Nunca te quedes con el primer vagón {COMPLETA}

Capítulo 9

Abril's P.O.V

Ayer fui muy seca con el acosador de César, estoy segura de que le quedó bastante claro que no quiero que me molesten.

Por el rabillo del ojo observo como entra en el primer vagón y sin dirigirme la mirada, se sienta enfrente mío justo cuando alguien se va.

Intento mantener la vista en la lectura pero me distraigo cuando veo que saca algo de una mochila.

¿Un libro?

Cuando levanta el objeto, fuerzo los ojos para ver bien lo que pone, mi boca se abre al ver el título del libro.

“Un amor a destiempo.”

Ese es el libro que me estoy leyendo.

Me sorprende que vaya por más de la mitad, lleva más que yo.

Espera un momento...

¿Y si solo lo hace para llamar mi atención?

Es imposible que lleve tanto libro leído.

Muerdo mi labio para prohibirme a mi misma pronunciar palabra pero al final acabo soltándolo.

-Estás bromeando, ¿verdad?

El hombre que me saca de mis casillas no responde. Sigue leyendo atentamente.

Como si le interesara...

-Apuesto a qué no has leído un libro entero en tu vida.

De acuerdo, eso ha sonado borde.

Agradezco a que no haya nunca muchas personas aquí para que no me miren mal.

Él sigue ignorándome.

Quiero rendirme, de verdad.

Sé de sobras que esto es lo que él quiere. No debería caer en su trampa.

-¡César!-incluso yo me asusto por el grito.

-¿Me hablas a mí?-aparta lentamente el libro de su cara.

-¿Qué haces?-él levanta las cejas y sacude el libro.

-Leer, obviamente.

Cierro el libro y se lo enseño. César se muestra sorprendido.

-¿¡Tú también!?-sus ojos se iluminan de excitación.-llevo semanas leyendo, menudo cabron ese Hudson.

Esto no es posible.

No le pega nada leer este tipo de cosas.

-¿Cómo se llama la mascota de la protagonista?-decido retarle.

-¿La de la señorita Daisy?-asiento sorprendida.-¿cuál de ellas?

Sabe que la protagonista tiene dos mascotas.

-La gata.-respondo dudosa.

-Diamantes.

Todavía no me creo que se lo haya leído.

-¿Cuál es el mayor miedo de Daisy?

Sonrío porque esta pregunta es difícil, para saberla hay que leer entre líneas.

-No sabía que me tocaría hacer un examen hoy...-rueda los ojos y termina cerrando el libro.

-Sabía que no te lo has leído, la información que sacaste de internet era poco elaborada.

César se levanta para sentarse en un hueco que ha quedado libre a mi lado.

Se inclina mucho sobre mi asiento, dejándome sin espacio personal.