo todas mis fuerzas y se lo estampo en la cabeza, varias veces.

Héctor se queja y se mueve, utilizo esta oportunidad para darle un par de patadas y sacármelo de encima. Menos mal que ya estaba débil.

Me tambaleo hasta ponerme de pie y subo mis pantalones.

¿Qué acaba de ocurrir?

Mi exnovio se está retorciendo en el porche después de darle con el libro de tapa dura en la cabeza.

A partir de ahora.

Mi libro favorito.

Siento la adrenalina correr por mis venas, pero la ira le vence y es por eso que aprovechando que está en el suelo sufriendo de dolor, le doy unos golpes más. Cada vez que suelto un grito nuevo, es más liberador.

Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora